nuestra entrada más reciente sobre la violencia: violencia contra turistas en Brasil: reflexiones
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Han matado a un turista polaco cerca de Paraty, en un lugar llamado Poço do Inglês. El turista estaba con su mujer cuando se les acercaron dos asaltantes para robarles. El polaco no les debió entender, y le metieron un tiro. Se llevaron su mochila, cámara fotográfica y dinero.
Estamos bastante impresionados, porque Paraty era uno de esos lugares que, por lo menos en nuestro imaginario, tenía un aura de invulnerabilidad que hacía que cada vez que lo visitábamos huyéramos con facilidad de tantas preocupaciones de nuestra vida cotidiana. Esa imagen de paz queda ahora rota en mil pedazos.
El asesinato no ha sido en la ciudad, pero uno se para a pensar en tantos lugares semidesiertos cerca de Paraty por donde hasta ahora paseábamos despreocupadamente: Paraty-Mirim, Trindade. Nunca ocurría nada.
No publico esto para asustar a nadie. Brasil sigue siendo el mismo destino de ayer, con tantas cosas maravillosas esperándoos. Escribo estas líneas para que sirvan de recordatorio: hay que estar prevenido, y hay que estar siempre alerta. Es el precio que se paga por visitar Brasil. Si alguna vez soy víctimas de un atraco (experiencia traumática por la que pasan poquísimos turistas) tenéis que darle todo lo que lleváis al atracador sin resistiros. Vuestra vida vale mucho más que vuestras posesiones.
No creo que esto quite la tranquilidad a nadie. Cosas así pueden pasar en cualquier lugar del mundo. No digo que Brasil sea el país más seguro(está claro que no), pero porque hayan matado a un turista no quiere decir que Paraty a partir de ahora sea un sitio peligroso. Es necesario mucho más para hacer estadística.
Hola Marimaja, en ningún momento he querido hacer estadística. Si esta hubiera sido mi intención habría citado que Paraty está en la posición 127 del ránking nacional de homicidios (por 100.000 habitantes) y habría citado las tasas asociadas con el municipio.
Lo que intentaba reflejar aquí es que el encanto que para mí tenía Paraty como lugar intocable se ha roto. Antes no me lo pensaba dos veces al salir a pasear por algunas de sus playas remotas con equipo fotográfico bien caro, y ahora lo voy a hacer. Relación causa – efecto. Ni todos los países son iguales, ni todas las partes de Brasil son iguales. Hay lugares en los que sabes que eso puede pasar en cualquier momento, y otros en los que te parece completamente impensable.
Ah, no podía estar más en desacuerdo contigo cuando dices que cosas así pueden pasar en cualquier lugar del mundo. Es el mantra de las autoridades brasileñas del turismo que tienen que defender poderosos intereses económicos. A mí me parece que decir, como lo han hecho ahora, que la situación de la violencia en Río y Nueva York o Madrid es parecida, es un absurdo y solo sirve para desinformar. Hipotéticamente, cualquier cosa podría ocurrir en cualquier lugar. Pero la realidad es bien diferente. Yo, personalmente, no conozco otro destino turístico de primer orden en el que se registre un gota a gota de asesinatos a turistas para robarles. Tampoco conozco ningún otro destino turístico en el que se produzcan repetidos asaltos a mano armada a autobuses de turistas que salen del aeropuerto.
Hola Tony, creo que me he explicado mal. No me refería a la situación de las grandes ciudades brasileñas, más bien a la de los pueblos y pequeñas ciudades, como Paraty. Tampoco querría decir que estás haciendo estadística, sólo expresar mi opinión, que el asesinato ocurrido en Paraty es un hecho aislado, y para mí, incomparable con la situación en las grandes ciudades.
Lo que sí me parece, si aceptas mi opinión, es que eres a veces un «pelín» demasiado alarmante con el tema de la violencia. Me parece increíble que sigas viviendo en Brasil con toda la violencia que nos comentas…
Hola Marimaja, gracias por reaparecer por aquí, aclaradas (y siempre respetadas) tus opiniones. Se puede discrepar, no hay ningún problema. Como autor del blog, tengo la ventaja (y el deber) de tener que explicar mis opiniones. Y de, en determinados temas, cubrirme las espaldas.
Sí, lo de Paraty es un hecho aislado. Pero ya te digo, yo antes me adentraba en las playas desiertas de Trindade con el equipo fotográfico, y ahora me lo pensaré dos veces.
En cuanto a lo de seguir aquí, sí, yo también me lo pregunto. No es tan fácil salir como parece, son demasiados factores y circunstancias personales. Una cosa es querer, y otra poder. Si me tocara la lotería, mañana mismo hacía las maletas. Fíjate, por ejemplo, en los futbolistas. Lo primero que hacen cuando los fichan en Europa es llevarse a la familia también.
En cualquier caso, prefiero pecar por exceso que no por defecto. Prefiero decir, cuidado, que Brasil es mucho más complicado de lo que os cuentan por ahí, tomad cuidado y lo disfrutaréis, que no hacer como tanta gente que leo por ahí que sueltan eso de que Río es tan peligrosa como Barcelona. Sinceramente, prefiero seguir con esta línea, y que la gente vuelva a casa diciendo «me pareció muy seguro» y pensando que exagero un pelín, que no al contrario.
Ten en cuenta que una cosa es la experiencia del turista, que pasa 30 días por aquí, y otra la del que tiene que vivir. No hay nadie en mi círculo de amigos y familiares que no haya sido víctima de la violencia. Nadie. En la urbanización en la que vivo sé por lo menos de cuatro vecinos que han sido secuestrados. En las listas de discusión profesionales en las que participo raro es el día en el que alguien no cuente que le asaltaron dentro de casa, o le robaron a punta de pistola. He visto un asesinato delante de mis narices. Son cosas que te cambian la forma de percibir la violencia. Y la percepción, por supuesto, es crucial.
El otro día un lector del blog contaba como habían asaltado a su mujer en Maceió y como estaba sin pasaporte para volver a casa. Y, fruto de la rabia, despotricaba y calificaba Brasil como un país tercermundista. A mí me parece que Brasil tiene cosas tercermundistas, pero no es un país tercermundista. Pero la rabia del que ha sido víctima de la violencia es comprensible, y no voy a criticarle por eso. Yo intento ir más allá de mi experiencia personal, pero evidentemente somos seres humanos y ese ejercicio de distanciamiento tiene un límite. Sí que te diré una cosa, mi percepción de la violencia no cambió mucho después de haber presenciado el asesinato. Sí, estuvimos varios días temblando y durmiendo mal, pero creo que veo ahora las cosas de forma parecida a como las veía antes.
Un abrazo.
Perdon, pero he caído en este post y me he enrollado con el intercambio de opiniones….
Es obvio que se puede coincidir o no …
Pero, hablando de la seguridad ( que depende en gran medida de la cohesión social que logre construir un país ), en el ámbito de la sociología ya se habla hace años de la «afrcanización de Latinoamérica…».
O sea que decir que Brasil «no es un país tercermundista», me parce una banalidad.
Toda Latinoamérica es tercermundista, salvo Haití y Bolivia que son el cuarto mundo.
De los 180 millones de brasileños solo 80 vivien relativamente bien, con matices….
Y los otros cien ?
Las autoridades….? las autoridades, son parte del problema. En todo el planeta.
No estan para mejorar nada.
Acabo de regresar de Paraty, y quiero dejar mi impresion sobre el viaje. LLegamos a Rio de Janeiro procedentes del vuelo de Madrid. Como ya habia anochecido el taxista que nos llevaba no paro en los semaforos en rojo, cosa que nos extraño, al preguntarle nos conto que era peligroso pararse en la Avda de Brasil, sobre todo un sabado por la noche. Nos asutamos un poco, pero todo cambio al llegar a Paraty, nos parecio un lugar tranquilo y seguro. Por cierto el dia del accidente del turista polaco nosotros estabamos visitando esa zona de Cachoeiras, pasamos por el Pozo del ingles y no vimos nada no nos paso nada y no tuvimos en ningun momento sensacion de peligro. Recorrimos varias zonas ya que estuvimos 12 dias maravillosos. Estamos ahorrando para el proximo viaje. ME GUSTA BRASIL.Y SU MARAVILLOSA GENTE.
Hola Manoli, gracias por dejarnos tus opiniones. Me alegro mucho de que os lo pasarais tan bien. Paraty es realmente un lugar muy especial.