El consejo de hoy es increíblemente sencillo y, sin embargo, nunca deja de producir resultados estupendos. Acércate al objeto fotografiado. Todo lo que puedas. Intenta que llene la fotografía. Muchas fotografías viajeras pecan de falta de interés porque el objeto principal de la foto se pierde en la inmensidad de la instantánea. A veces es incluso imposible distinguirlo.
No metas en la foto información que no te interesa. Deja solo lo importante y elimina lo secundario. Esta necesidad de acercarte a lo que estás fotografiando te va a obligar a deshacerte de hábitos perezosos. No hagas la foto desde el punto en el que has salido del autobús o del coche. Muévete. Prueba diferentes ángulos. Y si puedes, acércate.
El acercamiento produce resultados especialmente buenos cuando se están fotografiando personas, animales u objetos.
Si no te puedes acercar físicamente, utiliza el zoom de la cámara, que para eso sirve. En el peor de los casos, siempre puedes recortar tu foto en el ordenador más tarde para eliminar las partes que no interesan.
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