Los bomberos rescataron hace poco a 80 turistas que viajaban en una goleta (escuna) que comenzó a naufragar mientras realizaba la travesía de Ilha Grande a Mangaratiba. Lo que pudo haber sido una gran tragedia se quedó en una discreta entradilla periodística (Bombeiros resgatam 80 passageiros de escuna em Ilha Grande).
Me hice eco de la noticia en nuestra página en Facebook y comenzaron a surgir comentarios de los lectores denunciando el paupérrimo estado de algunas de las embarcaciones que realizan la travesía a la Ilha Grande:
«Es cierto que para el traslado a la isla se están utilizando algunas embarcaciones que son de terror. En julio, viajamos desde Abraao a Conceição de Jacareí en una escuna en regular estado de conservación, que no inspiraba la menor confianza. Eso sí, compramos los pasajes en una de las agencias más conocidas del pueblo, que nos la facturó al mismo precio que el catamarán!»
«La última vez que viaje desde Ilha Grande a Margaratiba había una tormenta terrible y solo eramos nosotros y dos isleños más que viajabamos esa terrible mañana con olas gigantescas, especialmente en la parte de mar abierto, y en un barco que sinceramente no daba ninguna buena confianza, pero era el único que habia esa mañana, sino había que esperar hasta despúes del mediodia.»
«La verdad es que esas escunas son de terror.»
Se me ocurren algunas reflexiones al respecto. Por un lado, podemos dejar que toda la responsabilidad de subsanar el problema (que un día va a provocar una desgracia) recaiga sobre las autoridades. Y que pasen 15 años o una gran tragedia antes de que alguien haga algo (como ya ocurrió con la tragedia en Ilha Grande de fin de año; ¿os podéis creer que después de lo que pasó se ha inaugurado por lo menos una pousada en la isla construida sobre las rocas al borde del mar?). Por otro lado, podemos asumir nosotros mismos la responsabilidad de velar por nuestra integridad física y negarnos a subir en embarcaciones que no reúnan las mínimas condiciones de navegabilidad. Por muy conveniente que nos resulte su horario o el puerto al que nos llevan. ¿Por no perder medio día de viaje nos vamos a arriesgar a protagonizar un naufragio? Gente, me parece que no vale la pena, vuestra vida vale mucho más que unas pocas horas de viaje.
En destinos: Ilha Grande tenéis los datos de los barcos que realizan las navegaciones regulares a la isla. Puede que sean más lentos, puede que no encajen perfectamente con vuestros horarios, pero tanto el servicio oficial de barcas como el catamarán ofrecen unas garantías de seguridad que muchas de las goletas y embarcaciones particulares no os dan.
Es evidente que aquí somos todos adultos y que cada uno es responsable por sus propias decisiones. Con esta entrada únicamente quería contribuir a que podáis tomar una decisión lo más informada posible sobre qué medio de transporte vais a usar para cruzar a Ilha Grande y para volver de ella al continente.
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