Me ha vuelto a ocurrir. Estoy buscando alojamiento para pasar varios fines de semana, y me encuentro una y otra vez con páginas de hoteles y pousadas que no publican sus tarifas.
Me imagino que debe de haber razones poderosas para que un establecimiento hotelero decida no publicar sus tarifas en internet. Pero desde el punto de vista del potencial cliente, esta política es un desastre. Para el consumidor, una página sin tarifas es como supermercado sin etiquetas de precios. En un mundo globalizado y competitivo en el que muchos establecimientos sí publican sus tarifas en Internet, aquellos que no lo hacen compiten en una situación de desventaja. Un único clic separa la página de una pousada de otra.
Ya superamos hace mucho tiempo aquella situación de antaño en la que el agente de viajes era el intermediario exclusivo entre el viajero y la industria. Cada vez más y más viajeros están preparando sus viajes a partir de la información que encuentran en internet. Y el precio, estaréis todos de acuerdo, es una de las informaciones más valiosas para casi todos los que planean un gran viaje.
Todavía hay un pecado más imperdonable. Casi todos los que no publican los precios, ponen a disposición del internauta algún tipo de mecanismo de consulta de tarifas por correo electrónico. Y una parte significativa de los que adoptan esta política no responden a los correos electrónicos de sus potenciales clientes. Esta actitud es suicida. No solo pierden un cliente sino que siembran la semilla de un agente multiplicador de opiniones negativas sobre el establecimiento.
¿Y a vosotros? ¿Os molesta cuando una pousada no publica sus tarifas en Internet? ¿Os da exactamente igual?
VER TAMBIÉN LA SECCIÓN FIJA DE ESTE BLOG: ¡Tarifas en las páginas!
Desde ya que el hecho de un hotel o pousada no tengan sus precios en sus páginas es realmente molesto. Pero mi hipótesis al respecto es que muchos pequeños establecimientos no mantienen sus páginas; más bien estas son realizadas por terceros. Por ello, prefieren no poner precios porque después no saben como cambiarla, o porque les cobran por cada actualización. Me sigue sorprendiendo que no se den cuenta que a esta altura del partido es necesario saber manejar al menos de manera básica alguna herramienta de publicación en la Web…
Tienes razón, Jorge. Muchos dueños piensan que con haber colocado la página en Internet hace cuatro años, ya han cumplido. Por otra parte, los proveedores no están interesados en explicarles a los dueños cómo mantener la página para no perder trabajo. Un buen nicho de mercado. Le rediseñas la página al establecimiento (¡hay tantas páginas que te quitan las ganas de hospedarte en el lugar nada más abrirlas!) y además le explicas cómo mantenerla de forma simple.
Para mí es una de las cosas más molestas que me puede suceder cuando entro a la página de una pousada u hotel. Creo que genera un efecto muy negativo de algo «oculto», en cierto modo confidencial, sucio, privado o impropio, que no debe ser develado en voz alta.
Yo hasta he llegado a pensar que en algunos establecimientos especulan con que uno pregunte vía mail de modo tal de poder cambiar el precio de acuerdo al remitente y las especulaciones acerca del poder adquisitivo. Por ejemplo: «Si viene de Perú o Argentina le pasamos un precio más bajo que si viene de Alemania o Francia».
Además otra cosa terrible es que te obligan a trabajar a vos en lugar de hacerlo ellos, esto es: en lugar de hacer una buena página, de modo tal que tengas las tarifas a través de un click, debes redactar un mail, enviarlo y esperar respuesta.
Un saludo, Tony, y gracias por tu siempre útil y practica página
Rosa
Otra posibilidad es el presupuesto. Supongo que muchos hoteles contratan el diseño de su página Web estática lo más barato posible y sin mantenimiento, claro. La publican por compromiso, porque «hay que hacerlo» y no quieren saber nada de más trabajo. Ahí está el error, en no actualizar la información.
Sí, es eso. Pero es que en muchos casos ni siquiera es un problema de falta de actualización de la información. Es que la información nunca llegó a estar presente en la página.
En todo caso, este comportamiento denota que no se ha entendido cuánto han cambiado las formas de preparar los viajes y cómo tantos y tantos viajeros están dependiendo ahora casi exclusivamente de Internet para planear sus vacaciones.
Tony, muito correto abordar este tema. Eu sou um dos inúmeros potenciais clientes que, muitas vezes, desiste sequer de perguntar os preços, pelo fatos destes não estarem dispostos na página da pousada ou hotel.
A Rosa tem razão quando falar de algo ‘oculto’ e do preço variável pelo poder aquisitivo do viajante. Tudo isso pode ser deduzido pela falta de uma informação tão básica.
Um abraço!
Pois é, Emília, com a gente é exatamente igual, para a gente se interesar por uma pousada que não publica os preços online, a pousada tem que oferecer alguma coisa muitissimo especial.
Quería aprovechar para añadir que no todo se reduce a falta de presupuesto o limitaciones materiales. En muchos casos es una opción deliberada. En Brasil, por lo menos, también algunas pousadas carísimas, com páginas sofisticadísimas, escamotean esa información de sus lectores. Vean, si no, estas dos pousadas, cuyas tarifas diarias están cerca de los R$1.000 (aunque no descubriréis esa información en ningún lugar de sus páginas): Vila Naiá, Tauana Hotel.
Insisto, independientemente del motivo por el que no se publican los precios, los hoteleros tienen que saber el efecto que esa falta de información produce en sus potenciales clientes.
Otro ejemplo que me sucedió ayer mismo: entro en la Web de albergues juveniles de Andalucía y, después de navegar un rato y no encontrar algún dato, les escribo para solicitar información. Comento que buscamos sitio en uno de sus albergues, para el fin de semana X y que somos un grupo (se supone que para los grupos hay que ponerse en contacto).
Respuesta (bueno, al menos respondieron y en el mismo día): busque la información en la Web, reserve allí o llámenos por tfno… Hombre, si les escribo es por algo… no para que no me digan nada nuevo. Lo mejor de todos es la última frase del correo: «Quedamos a su disposición para cualquier consulta o información adicional que desee.». En fin.
Ahí hay una excelente idea para un blog, experiencias buenas y malas con las páginas web del sector. A lo mejor con un blog así, que contaría con la colaboración de mucha gente enviando sus experiencias, conseguíamos hacer que por lo menos unos pocos se dieran cuenta del daño que se hacen a sí mismos al no cuidar un medio cada vez más importante.
Tony, no creo que haga falta un blog, se puede publicar en nuestros blogs, que al menos modestamente ya están posicionados en Google, y ver que opinan los lectores y hoteleros. De hecho, varios de los comentaristas en esta conversación son muy leídos por personas que viajan en países como España, Brasil y Argentina al menos. Voy a comentar del tema en el blog apenas termine la mudanza, estoy esperando que el nic.ar finalmente actualice los DNS.