La noticia
La CVC, la principal agencia de viajes brasileña y responsable ella solita por una tajada sustancial del movimiento y facturación del sector turístico en muchos destinos famosos de Brasil, está buscando una playa privada en la Ilha do Mel para construir en ella una base para recibir los cruceros de la empresa. La CVC ya tiene una playa particular en una isla de la bahía de Angra dos Reis, en la que desembarca de sopetón el pasaje de sus cruceros, utilizando para ello barcos con capacidad para cien personas.
Lo público y lo privado
Si alguien con conocimiento de la legislación brasileña me pudiera echar una mano aquí se lo agradecería, pero mi entendimiento es que todo el litoral brasileño es público y nadie puede restringir el acceso a ninguna playa (aunque no son pocos los establecimientos hoteleros que toman posesión de facto de las playas en las que se ubican).
Es sabido también que existen numerosas islas particulares que son cotos privados de sus propietarios.
No acabo de entender muy bien si el derecho a ir y venir por las playas de la costa brasileña se acaba en el caso de las islas.
El frágil equilibrio de la Ilha do Mel
La Ilha do Mel es un destino eminentemente de naturaleza. En los catálogos turísticos sería calificado como destino de ecoturismo. Es una isla de pequeñas dimensiones que ha visto en años recientes cómo su frágil equilibro ambiental se ha visto amenazado por la afluencia masiva de turistas. Tanto es así que –como ya informábamos hace casi tres años en noticia: acceso limitado a la Ilha do Mel– las autoridades tuvieron que implantar un sistema de control de acceso similar al que funciona en otros puntos de la geografía como Fernando de Noronha. Durante la temporada alta, no son permitidos más de 5.000 visitantes en la isla.
Esta limitación pone en evidencia que los límites de la sostenibilidad de Ilha do Mel como destino turístico han sido alcanzados.
¿Quién en su sano juicio plantea escoger la isla como base para la operación de un modelo clásico de turismo de masas como es un crucero? Queremos pensar que la elección de la isla como nuevo destino refleja una declaración de intenciones del dueño de una importantísima empresa del sector turístico, pero que antes de que esta se pueda concretar las autoridades del estado de Paraná van a evaluar y someter la propuesta a un estricto estudio de impacto ambiental.
No tengo absolutamente nada contra la CVC, de hecho ya realizé cuatro viajes en Brasil con ellos y me ofrecieron un producto con una relación precio-calidad excelente. Pero si por algo no se destaca la empresa es por educar a los millones de turistas que transporta todos los años en cuestiones clave como el respeto al medio ambiente y la sostenibilidad. El negocio de la empresa es otro.
La otra cara de los cruceros
Para encontrar materias relatando el lujo, glamour y las bondades de la vida en un crucero no hay que buscar demasiado. Aunque la literatura sobre el lado menos amigable de los cruceros es extensa (Jorge Gobbi le da un rápido repaso en Cruceros y medio ambiente), cuando se trata de turismo naval y Brasil las referencias brillan por su ausencia. Casi todo lo dicho sobre el tremendo impacto ambiental de los cruceros en otras partes del planeta es aplicable también al caso brasileño.
Nos gustaría leer más sobre el tema. Ese sector de la industria turística brasileña ha experimentado un crecimiento asombroso en los últimos años, de la mano de la entrada en el mercado consumidor de un nuevo segmento de la población. Junto con el crecimiento ha venido la necesidad de buscar nuevos destinos. Sabemos muy bien del catastrófico impacto que tiene el crucero que infelizmente es autorizado a visitar el archipiélago de Fernando de Noronha. También estamos al tanto de las tensiones que provoca en Ilha Grande el coqueteo de una gran multinacional de cruceros con las autoridades de la isla, ofreciendo incentivos económicos que enfrentan a la población sensibilizada con el futuro de la isla con la que tiene un único objetivo pecunario en mente. Pero, aun a sabiendas de que los textos que cuestionan prácticas no sostenibles de la industria turística tienen una salida difícil, nos gustaría leer más.
Brasil, turismo sostenible y paraísos naturales
A pesar de que el fuerte de Brasil no es el cuidado real que pone en un desarrollo turístico sostenible, la gigantesca extensión del país favorece que todavía existan paraísos a los que la explotación turística masiva todavía no ha llegado. En un momento en el que el turismo nacional experimenta un crecimiento sin precedentes (en contraste con la más que modesta participación de Brasil en el turismo mundial) las autoridades deberían prestar atención especial a la preservación de esos paraísos.
——————————
FUENTES:
De la noticia me enteré en uno de los blogs de viajes del Estado de São Paulo, en la entrada Ilha doce no pedaço, que a su vez fue citada en el perfil de Twitter de la Agência de Desenvolvimento do Turismo Sustentável do Litoral do Paraná, @litoraldoparana).
ENTRADAS RELACIONADAS:
enlaces: Ilha do Mel
la costa de Paraná: Ilha do Mel y más allá
Alojamiento en Ilha do Mel, Ilha Grande y Natal
Noticia: acceso limitado a la Ilha do Mel
¿Quieres visitar Belo Horizonte? Te damos toda la información necesaria para conocer la capital del…
1. El dengue es una de las mayores amenazas a la salud de los que…
Volvemos a actualizar, una vez más, una de las entradas más populares del blog, que…
Arraial do Cabo forma, junto con Búzios y Cabo Frío, la trilogía playera de la…
Reproduzco la información que di en la entrada dinero: En Brasil no hay una red…
A partir de hoy, 15 de noviembre, dejamos de actualizar la página en Facebook de…