De viaje a Brasil en Twitter

Hace ya unas cuantas semanas que estamos en Twitter, la fiebre más reciente de Internet. Para los que no estén familiarizados con Twitter, se trata de un sistema de publicación de textos breves (con un máximo de 140 caracteres). Los que tienen una cuenta en Twitter pueden comunicarse con los usuarios de otras cuentas.

En nuestra página de Twitter encontraréis actualizaciones sobre todo lo que publicamos en el blog así como notas cortas que no merecen una entrada completa en el blog. Si tenéis una cuenta en Twitter ya sabréis que seguir nuestras actualizaciones está al alcance de un botón: el de follow (seguir).

Para seros absolutamente sinceros, para mí, y por ahora, la experiencia de Twitter se ha quedado a una distancia gigantesca de esa herramienta maravillosa e indispensable en el equipaje de los viajeros que algunos han pintado. Algunos de los descubrimientos fantásticos y consejos increíbles encontrados en Twitter podrían haber sido fácilmente localizados con un lector de RSS y una buena selección de lecturas. Además, la cantidad de ruido en muchas cuentas de Twitter (especialmente en aquellas que incluyen inagotables entradas personales) hace que el potencial para convertirse en una inmensa pérdida de tiempo sea bien real.

En cualquier caso, es indudable que Twitter ofrece una sensación de inmediatez que no se encuentra en otras partes de la red y que, sabiendo buscar, se encuentran cositas interesantes. Como herramienta de comunicación personal es bastante interesante, pero aquí ya estamos hablando de otro uso de Twitter.

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