¿qué tienen en común Abrolhos, Boipeba, Lençóis Maranhenses, Manaos, Noronha y Porto de Galinhas?

Dos puntos tienen en común los seis destinos brasileños mencionados en el título de esta entrada. Por un lado, sirven para vender Brasil como un destino privilegiado del ecoturismo, con destinos paradisiacos donde la armonía entre hombre y naturaleza es perfecta. Por otro lado, esos seis destinos han aparecido recientemente en reportajes sobre agresiones al medio ambiente. Si por cada noticia que leemos de algún agresión al patrimonio natural de Brasil redactáramos una entrada en el blog, este se convertiría en monotemático. Pero en ocasiones se acumulan tantas noticias y tan importantes que no nos resistimos a divulgarlas. Atención porque las notas que se mencionan en este texto han sido reunidas en pocas semanas.

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Abrolhos

El archipiélago de Abrolhos, Parque Nacional Marítimo, debe su fama tanto a la calidad del buceo en sus aguas como al hecho de ser el lugar elegido por las ballenas yubartas para reproducirse. Greenpeace denuncia ahora que se va a comenzar a extraer petróleo dentro del Parque Nacional. Lea la noticia aquí.

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Boipeba

Un paraíso trabajando para dejar de serlo. Si en Boipeba, otra amenaza más al paraíso veíamos algunas amenazas a la isla, nos llegan ahora más denuncias sobre crímens ambientales: Crimes ambientais chegaram a Boipeba. El texto contiene un llamamiento desesperado:

«La isla, antaño símbolo de naturaleza preservada, de turismo ecológico, está perdiendo completamente esta condición. Son incontables edificaciones y desforestación y la naturaleza está pagando una vez más por la ambición desenfrenada. Pido a los que reciban este mensaje que si pueden hacer algo para impedir lo que está ocurriendo, que lo hagan antes de que sea demasiado tarde.»

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Lençóis Maranhenses

Mientras tanto, en ese paisaje sin igual que configuran los Lençóis Maranhenses, la justicia decidió hace más de un año que una serie de construcciones irregulares realizadas en zonas de protección ambiental tenían que ser derribadas. ¡Bravo por la justicia! Solo que esta no es ciega y como las construcciones fueron realizadas por los muy ricos y poderosos del estado, las casas continúan en pie mientras que los perpetradores del crimen ambiental luchan en la justicia para salirse con la suya. Un extracto de la noticia:

«Empresarios de éxito, el suplente de un senador, un juez estatal apartado del servicio por ser reo en una acción judicial, una letrada del Tribunal de Justicia del Maranhão y profesionales liberales, como un contable, están entre los propietarios denunciados en 2005 y 2006… algunas construcciones consideradas irregulares se destacaron en el transcurso de las investigación por la osadía en sus agresiones el medio ambiente. En una de ellas, destaca el fiscal, se llegó a modificar el curso del río Preguiças, con grandes modificaciones en sus márgenes, solo por conveniencia de las mansiones y pousadas que se construyeron en el lugar.»

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Manaos

El Encontro das Águas es un lugar emblemático donde los haya (hablamos de él extensamente en el Encontro das Águas y el Parque Ecológico Janauary, cerca de Manaos). Y si ya cuando visitamos el lugar nos sorprendimos por la experiencia anti-natural y anti-ecológica que vivimos (un lugar dominado por petroleros, navíos de guerra, astilleros e industrias petroquímicas), la noticia que leemos ahora nos sorprende todavía más.

En noviembre del 2010 las autoridades brasileñas declararon el Encontro das Águas como parte del patrimonio nacional. Razones no le faltan a la decisión, comenzando por la importancia paisajística del lugar. Pero hete aquí que un día antes de esa declaración, el instituto de protección (sic) ambiental del Amazonas concedió la licencia para la construcción de un puerto en la margen derecha del área en la que se encuentran los ríos. La disputa judicial estaba sobre la mesa y hasta ahora no ha sido resuelta.

¿Construir un puerto justo al lado del Encontro das Águas cuando nos consta que hay otras zonas disponibles para ese puerto?

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Noronha

La Fiscalía pide el fin de la llegada de cruceros a Fernando de Noronha, el paraíso ecológico antítesis de los viajes en crucero. ¿La respuesta para la próxima temporada? Doblar el número de turistas que llega a la isla en crucero. En teoría Noronha controla el número de visitantes que pueden acceder a la isla en cualquier momento, habiendo un máximo de 700. Pero por alguna razón misteriosa los turistas que llegan en crucero no entran en esa contabilidad.

En realidad la razón no es tan misteriosa y supimos de ella en el lado oscuro de Noronha, de donde extraigo la siguiente cita.

«Por otro lado, la historia es fascinante porque nos enteramos de que la casa en la que en teoría iba a funcionar la biblioteca pertenece a una empresa que desde 1988 tiene los derechos exclusivos de recibir a los turistas que llegan en cruceros a Noronha. La empresa es de un tal Milton Sanches. Cada pasajero que llega a la isla en crucero paga una “contribución social” que supuestamente debería ser destinada a mejoras en la isla. El dinero recaudado es entregado a la ONG Pró-Noronha. ¿Que está presidida por sabéis quién? Milton Sanches. Ahora acabé de entender lo de la presencia de los cruceros en Noronha que tantas veces hemos denunciado.»

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Porto de Galinhas

Y llegamos a uno de los destinos más populares de Brasil, Porto de Galinhas. Basta leer la nota publicada en la edición en castellano de la Folha de São Paulo (Turismo agrede ambiente en litoral de Pernambuco) para darse cuenta de que pasan los años y nada cambia en Porto de Galinhas. El turismo desenfrenado está arrasando los arrecifes -como ya lo ha hecho en otros destinos populares de la costa como Maragogi-. El Diário de Pernambuco también se hizo eco de lo que está ocurriendo en Porto de Galinhas (Grande movimento de turistas põe em risco áreas de Porto de Galinhas). La siguiente cita es de esa fuente.

Los daños pueden ser resultado no solo de las visitas sino del desconocimiento de la importancia de los arrecifes. Habiendo preguntado a los turistas, 42% dijeron que desconocían las leyes que prohíben la pesca de peces en arrecifes, 32% no entendían el límite de las boyas y los cordones de aislamiento de las piscinas naturales y 17% no sabían que está prohibida la extracción y manoseo de organismos marinos.

Ya va siendo hora de que Brasil se tome en serio la preservación de sus menguantes tesoros.

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