el persistente y calamitoso abandono de São Luís do Maranhão

Projeto Reviver, São Luís

São Luís, oh São Luís. Tus próceres no hacen justicia a tu designación como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Duele publicar una entrada como esta justo cuando se acerca junio, el mes por excelencia para conocer São Luís y una de las pocas fiestas tradicionales brasileñas todavía no tocada por las cerveceras y la comercialización, el bumba-meu-boi.

Nunca me olvidaré de una encuesta que nos hicieron cuando estuvimos en São Luís. Intentando olvidarnos del fuerte olor a orina que impregnaba la parte del casco histórico en el que fuimos encuestados, una chica nos preguntó: «¿les parece que São Luís es la ciudad más bonita de Brasil?». Pobrecita, ¡lo que tuvo que oír como respuesta! Varios años después me encuentro con dos artículos en portugués (Os problemas de São Luís do Maranhão y São Luís do Maranhão – o retorno) que exponen una realidad que parece todavía más deterioriada que la que conocimos en primera persona. Vale la pena leer con atención el primero porque pinta un retrato extremo de la ciudad donde reina uno de los caciques más poderosos de Brasil (cuyo poder y riquezas no ha hecho más que incrementarse durante la era Lula). Copio un párrafo de cada uno de ellos.

O Centro Histórico está devastado e conta com uma substancial ajuda do Governo e da Prefeitura que nada fazem e mostram seu alto grau de incompetência e ineficiência diante do quadro caótico. Os turistas dizem do nosso centro histórico que as ruas só fedem a mijo/ as esquinas antigas estavam cheias de lixo e merda/ há monte de flanelinhas, pedintes e outros tipos indesejáveis/ o serviço de atendimento de bares, pousadas e restaurantes é péssimo (atendem com a cara feia, demoram demais e, quando o cliente se irrita, ainda agem como se tivessem fazendo favor) me contive nessa doída verdade…

E me desculpem os maranhenses e os ludovicenses, que defendem sua terra dizendo que eu não a conheço. Um passeio desatento pelo centro histórico é bastante para ver isso. Pobreza para todos os lados, abandono de um local que é tombado pela Unesco como Patrimônio Histórico da Humanidade, mendicância ostensiva, drogas, prostituição, palafitas… É o lugar onde Judas perdeu as botas: longe e ruim. Depois dessa viagem, afirmo com convicção: não vale a pena conhecer. Não vale mesmo. Eu desaconselho. Há muitos lugares mais perto, mais baratos e melhores para se ver no Brasil.

Mientras los responsables por el turismo en Brasil continúen en su mundo de fantasía sin prestar atención al estado de conservación de los «destinos paradisiacos» que venden a los extranjeros, cada turista extranjero que entre en contacto con ese valiosísimo patrimonio cultural negligentemente abandonado se va a convertir en un portavoz contra el turismo en Brasil. El Maranhão es un destino fascinante. Pero en su estado actual, se hace difícil recomendar a nadie que haga un caro desvío para conocer su moribunda capital. Hay destinos brasileños mucho mejor preservados, mucho menos remotos y que vale mucho más la pena conocer.

[Actualización: parece que poco cambia en São Luís. Hemos publicado una nueva entrada al respecto: São Luís do Maranhão es un vía crucis para el turista]
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