los precios en Brasil, por las nubes

Me contaban el otro día que en la inexplicable reedición que Callejeros Viajeros hizo de su programa sobre Río un vendedor ambulante aparecía en un plano dándole una estocada no intencionada al turismo en su ciudad: «díganles a los españoles que Río no está tan caro». No es lo que piensa la prensa, tanto nacional como internacional.

Ya tenía prevista una entrada a respecto de lo prohibitivo que se está volviendo Brasil para el turista extranjero cuando me encontré en el interesante blog El hispanocarioca una entrada sobre el artículo que publicó la revista O Globo sobre los precios en Río. Río por las nubes, venía a decir.

En su portada se lee, a respecto de los precios en Río de Janeiro:

Corte de pelo más caro que en Londres.
Croissant más caro que en París.
Bellini más caro que en Venecia.
Cupcake más caro que en Nueva York.
Cine más caro que en Madrid.
Alquiler de bici más caro que en Amsterdam.
Clase de yoga más cara que en Hollywood.
Gimnasio más caro que el Madonna en Ciudad de México.
Excursión a los pies del Cristo Redentor más cara que el barco a la Estatua de la Libertad.
Subir al Pan de Azúcar más caro que llegar al último piso de la Torre Eiffel.

Pasemos a otra fuente. Este es el ranking de ciudades más caras del mundo elaborado por XPatulator. Tiene en cuenta el coste de vida y en su edición de abril de 2011 las siguientes 15 ciudades encabezan la lista de urbes más caras del mundo:

1. Tokio (Japón)
2. Caracas (Venezuela)
3. Hong Kong (China)
4. Ginebra (Suiza)
5. Zurich (Suiza)
6. Osaka (Japón)
7. São Paulo (Brasil)
8. Nagoya (Japón)
9. Vaduz (Liechtenstein)
10. Oslo (Noruega)
11. Río de Janeiro (Brasil)
12. Sydney (Australia)
13. Yokohama (Japón)
14. Brasilia (Brasil)
15. Canberra (Australia)

Tres ciudades brasileñas aparecen entre las 15 ciudades con el mayor coste de vida del mundo.

Como si la Embratur no tuviera ya una legión interminable de problemas para intentar vender Brasil como destino turístico. Ni los propios brasileños están tomándose las vacaciones en su propio país (Turistas brasileiros gastam US$ 4,7 bi no exterior em 2011), batiendo récord tras récord de salida de divisas y de turistas al extranjero.

Esperemos mejores tiempos para el turismo extranjero en Brasil. Lo que está claro es que ni el mundial de fútbol ni los Juegos Olímpicos pueden permitirse el lujo de convertir un país caro para el turismo extranjero en un país prohibitivo.