El Jornal do Commercio publicó hace unas semanas un trabajo de periodismo de investigación titulado Noronha às Avessas en el que se presenta un retrato perturbador de la realidad de esa parte de la isla que no ve el turista y que nunca jamás aparece por las páginas de viajes (en el formato que sean). Aunque algunos de los temas abordados en el reportaje ya habían sido comentados aquí en De Viaje a Brasil (como en Fernando de Noronha en la encrucijada o en Fernando de Noronha continúa amenazada) confieso que la lectura detallada tanto del reportaje como de los comentarios de los lectores me obliga a disciplinarme seriamente para intentar no volver a usar nunca más el término «paraíso» asociado a Fernando de Noronha.
Ya sabéis que el objetivo de este blog siempre fue romper con una forma clásica de retratar los viajes -asociada a la industria turística- en la que se exaltan las bondades del lugar y se esconde debajo de la alfombra todo lo que no contribuya a vender un destino. Que Noronha no sea el paraíso que se nos intenta vender no quiere decir que estemos recomendarlo no visitarlo. Todo lo contrario. Las playas, el mar, el espíritu que se respira en la isla, son únicos. Pero a nosotros, por lo menos, nos resulta imposible no intentar ver más allá de lo que se quiere que veamos.
El artículo, en portugués, está dividido en 9 secciones:
- En A república de Noronha, en la que se expone el contexto en el que fue realizado el reportaje y se nos presenta la favela de zinc (sí, ¡en Noronha hay una favela!) y el problema del alojamiento en la isla. Como el costo de vida en Noronha es carísimo, el que no trabaja para el turismo no consigue sobrevivir.
- En O futuro encaixotado se echa un vistazo al estado del sistema público de educación en la isla, a la suciedad, la desorganización, la falta escandalosa de recursos y el desperdicio asociado a él.
- En Aos doentes só resta o aeroporto vemos que la precariedad del sistema educativo se ve superada por la situación alarmante del sistema de salud donde, como reza el título de la materia, en la inmensa mayoría de los casos la alternativa para el que se pone enfermo es tomar el avión rumbo al continente.
- La sección A biblioteca que nunca existiu tiene un interés especial. Por un lado porque cuenta la historia de una inauguración a bombo y platillo a la que acudieron autoridades de la isla y también del continente (nunca reaccios a un viaje al paraíso pagado por el contribuyente). La biblioteca inagurada el año pasado nunca ha llegado a funcionar y su fondo bibliográfico se muere de asco (al mismo tiempo que se deteriora) en un cuartucho abandonado. Por otro lado, la historia es fascinante porque nos enteramos de que la casa en la que en teoría iba a funcionar la biblioteca pertenece a una empresa que desde 1988 tiene los derechos exclusivos de recibir a los turistas que llegan en cruceros a Noronha. La empresa es de un tal Milton Sanches. Cada pasajero que llega a la isla en crucero paga una «contribución social» que supuestamente debería ser destinada a mejoras en la isla. El dinero recaudado es entregado a la ONG Pró-Noronha. ¿Que está presidida por sabéis quién? Milton Sanches. Ahora acabé de entender lo de la presencia de los cruceros en Noronha que tantas veces hemos denunciado.
- O silêncio que aprisiona rebela la falta de libertad de expresión en la caciquil Noronha, el miedo, la humillación, la sumisión a los que son sometidos los habitantes de la isla. Un habitante que quiera cambiar el lavabo de su baño tiene que pasar por una agonía burocrática que una pousada de lujo se salta a la torera. Un humilde noronhense espera hace 10 años por una autorización para cambiar las tejas de su casa que poco a poco se viene abajo.
- En O chorume e a Cacimba do Padre entramos en el terreno medioambiental, donde se supone que sería difícil encontrar problemas en Noronha. Craso error. La basura que se acumula sin encontrar salida está provocando una bomba de relojería ambiental que un día le estallará a la isla en las manos. Es solo seguir el vuelo de los buitres para llegar al vertedero que les ofrece abundante comida. Hoy Noronha manda al continente únicamente la mitad de la basura que produce. No existe la separación de residuos, todo se mezcla. El asunto es tan serio que el Tribunal de Cuentas del Estado investiga el culebrón de la basura en Noronha, donde el concurso para la recogida de basura en la isla ha sido aplazado ya 15 veces.
- O papel que vale R$ 60 mil se refiere al permiso para tener un vehículo de motor en Noronha, la mafia relacionada con la compraventa de los mismos y la corrupción que permite la concesión de permisos imposibles si la ley fuera aplicada con rigor.
- A prestação de faz de contas cuenta cómo es imposible saber cómo se gasta el dinero que ingresa la isla, tanto el procedente de la carísima tasa de preservación ambiental como el que proviene del continente. No faltan razones para creer que el dinero que todos los turistas son obligados a pagar para visitar el archipiélago no recibe los nobles fines que debería.
- Finalmente, en Os fatos na visão oficial los periodistas dejan que el administrador de la isla y otras autoridades presente su versión de la realidad.
La principal entrada del blog sobre este destino tan especial es destinos: Fernando de Noronha. Ahí podéis dejar vuestras consultas al respecto.
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