La primera vez que oí hablar de Porto de Galinhas, hace ahora cosa de ocho años, escuché un relato de un lugar con bellas playas estropeadas durante la temporada alta por la afluencia masiva de turistas que arrasan con el mayor patrimonio natural que tiene ese destino, sus arrecifes y piscinas naturales. Desde entonces a hoy ha llovido mucho y con una periodicidad asustadora he vuelto a oír una y otra vez el mismo ciclo de informaciones. El turismo pone en peligro el medio ambiente en Porto de Galinhas. Las autoridades de Porto de Galinhas prometen resolver el problema… hasta que vuelva a surgir en la siguiente temporada turística sin que nada haya cambiado. Y la principal revista de turismo de Brasil elige a Porto de Galinhas como la «mejor» playa del país un año sí y otro también.
Fijaos que ya en 2002 un biólogo que había estudiado los arrecifes brasileños en los años 60 estimaba que la cobertura de coral en los arrecifes se había reducido un 80% en ese periodo. Y afirmaba que en Porto de Galinhas «el estado de los corales en los arrecifes próximos a la playa es pésimo» (Oásis marinhos em perigo).
Hace unos días el tema volvió a aparecer una vez más en los medios de comunicación.
O Globo publicaba un artículo en el que los biólogos de la Universidad de Pernambuco alertan sobre el deterioro irreversible de los corales en la región. Las autoridades locales declaran que van a resolverlo. Y todo seguirá igual hasta el próximo año. Igual, no, los corales van a estar cada vez más muertos y el show freak de los turistas alimentando a los peces con comida para mascotas seguirá siendo casi un leit-motiv del turismo en la zona. Resulta increíble leer en el artículo cómo la jefa del Ibama (órgano supuestamente encargado de la preservación de la naturaleza) local declara que sin una legislación específica para proteger los arrecifes nada puede hacer. De poner los pelos de punta.
El caso es que accidentalmente me topo con una cuenta en Flickr aparentemente del Ministerio de Turismo brasileño en el que aparece una foto de una familia alegre de turistas sujetando fuera del agua algún pobre animalito que ha tenido la infelicidad de caer en sus garras (dejen a los animalitos en paz). Es una foto utilizada para promover entre el turista angloparlante Brasil como destino turístico (a pesar de que las descripciones están escritas en un inglés un tanto macarrónico). No sé si es una página oficial (lo parece) o de un simpatizante.
Cuando el que tiene que cohibir esos comportamientos dice que no puede hacer nada y cuando el tiene que promover un futuro sostenible para el turismo en Brasil hace todo lo contrario, ha llegado la hora de gritar, ¡apaga y vámonos!
¿Qué haría yo en Porto de Galinhas? Comenzaría por dos medidas básicas:
- Adoptaría el modelo de educación ambiental de Fernando de Noronha. Las autoridades locales organizarían charlas para todos los turistas que llegaran a la ciudad. Nadie sería obligado a asistir a esas charlas pero todos tendrían el derecho de recibirlas. En ellas los turistas se enterarían de la fragilidad del ecosistema marino que van a visitar (si les hace falta alguna idea, ya publicamos en el blog un Corales brasileños: manual de uso para turistas conscientes). ¿Qué esas charlas tendrían un costo? Se cobra una ecotasa de R$5 por turista. En otras partes de Brasil los turistas están pagando tasas espurias junto con el precio de su alojamiento, en este caso sería por un motivo noble.
- Acabaría con la auténtica porquería que es la explotación de los corales por parte de vendedores y otros oportunistas sin ninguna preocupación por el medio ambiente. ¡Basta de vender comida para perros para dársela a los peces! ¿Que habría que buscar otra ocupación para toda esa gente que ha construido su vida en torno a la destrucción de los corales? Habría. Pero para eso está la Prefeitura local con sus impuestos, pónganse a trabajar. Construyan una piscina gigantesca y coloque un arrecife artificial en el que el turista menos preocupado con los asuntos medioambientales pueda sentarse a tomar una cerveza y comer unas patatas fritas.
Una iniciativa increíble
Es muy improbable que leáis un relato parecido sobre Porto de Galinhas en la blogosfera viajera, principalmente en portugués. La Prefeitura de Ipojuca, el municipio en el que está asentado Porto de Galinhas, acaba de lanzar una iniciativa por la cual 50 blogueiros van a visitar Porto de Galinhas con todos los gastos pagados. Según cuenta el diario del sector Panrotas, las autoridades esperan que «el nombre Porto de Galinhas sea replicado, de forma positiva, millones de veces en Internet«.
La verdad es que el tema es fascinante y triste a partes iguales y es la primera experiencia de ese tipo que llega a mis oídos involucrando a los blogs. Desde el punto de vista de la Prefeitura, parece que los blogs son la forma más rápida y efectiva de resolver la prensa negativa que genera el problemón que tiene Porto de Galinhas. Cuesta admitirlo pero en cierta forma no les falta razón, la cantidad de gente dispuesta a venderse por un viaje de tres días debe ser mucho mayor que la que hay dispuesta a mantener su independencia a cualquier precio. Habrá que esperar y ver si todos son relatos sobre el «paraíso» o si alguien se atreve a plantear temas cruciales para el futuro de Porto de Galinhas como los que he apuntado en esta entrada.
Me parece -y aquí mi amigo Jorge Gobbi seguro que hace ya ha hecho una buena reflexión en su Bloggers y prensa, el caso de Porto de Galinhas– que esta instrumentalización sin ambages de los blogs para servir al mensaje de la industria turística apunta a un futuro en el que cada vez va a ser más difícil encontrar voces críticas.
No, no estoy esperando ninguna invitación para ir a Porto de Galinhas…
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Una pena este pan para hoy y hambre para mañana. Excelente reflexión la que planteas en esta entreda. Reflejo de otros muchos problemas y actitudes brasileños.
Por cierto. Lo que tienen las personas en la mano es un pulpo. Los turistas no saben que el pulpo tiene una pinza en la boca que utiliza para desgarrar la carne de los animales que come. Esa chica merecería llevarse un pellizco de un pulpo para aprender a dejar a los animales tranquilos.
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Desafortunadamente la situacion que viene afrontando Porto de Galinhas es la misma que afronta la naturaleza en el 99% de paises de latinoamérica, en europa y norteamérica ya la acabaron, sufriendo el desenfreno de politicas monetarias que solo buscan el enriquecimiento de algunos cuantos «vivos» que viven del turismo a como de lugar y de politiqueros en su afan electoral, como lo hace la señora aquella jefa del Ibama.
Es la razón de que mis periplos no tengan ni fechas ni horarios para poder disfrutar de tantos lugares que ademas de permitirme vivir, me los llevo en mis pensamientos como relatos de un buen viaje.
Y como soñador y caminante sigo difundiendo, con cuanta persona encuentro por el camino, mensajes sobre el respeto por la naturaleza.
Un buen viaje !.
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Gilberto, estoy de acuerdo con lo que todos los países tienen problemas de agresiones a la naturaleza. Pero generalizar me parece peligroso, porque sin salir de Brasil hay lugares que se destacan por su respeto al medio ambiente (como también los hay en Argentina y otros países). Lo más llamativo de Porto de Galinhas es que se pisotea sistemáticamente un atractivo natural que es la razón de ser del lugar (en eso se parece mucho a Maragogi)
yo salgo en el blog de Bombas y bombinhas, y se nota también que allí está instalado un exagerado y a mi entender cortoplacista interés de explotación turística, sin atender las cuestiones relacionadas con la falta de infraestructura, sobre todo en lo referente a descargas de efluentes cloacales que llegan directamente al mar, sin el debido tratamiento para evitar la contaminación
María del Carmen, las aguas fecales de la mayoría de la población de toda la costa brasileña van a parar directamente al mar sin ningún tratamiento.
Que pena, es una muestra más de este modelo de consumo desmesurado y demente instalado en que estamos inmersos todos, como si fuera el último día del planeta y que hubiera que terminar con todo, y que el que no lo disfruta hoy que se embrome. No se piensa en que mañana no tendremos los medios y recursos para recuperar lo destruido. Esperemos que la diosa natura nos de un buen sosegate, y al fin reflexionemos.
María del Carmen, en este comienzo de año la madre naturaleza se ha quejado ya con bastante virulencia aquí en Brasil.
Demos un voto de confianza al 2010 y a la década entrante, pero siempre con el lema de «a dios rogando pero con el mazzo dando», vos con la prédica desde tu foro, y cada uno aportando desde nuestro lugar, sobretodo exigiendo políticas adecuadas
Respondemos a todas las consultas sobre Porto de Galinhas en la entrada enlaces: Porto de Galinhas.