Hace unos días informaba sobre el surgimiento de una nueva compañía aérea supuestamente de bajo costo en Brasil (Novedades en la aviación brasileña…). En esa entrada afirmaba que «la compañía todavía no tiene nombre, y su gran primera jugada de marketing ha sido convocar un concurso -a través de la página você escolhe- para elegir por votación popular el nombre de la empresa«.
Pues bien, el concurso ha entrado en su fase final, y ya hay diez nombres finalistas: Abraço, Alegria, Azul, Brasileira, Céu, Mais, Nossa, Pátria, Samba y Viva, elegidos a dedo por una comisión. No voy a discutir la selección final (que no me ha emocionado) y sí una pequeña nota que aparece ahora en la página inicial del sitio (antes no estaba): «o nome mais votado não necessáriamente será o nome escolhido«.
Me he quedado de piedra al leer esto. Para ser justos, tal cláusula debía estar en las bases del concurso desde el comienzo, sin que nadie la viera. En el punto 5.2 de dichas bases se lee que la preferencia popular «não é fator prepoderante para a determinação do ganhador». Interesante propuesta de elección popular. El más votado no va a ganar necesariamente. Si le gusta a la comisión que va a elegir el nombre, bien; si no, se elige otro, y santas pascuas. ¿Para eso se organiza una votación pública? ¿Para eso se crea una página con el nombre «tú eliges«? Desde el punto de vista del márketing, antes de nacer la empresa ya ha dado su primer paso en falso.
Porque quien ha organizado la iniciativa tendría que saber que, en los tiempos democráticos en los que afortunadamente vivimos, una votación popular («você escolhe») genera unas expectativas muy concretas por parte de quien participa en ella. Si el más votado no va a ser necesariamente el ganador, entonces hagan como en tantos otros concursos, en los que el público propone nombres, y un jurado elige el ganador.
P.S.: me he acordado mucho de otra sonada elección popular que se produjo cuando ya vivía en Brasil, y que fue protagonizada por la actual Ministra de Turismo y entonces alcaldesa de São Paulo, Marta Suplicy. Se iban a reformar las aceras [veredas] de la Avenida Paulista, y se planteó una elección popular para elegir el material que sería utilizado de entre tres alternativas posibles. Como a la alcaldesa no le gustó el ganador elegido por el pueblo, decidió que – como lo hace ahora la compañía aérea todavía no nacida – el ganador en una votación no tenía por qué necesariamente ser la opción elegida. E impuso la alternativa que más le gustaba a ella.
ACTUALIZACIÓN [17.04.2008, 20:17]: acabo de ver que, de todos los dominios correspondientes a los finalistas, y en el formato habitual de las páginas de muchas compañías de aviación brasileñas, ya existe el www.voeazul.com.br, que hasta tiene contenido relacionado con la empresa (también están registrados el www.voesamba.com.br y el www.voeceu.com.br) . Mi apuesta de futurologista aficionado es que la nueva empresa se va a llamar Azul. Si acierto, no voy a ganar ningún premio… si me equivoco, tampoco pierdo nada. El contenido del resto de esta entrada es serio. Esta predicción es pura adivinación.
ACTUALIZACIÓN [06.05.2008]: ¡acertamos!: La nueva low-cost brasileña se llama… Azul.
ACTUALIZACIÓN [12.05.2008]: en la página del concurso se lee: «a pesar de que Samba fue el nombre más votado, la empresa eligió el nombre Azul«.
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