La parte más visible del maravilloso legado colonial por el cual São Luís recibió el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad son los azulejos de sus casas. Los azulejos fueron usados porque permitían un mejor aislamiento térmico de las casas (São Luís está cerca del Ecuador) y por su durabilidad y facilidad de limpieza. En São Luís llueve durante seis meses al año, y las paredes comunes tenían que ser reconstruidas a cada poco tiempo.
Desgraciadamente, el abandono por parte de las autoridades responsables por su preservación de un patrimonio tan rico se traduce en la dificultad de encontrar una pieza de azulejo que no esté rota, rayada o pintada. Una de las excepciones más notables es la fachada de la Pousada Colonial, cubierta toda ella de azulejos en relieve, como se puede apreciar en la siguiente fotografía.
En mi libro de fotos Maranhão, imágenes de un paraíso brasileño hay algunas instantáneas de los maravillosos azulejos de São Luís, así como imágenes de otros paisajes del estado de Maranhão.