A pesar de que los tipos de interés practicados por los bancos otorgan al término usura una nueva dimensión, en Brasil casi todo se compra a plazos. Para muchos, es mejor comprar un producto que cuesta 100 reales en 150 plazos mensuales de 1 real que pagarlo al contado mucho más barato.
Por esta razón, con muchísima frecuencia los precios en los escaparates y en los anuncios muestran el valor de cada plazo (parcela) y no el valor total del producto. Por ejemplo:
camisa
R$40 x5
Si os despistáis y no veis el x5, podéis llegar a pensar que Brasil es todavía más barato de lo que os habían contado. En el caso ficticio de las camisas que me he inventado para ilustrar esta entrada, el precio de las mismas es R$200 (resultado de multiplicar 40 por 5 plazos mensuales).
Con las tarjetas de crédito emitidas por los bancos brasileños se pueden realizar compras a plazos con toda facilidad. De nuevo, en el caso de las camisas, la dependienta pasará la tarjeta por el lector e indicará que vais a pagar la compra en cinco plazos mensuales de R$40 cada uno. Cada mes, irán apareciendo los débitos correspondientes en el extracto de vuestra tarjeta.
Con las tarjetas de crédito emitadas por bancos no brasileños no se puede realizar este tipo de compra a plazos.
Cuando no se especifica lo contrario, la compra a plazos no lleva ningún tipo de intereses escondidos. De lo contrario, es obligatorio que aparezca por algún lugar el precio al contado. Así:
câmera digital
R$300 x10
á vista R$2.500
Si decidís pagar a plazos la cámara, os va a costar R$3.000 (10 plazos mensuales de R$300). Si, por el contrario, preferís comprarla al contado, pagaréis R$2.500.
Que bueno!
Creo que es un buen detalle a tener en cuenta sobretodo para despistadillos como una servidora!!
jeje
Gracias Caper!