Tuvimos la oportunidad recientemente de volar entre España y Brasil con Iberia. El presente texto es un relato de nuestra experiencia en un vuelo de ida y vuelta en clase turista.
1. La «nueva» Iberia
La empresa española ha pasado por una fase de reformulación de sus servicios, con un cambio de imagen y una nueva propuesta en sus vuelos entre España y Brasil. Los lectores más veteranos de De viaje a Brasil saben que durante muchos años la aerolínea que elegimos para volar entre Brasil y España, cuando vivíamos en Sudámerica, fue Iberia. Después de una sucesión de experiencias negativas, pusimos fin a esa experiencia y durante más de una década escogimos principalmente a TAM para volar entre Brasil y España.
Con la nueva propuesta de Iberia, y ahora ya viviendo en España, decidimos que valdría la pena tomarle el pulso a la reformulada propuesta para poder juzgar hasta qué punto eran reales los cambios con respecto a la no muy recomendable experiencia de volar con Iberia de nuestro pasado.
2. Compra de los billetes
Compramos los billetes directamente en la página de Iberia. La página tiene un diseño limpio y funcional y el proceso de compra transcurrió sin ningún incidente. No tuvimos ningún problema para comprar un billete «open jaw» (cuando el viaje de vuelta al punto de partida se hace a partir de un lugar diferente del destino del vuelo de ida; llegamos a Brasil por Río y nos volvimos por São Paulo).
Si quieres elegir tu asiento, Iberia te va a cobrar por hacerlo. Si decides no pagar, cuando se abra el plazo para hacer el check-in online, se te asignarán dos asientos automáticamente. Si no fueran de tu agrado, tienes la opción de cambiarlos pagando por ello. En nuestro caso, éramos dos y se nos asignaron, tanto a la ida como a la vuelta, asientos en los laterales del avión. No sentimos la necesidad de cambiarlos.
Un aspecto de la compra online que nos produjo mucha frustración fue que, en el momento de realizar la compra, indiqué que quería que los puntos acumulados durante el vuelo fueran asignados a mi tarjeta de fidelidad de American Airlines. Solo que cuando llegó la tarjeta de embarque, los puntos venían asignados a mi tarjeta de fidelidad de Iberia, hecho en el que no reparé hasta después de realizados los vuelos. Atención si eres de las personas que te preocupas por concentrar los puntos que sumas volando.
VUELO DE IDA: MADRID/BARAJAS – RIO DE JANEIRO/GALEÃO
3. Web check-in
Realizamos la facturación online (web check-in) en el plazo permitido por la aerolínea. El proceso fue rápido y fácil. Imprimimos la tarjeta de embarque y también aprovechamos para imprimir las tarjetas de equipaje, una opción que se nos ofreció durante el proceso de facturación. El diseño de las tarjetas de equipaje incluye varios rectángulos negros que pueden suponer una sangría para el que use una impresora de chorro de tinta. No volveremos a imprimir esas tarjetas en casa.
4. Facturación en el aeropuerto
La facturación fue tranquila. Llegamos con bastante antelación y casi no había fila en los mostradores.
Existe una fila exclusiva, claramente identificada, para aquel que llega a la facturación con las tarjetas de embarque impresas. El proceso de facturación fue muy rápido. Solo que la impresión en casa de las tarjetas de equipaje no sirvió para nada, la empleada de Iberia encargada de facturar nuestro equipaje nos explicó que se habían quedado sin los plásticos que sirven para guardar las tarjetas de embarque impresas en casa, y procedió a imprimir las tarjetas tradicionales ella misma. Realmente, nunca más imprimiremos las tarjetas de embarque en casa. Más tarde descubrimos que en Barajas hay unos tótems de Iberia donde es posible imprimir tanto las tarjetas de embarque como las de equipaje, agilizando los trámites de facturación.
5. Embarque
La fase previa al comienzo del vuelo no fue de las mejores, con una sucesión de incidencias que nos hizo temer que no íbamos a conseguir ver rastro alguno de la nueva Iberia. El vuelo salió con un retraso de una hora. La puerta de embarque fue cambiada y cuando llegó la hora de embarcar, el embarque fue realizado sin respetar ninguna prioridad y sin formar filas. Fue un sálvese quien pueda.
El desplazamiento hasta el avión fue realizado en autobuses. Era un día de calor en Madri y el aire acondicionado de los autobuses no funcionaba. Conforme nos aproximábamos al avión descubrimos que no sería en este vuelo de ida cuando tendríamos la ocasión de probar en toda su extensión los servicios de la nueva Iberia: el avión que nos iba a llevar a Brasil era de la «antigua Iberia».
6. «Vieja» Iberia
Enseguida vimos un paisaje ya familiar de asientos sin entretenimiento individual y con una gran pantalla de televisión en la parte delantera de nuestra sección de clase turista.
7. El vuelo
Para ser justos, nada más sentarnos en nuestros asientos nos dimos cuenta de que la comodidad de los mismos es superior a la que se puede encontrar en competidores directos de Iberia como Air Europa (la sensación de volar en una lata de sardinas asociada a esta última no se repite en el caso de Iberia).
La tripulación recibió a los pasajeros de forma cordial, cordialidad que se reprodujo durante todo el vuelo. En ningún momento se pidió disculpas por el considerable retraso en la salida del vuelo ni se informó del horario de llegada en Río (retraso que para nuestra frustración nos obligaría a cancelar un compromiso en Río de Janeiro). Nueva Iberia versus vieja Iberia.
Al poco de salir se repartió una bolsita con auriculares, que Iberia entrega de forma gratuita. No se entrega ningún otro tipo de agrado para los pasajeros, como hace la competidora TAM.
Desconocemos la razón, pero la ruta que siguió el avión a camino de Brasil no pasó por encima de las Islas Canarias, sino que atravesó el continente africano, pasando por encima de Marrakech y el desierto del Sáhara hasta salir al Atlántico a la altura de Senegal. Disfrutamos de vistas hermosas del desierto.
Al tratarse de un vuelo diurno, se nos sirvió una comida a las pocas horas de despegar. Como ha ocurrido con otras aerolíneas, han ido desapareciendo pequeños ingredientes de las comidas servidas a bordo, pero Iberia, sin llegar al nivel de las aerolíneas asiáticas, continúa estando a buena altura a la hora de la comida, que puede ser acompañada por bebidas, incluyendo vino y cerveza.
A mitad de tarde se ofreció un pequeño sándwich acompañado de una bebida.
Antes de llegar a Río se ofreció una merienda fría.
VUELO DE VUELTA: SÃO PAULO/GUARULHOS – MADRID/BARAJAS
8. Web check-in
A la vuelta volvimos a realizar la facturación online (web check-in), sin ningún problema. Con la lección aprendida, elegimos no imprimir las etiquetas de equipaje.
9. Facturación en el aeropuerto
Iberia opera en la nueva T3 del aeropuerto de Guarulhos (aunque la tarjeta de embarque informaba incorrectamente de la terminal a la que deberíamos dirigirnos). La facturación fue tranquila. Llegamos con bastante antelación y casi no había fila en los mostradores.
10. Embarque
La salida del vuelo fue puntual. El embarque fue modélico, un ejemplo de cómo se debe organizar un embarque, agrupando a los pasajeros por filas, para evitar que el proceso de entrar en el avión se convierta en una desbandada de ganado. Nos gustaría haber visto ese embarque bien organizado también en Madrid.
La entrada al avión se realizó directamente por un finger. Nada más ver el avión con la nueva pintura de Iberia por fuera (era de noche, no hicimos fotos) nos imaginamos que finalmente íbamos a tener la oportunidad de probar la «nueva» Iberia. ¡Acertamos!
11. «Nueva» Iberia
El Airbus que nos llevó de vuelta a España estaba equipado con la nueva configuración de asientos, cada uno de ellos equipado con pantallas de entretenimiento individual. Beleza! Asientos cómodos (dentro de las restricciones de la clase turista) y entretenimiento individual, ¡qué gran mejora!
El monitor está equipado con un puerto USB. También existe una toma de corriente en la parte inferior del asiento. Sin embargo, no conseguimos hacer que cargase los dispositivos.
El sistema de entretenimiento de Iberia es muy completo y cuenta con centenares de películas, incluyendo una representación muy decente de películas de estreno.
Al tratarse de un vuelo nocturno, fue servida una cena después de despegar de Brasil y un desayuno antes de llegar a Madrid.
12. Lo mejor y lo menos bueno
Lo mejor de los dos vuelos fue:
- haber realizado la compra y la facturación online en un sistema bien diseñado y fácil de usar.
- haber facturado tranquilamente el equipaje en los dos aeropuerto que usamos.
- volar en los aviones reformados de Iberia equipados con entretenimiento individual.
- asientos cuya comodidad iguala a parte de la competencia (TAM) y supera por goleada a otra (Air Europa).
- constatar una significativa mejora en la actitud de las tripulaciones, sin que viéramos aquellos gestos torcidos que eran tan habituales en el pasado que llegaron casi a convertirse en la marca registrada de la compañía aérea.
Lo menos buen de la experiencia fue:
- la incertidumbre de no saber si vas a volar en una aeronave de las antiguas o de las nuevas.
- los pequeños detalles (errores en atribución de millas, embarque caótico, retraso sin explicación ni disculpas).
CONCLUSIÓN
Nos parece injusto evaluar una compañía aérea a partir de dos únicos vuelos. No nos gusta cuando lo hacen otros, y no queremos hacerlo nosotros tampoco. Sin embargo, sí que es posible compartir las sensaciones que nos produjo el contacto con el nuevo producto Iberia, siendo que fuimos usuarios frecuentes del antiguo producto, acabando dándole las espaldas ante tantos problemas presentados en el pasado.
En el lado negativo, es muy arriesgado lanzar una campaña de márketing para vender un producto «nuevo» cuando su extensión no está generalizada. Adelantamos ya que nos sorprendió positivamente la nueva Iberia, pero antes de recomendarla habrá siempre que hacer la salvedad de que la experiencia volando con la compañía puede cambiar mucho dependiendo de que te toque un avión antiguo o un avión reformado.
En el lado positivo, volvemos a repetir, nos gustó mucho la nueva Iberia. Con su estrategia de precios competitivos en la ruta España-Brasil (a veces consultamos los estratosféricos precios de la TAM y nos preguntamos si no se deben a algún error en el sistema) vuelve a convertirse, por lo menos para nosotros, en una fuerte candidata cada vez que buscamos vuelos para atravesar el oceáno. En la ruta directa São Paulo/Río de Janeiro – Madrid, en estos momentos, sería sin duda nuestra primera elección.
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Nota: esta es una evaluación de lo que fue nuestra experiencia volando con Iberia. Realizamos este viaje de forma anónima y pagando de nuestro bolsillo los billetes. Estamos publicando esta misma evaluación en lengua portuguesa en nuestro Espanha Total, la web en la que ayudamos a los brasileños que están planeando conocer España.
Pingback: voando entre o Brasil e a Espanha com a nova Ibéria - Espanha Total
Comparto vuestra opinión sobre la vieja y nueva Iberia en cuestiones de comodidad. Gran diferencia y para mejor. Es cierto que nunca sabes cual de las dos te va a tocar ya que la compañía parece priorizar los aviones de calidad para vuelos a América del Norte. Suelo volar a Brasil al menos dos veces por año, y aplaudo con las orejas cuando veo este nuevo espacio interior. Si que quiero romper una lanza en favor del personal porque salvo alguna rara excepción, me han hecho sentir más en casa tratándome con amabilidad y profesionalidad. Nada que ver con American o British en los viajes a USA.
Cruzar sobre Marruecos y el desierto es un aliciente más a un vuelo como este. Busquen ventanilla y disfruten con las vistas. Lo hacen así cuando se preveen turbulencias importantes volando sobre el mar. Así de simple.
Seguiré volando con Iberia. Saludos y gracias por vuestras recomendaciones
Muchas gracias por tu aportación, Benigno. Para nosotros, el cambio en la flota y la actitud de las tripulaciones ha sido lo suficientemente notable como para convertir un «Iberia nunca más» en un «Iberia puede ser». No sabía lo del desierto, en la cincuentena de veces que hemos debido atravesar el Atlántico nunca lo habíamos hecho por dentro de África, y mira que casi siempre pasamos por turbulencias bastante poco aptas para estómagos inquietos. Un saludo cordial.