El poderoso real

La moneda brasileña, el real, está exhibiendo sus músculos con premeditación y alevosía. Desde 1999 nunca había sido tan barato comprar un dólar con reales. El viernes pasado 1 dólar estadounidense pasó a costar 1,5895 reales. La cotización del euro está igualmente baja, un euro compra ahora 2,5194 reales. En ambos casos estoy citando la cotización del dólar comercial. La tarifa que se aplica al dólar turismo es un poco diferente (para más explicaciones, ver diferencia entre dólar comercial/paralelo/turismo en este mismo blog).

La fortaleza persistente de la moneda brasileña representa malas noticias para todos cuantos eligen Brasil como destino para sus vacaciones. Independientemente de la evolución de los precios a nivel interno, Brasil está mucho más caro para el que viene de Europa o de países cuya moneda acompaña de alguna forma la cotización del dólar (como Argentina). Para complicar todavía más las cosas, la marea inflacionaria que se extiende por todo el mundo ha llegado también a Brasil, con considerables subidas de los precios de los productos básicos en los últimos meses (la inflación de los alimentos en algunas ciudades de Brasil ha llegado al 30% en poquísimos meses). Además del cambio estar más desfavorable, os encontraréis con que la comida, especialmente en los restaurantes, ha subido mucho. De los precios de los vuelos, mejor ni decir nada, porque a la coyuntura internacional, subida del precio del combustible y cambio desfavorable, se suma el descontrol tarifario que vive Brasil después de la grave crisis que padeció – y en gran medida sigue padeciendo – el sector aéreo.

Buscar y comparar precios se convierte ahora, más que nunca, en la principal consigna a la hora de preparar un viaje a Brasil.

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