Fotos de Brasil: explosión de colores
En el país de lo maravilloso y lo terrible, siempre hay una flor a la vuelta de la esquina para inclinar la balanza a favor del primero.
En el país de lo maravilloso y lo terrible, siempre hay una flor a la vuelta de la esquina para inclinar la balanza a favor del primero.
La parte más visible del maravilloso legado colonial por el cual São Luís recibió el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad son los azulejos de sus casas. Los azulejos fueron usados porque permitían un mejor aislamiento térmico de las casas (São Luís está cerca del Ecuador) y por su durabilidad y facilidad de limpieza.
Por los caminos de Bonito, en la región sur del Pantanal, se desplaza el rebaño bovino en busca de nuevos pastos, aprovechando el nivel bajo de los ríos. Hice esta foto con mi primera cámara digital, una Sony de 1.2 megapíxels.
El templo budista en las afueras de Foz de Iguazú, justo enfrente de Paraguay, es un lugar poco visitado por los turistas. Una pena, porque se pueden pasar un par de horas interesantes entre budas y otras estatuas. Este, por cierto, no es el primer templo budista brasileño que mostramos en el blog (ver las
Solo por pasear entre las majestuosas palmeras imperiales, ya valdría la pena una visita al Jardín Botánico de Río (o al de São Paulo). —————————— ENTRADAS RELACIONADAS: Destinos: Río de Janeiro
Cuando estuve en Porto Seguro la última vez, acaban de inagurar el monumento a la llegada de los portugueses a Brasil. Cuando hice estas fotos el monumento no tenía ni una semana, estaba limpio, maravilloso. Son dos grupos escultóricos. En uno, los colonizadores portugueses celebran su primera misa en territorio americano. En el segundo grupo,
Las arenas de Jericoacoara son mágicas. Azotadas por los constantes vientos que soplan en la región, forman diseños hipnotizantes que se extienden hasta la línea del horizonte. Arenas que se ven, y arenas que se sienten, al golpear con fuerza el cuerpo. —————————— ENTRADAS RELACIONADAS: destinos: Jericoacoara