Competitividad del sector turístico en Brasil

El Fórum Económico Mundial publicó hace unas semanas su informe de 2008 sobre la competitividad en el sector de viajes y turismo (en la página Travel & Tourism Competitiveness Report 2008 se puede consultar el informe). Esta entrada no es una disección sesuda del informe, hay gente mucho mejor preparada que yo para hacerlo. Lo que quiero hacer aquí es extraer algunos datos sobre Brasil, analizar en qué forma son representativos de la realidad que el turista que viene a Brasil se va a encontrar, y compararlos al mismo tiempo a los datos de España y Argentina, países de origen de la mayoría de los lectores de este blog, y representantes el primero de uno de los países del mundo más volcados al turismo y el segundo de un destino emergente y cada vez más popular dentro y fuera de Latinoamérica.

El informe analiza toda una serie de factores relacionados con la competitividad turística de cada país, les otorga una nota, y a partir de la suma de esas notas elabora un ránking general por países. De un total de 130 países analizados, Brasil ocupa el puesto número 49 en la clasificación general, por delante de Argentina [a partir de ahora, ARG], que aparece en el puesto 58. España [a partir de ahora, ESP] está en un destacadísimo quinto lugar. Como veremos más tarde, el puesto ocupado por Brasil sería mucho más bajo si no fuera porque recibe puntuaciones altísimas en varias categorías cuyos méritos son totalmente ajenos a la intervención humana (recursos naturales, biodiversidad).

Vamos a desmenuzar el informe por categorías. A no ser que se indique lo contrario, los datos son de 2007. Conviene tener siempre presente las diferencias en tamaño entre los tres países analizados.

IMPORTANCIA DEL SECTOR TURÍSTICO EN LA ECONOMÍA

El sector turístico representa el 2,6% del PIB brasileño [ARG: 2,8%; ESP: 6,8%] y emplea a 2.300.000 millones de brasileños [ARG: 657.000, ESP: 1.554.000], cifra que representa el 2,6% del total de los empleos [ARG: 4%; ESP: 7,7%]. Dado el descomunal tamaño de la economía informal en Brasil, las cifras de empleo deben ser tratadas con cautela.

En 2006 Brasil recibió 5.019.000 turistas extranjeros [ARG:4.156.000; ESP: 58.451.000]. Teniendo en cuenta las brutales diferencias de tamaño, resulta interesante comprobar la pequeña diferencia en el número de extranjeros que visitaron Brasil y Argentina. En algún momento he oído el argumento de que uno de los factores que hacen que no crezca el número de turistas extranjeros que eligen Brasil para sus vacaciones se debe a la lejanía geográfica; si así fuera, el número de visitantes que recibe Argentina, todavía más alejada del hemisferio norte, debería ser sensiblemente menor que el de Brasil.

En los tres casos, el crecimiento en la última década del número de visitantes y las divisas que estos han traído a los países visitados ha sido constante – con la excepción del año 2006 en Brasil, epicentro de la crisis área -.

MARCO REGULATORIO

El informe examina las facilidades (o dificultades) que encuentra el que quiere trabajar en el sector turístico en Brasil. En dos aspectos fundamentales Brasil se destaca muy negativamente: la transparencia de las políticas gubernamentales, en el 107 puesto [ARG: 127; ESP: 67] y el tiempo necesario para abrir una empresa, en el puesto 123 [ARG: 71; ESP:100]. En cuestión de transparencia política, Argentina consigue superar negativamente a Brasil, confirmando que la política en ambos países tiene fortísimos elementos en común al igual que grandes diferencias. Abrir una empresa en Brasil es solo para masoquistas, el que esté pensando en dedicarse al turismo en estas tierras abriendo una pousada (haciendo absolutamente todo dentro de la legalidad), que se vaya armando de paciencia.

SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL

En el apartado sostenibilidad del desarrollo de la industria turística, Brasil ocupa un alarmante puesto 100 [ARG: 99; ESP:55], dato que no debe sorprender a ninguno de los lectores habituales de este blog. Argentina está un solo puesto antes. La ruta de colisión entre desarrollo del sector turístico y la defensa del medio ambiente es muy clara. En Brasil el sector turístico tiene la grandísima ventaja de tener bien aseguradas las riendas de la información, ya sea a través de revistas o de blogs de viajes de empresas del sector, de forma que temas como sostenibilidad y respeto al medio ambiente rarísima vez son abordados en esos vehículos de comunicación. Lo contrario ocurre a diario, la exaltación de proyectos turísticos escondiendo debajo de la alfombra la parte más sórdida del impacto ambiental (en Warapuru, nuevo hotel de seis estrellas en Brasil examiné uno de esos casos).

En el apartado especies en peligro de extinción, los tres países se llevan una nota lamentable, con el puesto 100 para Brasil [ARG: 94; ESP:101].

La sostenibilidad ya no es un tema de moda, es la llave de nuestro futuro. Por el camino actual, el largo plazo en Brasil se presenta negro.

SEGURIDAD

El aspecto de la seguridad – o más bien, de la falta de ella – desempeña a mi entender un papel cada vez más importante en el imaginario colectivo con respecto a Brasil. Desde el punto de vista de cómo incide la violencia en la competitividad, Brasil ocupa uno de los últimos lugares del mundo, como era más o menos previsible. En los costos para las empresas derivados del crimen y la violencia ocupa el puesto 121 [ARG: 106; ESP: 54]. En la categoría accidentes de tráfico, el puesto 120 [ARG: 88; ESP:99]. En la fiabilidad de las fuerzas de seguridad, puesto 119 para Brasil [ARG: 124; ESP: 22]. La dimensión de la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad tanto en Argentina como en Brasil es un dato que muchas veces el visitante del hemisferio norte ni siquiera llega a imaginar (en Tropa de Elite y una sociedad violenta hice algunas reflexiones al respecto).

España, claro está, obtiene una puntuación muy negativa en la categoría costos para las empresas derivados del terrorismo: el puesto 107, frente a los puestos 10 y 12 de Brasil y Argentina respectivamente, donde ambos fenómenos son marginales. Equiparar, como lo hizo recientemente la ministra brasileña de turismo, el impacto en el turismo del terrorismo con el crimen y la violencia raya en el disparate (Violencia y comparaciones inaceptables).

PRIORIDAD DEL TURISMO

En la cuestión prioridad dada por el gobierno al sector turístico, Brasil ocupa el puesto 113 [ARG: 83; ESP: 25]. Me parece lógico y razonable que en el caso brasileño las prioridades deban estar en otros lugares (dar de comer a la población, agua, electricidad, salud, educación). Pero ese puesto en la cola de la lista contrasta con las habituales declaraciones bombásticas del gobierno cuando se trata de elogiar cuánto hace por el turismo en este país. En cuanto a la efectividad del márketing y la imagen del país, Brasil tampoco aparece bien colocado, en el puesto 95 [ARG: 78; ESP: 20]. Abordé el asunto en El fracaso de la “marca Brasil”.

INFRAESTRUCTURAS

El informe solo viene a confirmar lo que cualquier persona que vive en Brasil padece a diario: el precario estado de sus infraestructuras. En la calidad de las infraestructuras de transporte áereo Brasil ocupa el lugar 87 [ARG: 113; ESP: 25]. Argentina sirve para recordarnos que, en cuestión de transporte aéreo, siempre se puede caer más bajo. Parece que ambos países andan de la mano en lo que se refiere a crisis del sector aéreo («dificultades» ya resueltas, tal y como definió la situación la Ministra de Turismo, ver Caos aéreo: alarmante).

A la infraestructura área precaria se unen los impuestos y tasas de aeropuerto, en cuya clasificación Brasil ocupa el lugar 92 [ARG: 64; ESP: 24]. Los viajeros pagan caro por una infraestructura que se cae en pedazos.

En la calidad de las carreteras Brasil está en el puesto 110 [ARG: 84; ESP: 24]. Aviso a los marineros de primer viaje, no os dejéis engañar por la existencia de unas pocas autopistas en buenas condiciones; la mayor parte de la red viaria brasileña está en condiciones precarias y supone una amenaza a la seguridad de las personas igual o mayor que la derivada del crimen.

RECURSOS HUMANOS

Un solo dato que es la esencia de ese proyecto de fracaso que es Brasil. En el apartado calidad del sistema educativo ocupa el lugar 120 de un total de 130 países [ARG: 104; ESP: 52]. El abandono del sistema público de enseñanza está en la raíz de muchos de los males de este país, y se ha convertido en una condena que adquiere la mayoría de la población brasileña desde el nacimiento. Cualquiera que venga de fuera para establecerse aquí y abrir un negocio en el sector turístico va a comprobar rápidamente las dimensiones del problema.

RECURSOS NATURALES

La categoría en la que Brasil brilla fuerte como el sol. Pocas personas vienen a Brasil atraídos por los museos o la vida urbana. Lo que Brasil tiene, y en cantidades industriales, son bellezas naturales, y sabéis que en este blog hemos hecho todo lo posible por divulgarlas. En la categoría número de lugares patrimonio natural de la humanidad Brasil ocupa el puesto 6 [ARG: 10; ESP: 7]. Las bellezas naturales de Argentina son sobradamente conocidas (tuvimos la suerte de recorrer una pequeña parte de ellas en nuestro viaje reciente a la Patagonia). Pero muchos se sorprenderán al ver a España colocada solo un puesto por detrás de Brasil. Aquí en Brasil se tiene la imagen de que España tiene los monumentos, y Brasil las bellezas naturales.

Ningún gobierno, es evidente, se puede atribuir mérito alguno por tener bellezas naturales en su territorio. Pero sí que se puede enorgullecer de los esfuerzos realizados por defender y preservar ese patrimonio. En esa categoría, ninguno de los tres países tiene mucho que celebrar.

Esta ha sido una visión somera del informe de competitividad del Foro Económico Mundial. La impresión que me queda después de siete años en Brasil es que el turismo en este país sobrevive y tiene cierta pujanza gracias a factores externos a políticas gubernamentales. Acabamos de mencionar las bellezas naturales, y no podríamos dejar de lado la simpatía y calor humano de parte de la población brasileña. El turista que viene a Brasil es un héroe que cree que, en la búsqueda por bellezas y vivencias, vale la pena batallar contra una serie interminable de enemigos, algunos de los cuales han aparecido mencionados en este texto.

VER TAMBIÉN EN ESTE BLOG: El fracaso de la “marca Brasil”

Me enteré de la publicación del informe en el Diario del Viajero (España se coloca en el «top ten» de la competitividad turística mundial).

6 comentarios en “Competitividad del sector turístico en Brasil”

  1. Hola Tony.

    Los números del informe hablan por sí mismos y los contrastes entre Brasil, Argentina y España dejan aún más aparente los resultados. 😀

    En mi opinión, el potencial turístico de Brasil no va más allá de la imagen de «paraíso tropical» y por ello ya hoy día esa imagen está bastante desgastada. Por un lado dicho paraíso apenas es mantenido tanto por la población como por los dirigentes brasileños – que quizá por tenerlo en abundancia se muestran despreocupados en cuidar el patrimonio natural -. Por otro lado, por sus dimensiones continentales y su realidad histórica, el concepto de «tropicalismo» queda pequeño para un territorio tan vasto y diverso, sobre todo culturalmente.

    Los paisajes españoles no destacan mucho a un viajante que ya haya visto tan profusas fauna y flora tropicales, pero igualmente España peligra en reducir drásticamente su ecosistema. Ir a las capitales de Castilla y León me resulta cada vez más monótono y triste por ser cada vez más fácil contar cuántos árboles o bosques quedan entre una capital y otra.

    España ha apostado en el turismo cultural, ha restaurado sus edificios, ha reorganizado su historia en guías para visitantes y desde luego ha sacado mucho de la excelente inversión.

    Cuanto a eso pienso que España es un buen modelo a Brasil. El segundo al exaltar demasiado sus cualidades naturales acaba por eclipsar totalmente su historia, sus monumentos, sus gentes y su cultura. Lo humano es muy poco valorado en un país de maravillas naturales tan abrumantes.

    Abrazos
    Javi

  2. Pues sí, el turista que viene a Brasil es un aventurero nato, porque tiene que batallar con tantos problemas que no encuentra en otros lugares, que no me cabe en la cabeza otro calificativo.

    En cuanto al patrimonio histórico, Brasil lo tiene, pero lo trata con auténtico desprecio, con contadas excepciones (véase Paraty, que brilla entre otras cosas gracias al turismo extranjero).

  3. De acuerdo, Tony. Añado Petrópolis, la única ciudad imperial de Latinoamérica, como otro ejemplo en el que se ha conservado el patrimonio histórico.

    Pero tampoco hace falta que vayamos tan lejos en el tiempo para ensalzar las labores de conservación del pasado brasileño: la propia capital del país, Brasília, es una joya magnífica y quizá por todavía haber completado recientemente media centuria se encuentre en un estado más digno. De hecho, todavía goza de la inauguración de edificios singulares como la Biblioteca de Brasília.

    De todos los destinos de Brasil y dentro de las quejas que expuse arriba, Brasília es la ciudad menos sonada en las agencias de viaje. Alucino que la capital de un país, encima cuando hablamos de la proyectada por Niemeyer y Lúcio Costa, no atraiga la atención turística. En mi opinión, es un ejemplo sangrante de cómo la cultura brasileña, mismo cuando alcanza la cima del arte más, más vanguardista, es eclipsada por lo obvio y lo tropical.

  4. Tony,

    Para mí sigue siendo un misterio sin resolver que año tras año se llenen de turistas las playas de Benidorm, Salou, Pineda de Mar, Lloret de Mar, Marbella y otras muchas más.
    En Brasil puedes encontrar playas vacías y eso es un privilegio.

    Otro tema que me sorprendió fue la diferencia entre los chiringuitos de playa españoles y los brasileños y es que en estos últimos el WC estaba limpio y tenía papel de water, en la playa!!!.
    En España eso es impensable. Los chiringuitos de playa son, en general, sucios.

  5. Tony,

    El turista siempre puede cambiar de destino y pienso que eso lo tienen que tener en cuenta los profesionales de la hosteleria y de la restauración y también los políticos.

    El turismo, casi 60 millones el año pasado, deja mucho dinero en el país. El turismo genera trabajo y negocios. Trabajos relacionados, directa e indirectamente, con el turismo hay un montón.

    Creo que es muy importante cuidar al turista ya que puede elegir otros lugares si la oferta es de mayor calidad o si el precio del viaje es más apetecible.

    España no tiene como Brasil muchos recursos naturales. Lo que tiene, lo tiene que conservar y proteger, además vigilar y cuidar la calidad de lo que ofrece, porque puede peligrar, en un futuro, una fuente muy importante de ingresos.

  6. Carmen, te preguntas sobre Benidorm y demás, pero en Brasil ocurre exactamente igual, las playas que se llenan a la mínima oportunidad son del tipo Santos, Guarujá, Praia Grande. Es lo que le gusta al turismo de masas.

    Javi, Brasilia la tengo en la agenda viajera.

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