El corresponsal de El País en Brasil volvió a publicar ayer un texto infame que quiero comentar brevemente aquí. Reproduzco el titular y el primer párrafo:
Un tiroteo en una favela obliga a suspender temporalmente los vuelos de São Paulo a Río
Se agudiza la tensión por los alardes de los ‘narcos’ en sus enfrentamientos con las fuerzas del ordenEl aeropuerto internacional de Guarulhos y el aeropuerto nacional de Congonhas, ambos en la ciudad brasileña de São Paulo, suspendieron ayer durante casi una hora los vuelos a Río de Janeiro a causa de un tiroteo en una favela, que dejó tres muertos. Esta barriada carioca se encuentra en la ruta obligada de los aviones que llegan desde São Paulo, según explicó el presidente de Aviación, José Carlos Pereira. Es la primera vez en la historia de Brasil que los tiros de los narcotraficantes obligan a dos grandes aeropuertos del país a una medida de este tipo.
Ya sabíamos que este periodista tiene una agenda política propia, lo que desconocía es la existencia de otro tipo de agenda. No era difícil imaginar un titular simple y preciso para la noticia: «Un tiroteo en una favela obliga a cerrar el aeropuerto internacional de Río«. ¿Para qué mencionar a São Paulo no una sino varias veces en el comienzo del texto? Un texto redactado de forma (¿deliberadamente?) confusa, en donde no aparece mencionado por ninguna parte el aeropuerto internacional de Río, que es donde se produjo el problema. Como consecuencia del cierre de este aeropuerto, no llegaron ni vuelos de São Paulo ni de ninguna otra parte del planeta Tierra.
São Paulo tiene una reputación bastante negativa entre la comunidad viajera por causa de la violencia (reputación en gran parte exagerada) como para que ahora venga un gacetillero a echar leña a la hoguera. Leña cortada en Río, ciudad que tiene sus propios (y graves) problemas con el asunto violencia.
La noticia se produce en un momento en el que la situación del transporte aéreo en Brasil atraviesa una fase crítica. Con el arresto reciente de los líderes de los controladores aéreos brasileños, el polvorín está cada vez más próximo de un estallido, que no me sorprendería que pudiera ocurrir en algún momento en julio, durante la celebración de los Juegos Panamericanos en Río.