El deporte en el que Brasil reina

Existe un deporte en el que Brasil no para de producir campeones y campeonas.
Un deporte en el que sus selecciones nacionales masculina y femenina cosechan un triunfo tras otro.
Un deporte en el que Brasil es una cantera inagotable de estrellas, la mayoría de las cuales juegan en equipos europeos que pagan salarios completamente fuera de las posibilidades de los clubes nacionales.
Un deporte emocionante, cuyos épicos encuentros no son aptos para cardiacos.
Un deporte en el que Brasil tiene a los electos varias veces como mejor jugador y jugadora del mundo.
Un deporte que cautiva los corazones de los brasileños.

Ese deporte en el que Brasil es el rey es, claro está, el voleibol. Oro (las chicas) y plata (los chicos) en Pekín.

¿La selección de fútbol? De la masculina, mejor ni hablar. Astros multimillonarios que aburrirían a una ostra. ¿La femenina? Un equipo de heroínas abandonadas por las autoridades, muchas de las cuales se enfrentan ahora, después de una plata olímpica, a la dura realidad del desempleo de vuelta en Brasil, donde no existe liga femenina de fútbol.