10 momentos mágicos en Mato Grosso

Nuestro viaje reciente a Mato Grosso estuvo salpicado de momentos mágicos. De entre todos ellos hemos destacado una decena con el objetivo de compartir con todos vosotros algunas de las emociones vividas durante el viaje. Los 10 momentos, sin ningún orden específico, son:

1. La llegada por carretera a la Chapada dos Guimarães

Las montañas y espectaculares paredones de roca que caracterizan el paisaje de la Chapada dos Guimarães se van asomando de forma gradual ante los ojos del que llega a la región por vía terrestre. A cada curva y cada recta de la carretera se asoman en la línea del horizonte nuevos pedazos de montaña que cada vez más van conquistando al visitante por su belleza.

Si la llegada se realiza al final de la tarde, el sol ya cadente pasa una brocha de colores cálidos por encima de las montañas y nos regala un espectáculo inolvidable.

2. La puesta de sol en una «baía» del Pantanal

A pesar de lo que su nombre parece indicar, las baías del Pantanal no son más que trechos de río en los que su cauce se ensancha de forma gigantesca hasta adoptar la forma de un gran lago. Las baías son características de algunas regiones del Pantanal y en la región del Barão do Melgaço presenciamos uno de los atardeceres más bellos de nuestro viaje, con los colores intensos del sol disputándose un hueco sobre la superficie del lago.

Las fotografías que ilustran este momento mágico fueron tomadas a bordo de una lancha de la Pousada do Rio Mutum.

3. El vuelo de los tucanes al amanecer

Cuando estábamos acabando de tomar nuestro desayuno en la Pousada do Parque, en el medio de la naturaleza y a escasos metros del Parque Nacional de la Chapada dos Guimarães, dos tucanes se posaron en un árbol cercano ante el alborozo de todos los que presenciamos la escena.

Cuando decidieron despegar tuvimos el privilegio de contemplar el elegante vuelo de la colorida ave.

4. El viaje de los monos aulladores

Mientras intentábamos atisbar la interminable planicie del Pantanal desde la Torre do Bugio (= mono aullador) en la Araras Ecolodge, una pareja de monos aulladores decidió escalar una palmera para pasar un rato devorando sus frutos. Cuando se situaron en el medio del árbol sus hojas nos proporcionaron un espléndido marco natural para capturar a los dos animales (el macho, de color oscuro, la hembra, de piel más clara).

Al poco tiempo tuvimos la suerte de verles descendiendo la palmera con una habilidad sin par.

5. El paseo de canoa en un «corixo»

Los corixos son brazos aislados de lo que en el pasado fue un río y cuyas aguas tranquilas permiten un delicioso paseo en canoa. El exuberante vergel y la absoluta tranquilidad y paz permiten contemplar inusualmente cerca la flora y la fauna de la región, como fue el caso de una pareja joven de avetigre colorada (Tigrisoma lineatum).

Hicimos el paseo en una canoa de la Araras Ecolodge.

6. Las piedras de la Chapada dos Guimarães

Si la visión en conjunto de la Chapada resulta de gran belleza, cuando los ojos se aproximan y contemplan el detalle de las caprichosas formas talladas por el tiempo se sorprenden con formas inusuales que plantean al visitante el juego de encontrar un parecido con formas conocidas del mundo natural y de los objetos cotidianos.

Pudimos contemplar estas piedras en los paseos realizados con la Pousada do Parque.

7. A caballo por el Pantanal

Si cabalgar ya es de por sí una actividad deliciosa, el Pantanal y sus caballos pantaneros ofrecen un aliciente único: la cabalgada por encima de la llanura inundada.

La Araras Ecolodge y la Pousada do Rio Mutum nos proporcionaron la oportunidad de montar a caballo, una de las actividades más tradicionales de la región, y de contemplar bellísimos ejemplares de la raza pantanera.

8. Pirañas a gogó

Actividad turística donde las haya (preguntadle a cualquier pescador de la región y enseguida notaréis el rechazo que les provoca, por considerarlo un pescado de calidad inferior), la pesca de tu primera piraña nunca se olvida.

¡Mucho cuidado con esa dentadura! Puede hacer verdaderos estragos en la piel humana. Pescamos pirañas en la Pousada do Rio Mutum, que después se convirtieron en un delicioso caldo de piraña.

9. Observación de guacamayos

Tanto el Pantanal como la Chapada dos Guimarães nos brindaron la oportunidad de contemplar guacamayos en libertad. En el Pantanal tuvimos el privilegio de observar guacamayos azules (Anodorhynchus hyacinthinus) construyendo sus nidos tanto en las excursiones realizadas en la Pousada do Rio Mutum como en las de la Araras Ecolodge.

Una suerte similar se repitió en las excursiones realizadas con la Pousada do Parque, cuyo punto culminante fue la observación desde lo alto del vuelo de los guacamayos rojos (Ara chloropterus) con sus bellísimos colores.

10. El cielo estrellado

Con su amplio horizonte, la carencia total de contaminación del aire o lumínica, y coincidiendo con el ciclo de la luna nueva, tuvimos la suerte de contemplar durante todo nuestro viaje varios de los cielos estrellados más hermosos que ya vimos en nuestra vida.

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Se han quedado fuera de la lista los encuentros con los caimanes y con decenas de hermosas y coloridas especies de aves. Igualmente no entran en la lista aquellos momentos que esperamos poder degustar en el futuro cuando volvamos al Mato Grosso para conocer la región amazónica del estado y todos los secretos que esta guarda para sus visitantes.

Durante las próximas semanas publicaremos textos con información detallada sobre el viaje para que cualquier viajero independiente pueda plantarse sin muchos problemas en la región.

Echa un vistazo a la entrada expedición Mato Grosso para saber los detalles del viaje qué hicimos, cuál fue su objetivo, qué lugares visitamos, con qué apoyos contamos y cuáles son los materiales sobre el viaje que hemos publicado hasta la fecha.