[continuación de ¿Hasta cuándo? la crónica casi en directo de la tragedia en Congonhas]
Gracias a los que habéis dejado durante las últimas horas comentarios sobre el desastre aéreo en Congonhas.
A muchos os ha sorprendido leer textos escritos hace meses que describían fielmente la tragedia que se nos venía encima. Ni soy vidente, ni profeta del apocalipsis ni nada parecido. Soy un residente en Brasil que procura estar bien informado. Lo que he escrito en este blog no es muy diferente de lo que llevan escribiendo periodistas y analistas desde el accidente de la GOL el año pasado. Pero sí que es verdad que leyendo algunas de las crónicas de este blog uno siente un escalofrío, especialmente cuando las llamas del incendio (literalmente) todavía no han sido extinguidas por completo.
He intentado contenerme, porque el asunto puede llegar a ser aburrido y deprimente, pero aún así creo que no tuve mucho éxito, y el reguero de crónicas sobre el caos aéreo publicadas en este blog es bastante copioso. En los siguientes textos hablé de Congonhas y de los problemas con el agua de la lluvia:
9 febrero: problemas en el aeropuerto de Congonhas
5 marzo: obras en el aeropuerto de Congonhas
25 marzo: volar a Brasil es un cachondeo
30 marzo: apagão aéreo
22 junio: promesa rota
Sobre el caos aéreo en Brasil, sin mención específica a Congonhas, escribí también:
2 noviembre: continúa el caos en los aeropuertos
3 noviembre: caos en los aeropuertos (actualización)
6 noviembre: caos en los aeropuertos (actualización)
20 noviembre: más caos en los aeropuertos
31 marzo: paralización del espacio aéreo brasileño
5 abril: apagão aéreo, últimas noticias
Aunque parezca mentira, de esta extensa cobertura se quedaron fuera muchas noticias, porque al fin y al cabo este es un blog de viajes. No hablé del día en el que todos los vuelos intercontinentales se encontraron sin cobertura de radar al fallar el control aéreo en el nordeste de Brasil; de los intentos fallidos durante dos horas de entrar en contacto con el control de tráfico aéreo brasileño del avión que llevaba al Papa de vuelta a Roma, de las casi-colisiones en el aire denunciadas por controladores de tráfico aéreo y negadas por las autoridades, y de muchos otros incidentes. Por no hablar del aparatoso incendio que se produjo hoy en la nueva terminal (todavía en construcción) del aeropuerto Santos Dumont en Río. Parece que los aspersores del sistema contra incendios no funcionaron…
Me gustaría creer que un buen uso de las hemerotecas, físicas y virtuales, servirá para que se tomen las medidas necesarias para que una catástrofe anunciada como esta no se vuelva a repetir nunca. Pero, como ya he dicho en otras ocasiones, mi optimismo no llega muy lejos.
Mi más sentido pésame a las familias de los fallecidos. Un accidente estúpido, y tal ay como tú dices, evitable…
¿Qué curepo se me debe quedar al saber que el viernes que viene despego? ¿Y que en tres semanas vuelvo a aterrizar?
Yo he llevado obras en España, obras pequeñas, pero al fin y al cabo obras… en las que se veía comprometida la seguridad de las persoans si no se hacía un buen trabajo… y no sé cómo tienen el estómago de dejar estos asuntos en el aire,… como esperando a ver qué pasa…
Y si sale bien, tres o cuatro reales que se han ahorrado mientras.
Gracias Tony,… ya me supongo que no me pasará nada… pero igualmente es algo que me preocupa, sino por mí, por todos los demás.
Los accidentes ocurren siempre, mal que nos pese, pero estos casos, evitables, me haen hervir la sangre.
Un abrazo.
No te preocupes, Samuel, que no te va a pasar nada.
Todos los problemas recientes de aviones derrapando en la pista se han producido durante la maniobra de aterrizaje, siempre en dirección Jabaquara-Moema, y con lluvia en la pista.
Dudo muchísimo que en los próximos días autoricen aterrizajes con lluvia en Congonhas.
Yo no cogería ningún vuelo a Congonhas.
La preocupación de las autoridades es «tan grande» que el aeropuerto ya funciona. Este gobierno es un cachondeo.
Desde que me levanté esta mañana con la noticia del accidente, no puedo dejar de pensar en él. Tengo 2 familiares que suelen hacer este trayecto dos veces por semana, felizmente no estaban en este vuelo, pero podrían estar.
He estado viendo las noticias en los canales brasileños internacionales y no podía parar de llorar al ver el sufrimiento de los familiares de las víctimas.
No me lo puedo creer, de verdad.
Marimaja, me alegro de que a tus familiares no les pasara nada. Congonhas es una presencia constante en la vida de muchos paulistas (y brasileños), por eso el accidente ha tenido un impacto tan grande.
Sí, hoy han comenzado a despegar aviones otra vez, por la pista auxiliar, a la que ya le hicieron el ranurado del asfalto.
Ya se empiezan a oír voces que quieren culpar al piloto por el accidente. Este país es increíble.
Yo voy a evitar Congonhas a toda costa.
Samuel, sobre todo pide ventanilla, la vista cuando sales y llegas a São Paulo es inolvidable.