Quiero reciclar hoy una idea excelente que leí en el blog de Marcela (Crónicas Romanas del Siglo XXI), una amiga de este blog desde sus comienzos, y que en cierta manera sirve para conocer algunos de los procesos de adaptación del extranjero en Brasil. Hoy publico la primera parte, hablando de algunas cosas de Brasil, tan diferentes de mi lugar de origen, a las que ya me he adaptado. Mañana lo haré con las adaptaciones que todavía no se han consumado.
Pisé tierra brasileña por primera vez hace casi seis años y en ese plazo de tiempo ya me he acostumbrado a…
- a las sabrosísimas pizzas paulistanas
- a ver colibrís a todas horas
- a los maravillosos zumos de frutas exóticas
- a la comida por quilo
- a escuchar música de calidad dondequiera que vayas
- a que todo en São Paulo sea «el/la mayor de América Latina» (aunque luego en realidad no lo sea)
- a comer con palillos chinos
- al churrasco de domingo
- a la personalidad tranquila y afable de tantísimos brasileños
- a vivir en una jungla de asfalto que tiene trozos de bosque tropical intactos dentro de su término municipal y hasta una reserva de indios tupí-guaraní
- al água de coco en la playa
- al sobrevuelo constante de los helicópteros (São Paulo tiene la tercera mayor flota del mundo)
- a que me miren raro cada vez que digo que he acudido a algún lugar usando el transporte público
- a que me miren todavía más raro cuando digo que me gusta usar el transporte público
- a tener playas paradisiacas a tres horas de coche de casa
- a descubrir cada día un nuevo paraíso brasileño todavía sin explorar
- a que me reconozcan como extranjero al poco de abrir la boca (curiosamente, tengo acento extranjero, pero no español)
- a comer mucha rúcula
- a que pocas veces se juzgue a las personas por sus méritos
- a la suelta de cohetes cada vez que uno de los grandes equipos de São Paulo (Corinthians, São Paulo o Palmeiras) marca un gol
- a la suelta de cohetes cada vez que uno de los grandes equipos de São Paulo encaja un gol (en este caso los cohetes los sueltan los hinchas de los equipos rivales)
- a la dulzura y sensualidad del portugués hablado en Brasil
- a descubrir cada vez que voy a la verdulería (sacolão) una fruta u hortaliza diferente de nombre desconocido
- a identificar como de Río de Janeiro imágenes de tiroteos que cualquier otro pensaría que fueron grabadas en Iraq o Palestina
- a soñar en volver pronto a Fernando de Noronha
- a que cuando el coche de delante pone el intermitente, no es para indicar su intención de cambiar de dirección, sino para anunciar que va a hacerlo, independientemente de que le deje hueco para ello o no
- a encontrarme al hacer zapping con los sermones que escupen los telepredicadores evangelistas
- a la increíble oferta cultural
- a que cuando un coche se dispone a entrar a la derecha, se abre invadiendo el carril de la izquierda
- a la puntualidad brasileña, que hace que los españoles parezcamos relojes suizos
- a ir al shopping center
- a la ausencia de relojes en la televisión abierta, con lo cual nunca sabes con exactitud a qué hora va a comenzar determinado programa
- a que la inmensa mayoría de los traductores brasileños hagan traducciones inversas (de su lengua materna a otra), independientemente de sus conocimientos lingüísticos
Continúa en adaptaciones: todavía no me he acostumbrado
Antes que nada felicitacione spor este primer añito… Este hijo crece tanto que a cada ingreso me parece de no reconocerlo de lo grande y lindo que esta…
Respecto a las cosas que te acostumbraste.. Con algunas DE VERDAD TE ENVIDIOOO!!:. y mucho!…
Con otras no.. pero forman parte de la vida, siempre encontramos algun pero a los lugares donde nos toca vivir!
Un Beso y que esto siga creciendo muucho mas!
Mar
Oh, como echo de menos a Brasil! 🙂
Felicidades por tu primer aniversario!!
llevo leyéndote varios meses y cada día me gusta más (una prueba de ello es que uso tu calendario como fondo)
Mi obsesión por Brasil es tal que en marzo me lío la manta y cambio mi fría Inglaterra por la más cálida Brasil.
Tengo una preguntilla. pensaba hacer mochileo siguiendo la costa. el itinerario es este por ahora:
Natal-Salvador
Salvador-Rio
Rio-Iguazú, pasando por Sao Paolo e invitándo a su eminencia a lo que se tercie
mi pregunta es si se puede hacer esta homérica odisea en bus(no tengo prisa) y si me estoy jugando el pellejo al hacerlo así. esto último lo pregunto pq en mayo me asaltaron en Venezuela unos locales y mi nivel de despreocupación ha subido un poquitín.
Mil gracias maestro
Gracias, Mar, mañana verás las cosas a las que no me he acostumbrado (unas cuantas gastronómicas, me inspiré en tu lista). Seguro que hay muchos puntos en común también.
Fernando, ¡me alegro muchísimo de tener lectores tan entusiastas! Yo también cambié la fría Escocia por el cálido Brasil.
En cuanto a tu itinerario, lo puedes hacer en autobús, sí, a pesar de los pesares, el autobús sigue siendo un medio de transporte relativamente seguro en la mayor parte de Brasil – el mayor peligro es el precario estado de las carreteras y la precaria preparación de los conductores -. Tu desagradable experiencia en Venezuela te servirá para estar alerta y evitar que te vuelva a ocurrir una sorpresa desagradable.
De Natal a Río pasarás por playas muy bonitas. En Río pon rumbo a São Paulo no por el camino más corto (el interior), sino por la costa, donde descubrirás playas igualmente maravillosas (Ilha Grande, Paraty, Ubatuba, Costa dos Alcatraces).
Un abrazo, nos seguiremos hablando.
Gracias por la información!
Acabo de darme cuenta de que a lo mejor podemos hablar de negocios. Una buena amiga mía necesita alguien que traduzca la web de su empresa al portugués brasileño. Es una compañía muy importante de bioenergía. El tema es que, pese a tener docenas de amigos brasucos aquí, ninguno me da una respuesta en firme sobre el tema y ya me estoy empezando a cansar.
Si te interesa, porfa escríbeme a mi email cuanto antes. el dinero es bastante bueno, a mi humilde parecer claro.
Obrigado!
Enhorabuena por tu blog, la verdad esque me encantan los blogs de viaje y en especial aquellos que aportan, como este, pequeños detalles de la vida cotidiana del país que para muchos visitantes pasarían desapercibidos.
¡Muchas gracias, Sarah!
Muy Bueno!
Empeze leyendo lo que uno no se acostumbra pero este me gusto más, ya que son las razones por la que cambie mi Bs As querido por este «Paraíso Tropical» (oh globo!).
Algunas cosas no comparto aqui desde el Nordeste… Podría agregar cosas mejores ya que aquí la playa esta a minutos y las pizzas se remplazan por cangrejos o moquecas, pero en ese caso tendría que agregar tambien a las cosas que no me acostumbro, por ejemplo, no tener subte o que todos los shows internacionales nunca llegan, males que no sufren en San Pablo…
Mismo asi, me siento muy identificada! Muy buenas reseñas! Saludos!
Hola Lilis, ¡muchas gracias! Claro, de Salvador a São Paulo hay tanta distancia, física y de otro tipo, como de São Paulo a Buenos Aires. ¡Cuando lleves una buena temporada por ahí, anímate a hacer tu lista!