clonación de tarjetas de crédito, qué dolor de cabeza

Esta entrada es una actualización necesaria de una entrada del blog que tiene ya más de tres años de antigüedad: Cuidado con las tarjetas de crédito. Desgraciadamente, son cada vez más los lectores del blog que entran en contacto relatando problemas derivados del uso de sus tarjetas de crédito en Brasil. Hasta no hace mucho en todos los casos se trataba de compras realizadas con su tarjeta de crédito sin su autorización. Pero últimamente están llegando relatos más preocupantes de extracciones de dinero en cajeros automáticos.

La clonación (clonagem) de tarjetas de crédito está a la orden del día en Brasil. Las dimensiones del problema son gigantescas y existen centenares de bandas especializadas en este delito (bandas que han pasado a actuar en el extranjero también).

Vamos a ver cada uno de los casos en detalle.

1. Cómo usar la tarjeta para comprar o pagar algún servicio.

Lo más importante es entender que la duplicación se produce cuando perdéis de vista la tarjeta. La situación más normal es la del camarero/mozo que se lleva la tarjeta para cargar la cuenta del restaurante y que, en cuestión de dos segundos, pasa la misma por un lector que tiene escondido y se queda con los datos de la misma. Mi consejo es que cuando vayáis a pagar con tarjeta comprobéis dónde se encuentra el lector. Si se trata de una tienda, un supermercado o cualquier otro comercio, lo más probable es que el aparato se encuentre en la caja, a poca distancia vuestra. En estos casos, el riesgo de duplicación es muy pequeño y podéis pagar con tranquilidad. Comprobad dos cosas: que el valor que aparece en el recibo sea el que estáis pagando (porque si en vez de R$100 aparece R$1.000 y firmáis el recibo, no vais a tener cómo recuperar el dinero), y que no pasen la tarjeta dos veces. Pero el riesgo de duplicación es muy pequeño.

En muchos restaurantes, os van a traer el lector hasta la mesa. De no disponer de ese tipo de lector inalámbrico, acompañad al camarero hasta la caja, es una práctica completamente habitual en Brasil. Si el lugar no os inspira mucha confianza, pagad con dinero.

En Brasil, desaconsejo pagar con tarjeta de crédito cuando el lector es manual y no electrónico. Las posibilidades de duplicación de la tarjeta cuando el pago se efectúa con un lector manual son muy grandes.

Vuelvo a repetir, lo importante es no perder nunca de vista la tarjeta. La duplicación se efectúa con un pequeño lector por el que pasan la tarjeta para capturar la información de la misma.

2. Cómo usar la tarjeta en un cajero automático.

Siento traer malas noticias, pero las extracciones de dinero de cualquier cajero automático dejaron de ser seguras hace ya un buen tiempo. Hay bandas especializadas en la clonación de tarjetas en los cajeros, algunas de ellas trabajan con métodos muy burdos, otras son increíblemente sofisticadas. Entre estas últimas, hay bandas que colocan de forma camuflada un lector de tarjetas en el mismo cajero de forma que pasa completamente desapercibido para el cliente del banco. No hace mucho un policía especializado en el combate a este tipo de crimen decía que hay algunas manipulaciones de cajeros que ni siquiera ellos consiguen identificar a primera vista.

Como no vais a conseguir saber si un cajero ha sido manipulado o no, aquí van algunos consejos para intentar disminuir los riesgos:

  • nunca dejéis que se os acerque nadie mientras estáis sacando dinero.
  • si veis a gente que os parece sospechosa en la zona de los cajeros, de pie sin hacer nada, no saquéis dinero en ese momento.
  • cubrid el teclado con una mano para evitar que nadie pueda ver vuestra clave.
  • escoged cajeros automáticos que se encuentren en lugares vigilados, donde es improbable que un bando pueda llegar e instalar tranquilamente un lector en el cajero. Entre mis preferidos están los cajeros que se encuentran dentro de bancos (pero dentro, no en una sala aledaña, los que quedan dentro, a los que no se tiene acceso cuando cierra la agencia), o los que se encuentran en lugares con mucha vigilancia como son los aeropuertos. Cuanto más aislado el cajero, mayor el riesgo.

3. ¿Vuestro banco os ofrece tarjetas más seguras?

Consultad con vuestro banco si os ofrecen tarjetas con chip (más difíciles de clonar) o con algún otro tipo de seguridad. Mi banco, por ejemplo, me manda un alerta por SMS cada vez que hay un movimiento en mi tarjeta superior a R$200.

Otra opción interesante cuando se viaja al extranjero es una tarjeta que se recarga antes de viajar y que solo puede ser utilizada mientras haya saldo en la misma. Se acabó el saldo, ya no se puede usar. Una vez más, vuestro banco os puede informar sobre este producto, si es que lo ofrece.

4. Atentos al extracto del banco.

Si vais a utilizar la tarjeta durante vuestras vacaciones y tenéis acceso seguro a Internet, no estaría nada mal que entrarais de vez en cuando en vuestra cuenta bancaria para consultar los movimientos.

5. Denuncia en la policía.

En el caso de que descubráis que os han clonado la tarjeta estando todavía en Brasil, acudid a una comisaría de policía (delegacia) para hacer una denuncia (en portugués se le conoce por las iniciales BO, de boletim de ocorrência). Os puede ser muy útil cuando tengáis que reclamarle al banco el dinero usado fraudulentamente.

6. Os clonaron la tarjeta e hicieron compras con ella.

Una de las claves que posibilita la clonación y posterior uso de tarjetas de crédito para realizar compras es la lamentable práctica ampliamente extendida en Brasil de nunca pedir un documento de identidad al cliente que está pagando con tarjeta de crédito (se pueden contar con los dedos de la mano los establecimientos que lo solicitan). Solo con que los establecimientos pasaran a solicitar sistemáticamente la identidad del comprador, como se hace por ejemplo en España, se reduciría considerablemente el problema.

Si realizaron compras con vuestra tarjeta, la responsabilidad de demostrar que autorizasteis dichas compras recae de lleno en el banco o la operadora de la tarjeta, que va a tener que enseñar recibos con vuestra firma. Como esos recibos evidentemente no existen, acabareis recuperando el dinero. Lo que no quiere decir que sea un proceso fácil, un lector del blog nos contó que tardó 10 meses en recuperar el dinero, y eso que la gerente del banco era amiga suya. Es muy importante también que os informéis de vuestros derechos ante alguna organización de defensa del consumidor de vuestro país.

7. Os clonaron la tarjeta y sacaron dinero del banco con ella.

Este es un caso más peliagudo porque no tenéis cómo probar que no fuisteis vosotros los que tecleasteis el número secreto de la tarjeta. Estad muy atentos a las fechas. Si el dinero fue sacado después de vuestra vuelta al país, debería ser fácil probar que no podáis haber sido vosotros, ya que os encontrabais de vuelta en casa. Tendréis que probar, eso sí, que en la fecha en la que fue extraído el dinero os encontrabais efectivamente de vuelta en casa.

Si el dinero fue extraído mientras os encontrabais en Brasil, acudid inmediatamente a una organización de defensa del consumidor o especialista en el asunto para que os pueda asesorar, porque es la situación más compleja que existe.

8. Vuestras experiencias.

La información que teníamos con respecto a la prevención de la clonación la hemos dado en esta entrada, realmente no tenemos más consejos para daros. Por eso reservamos los comentarios de esta entrada para gente que ha tenido la desgracia de ser víctima de este delito y que quiere contarnos cuáles son los pasos que ha dado y cómo ha resuelto el problema –si es que lo ha conseguido–. Si alguien toma algún otro cuidado y lo quiere compartir con los lectores, su contribución también es bienvenida.

——————————
ENTRADAS RELACIONADAS:
Cuidado con las tarjetas de crédito
Bancos y cajeros automáticos
¿Pesos, dólares o reales?
Euros o dólares

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Ir arriba