medusas [aguavivas, aguamalas]

Últimamente estoy dosificando bastante las alertas sobre cuestiones sanitarias o de seguridad porque no siempre son bien entendidas. Pero en este caso me ha parecido que vale la pena llamar la atención sobre el problema que está ocurriendo en un buen número de playas del país.

Muchos bañistas están resultando heridos al contacto con medusas [aguavivas o aguamalas dependiendo de la región de América Latina de la que vengáis] en playas de las regiones sur y sureste de Brasil. Son lugares en los que, en algunos casos, no había registros históricos de la presencia de medusas, que estarían llegando ahora como consecuencia de la elevación de la temperatura del mar resultado a su vez de ese calentamiento global que todavía hay gente que se empeña en negar.

Los casos están concentrados en los estados de São Paulo, Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul, aunque se han registrado incidentes en otras partes del país (como en el litoral norte de Pernambuco y Espirito Santo). En São Paulo 477 personas han resultado heridas en Mongaguá y 303 en Praia Grande. Ya se han encontrado medusas en Guarujá aunque no ha habido heridos.

En Paraná, los bomberos están registrando una media de 60 casos diarios, en Pontal, Caiobá, Guaratuba y Barra do Saí.

En Florianópolis ha habido heridos en las playas de Joaquina y Praia Mole.

En las playas del estado de Río Grande do Sul se ha registrado en los últimos 10 días una media de 540 casos por día. Nova Tramandaí y Capão da Canoa son algunas de las poblaciones afectadas.

Como casi siempre, lo más importante es estar informados. Preguntad si hay problemas con medusas (água-viva en portugués) en la playa en la que os encontráis disfrutando de las vacaciones. La caravela, que aparece en la foto que ilustra está entrada, es una de las más comunes y venenosas (en realidad no es una medusa sino una colonia con cuatro tipos de pólipos).

En caso de picadura, y si ha quedado algún tentáculo pegado, hay que retirarlo con cuidado. Es muy importante no frotar la herida, porque puede quemar la mano. Y no lavar la región con agua dulce, que puede romper las células que quedaron y extender todavía más el veneno. Hay que lavar la zona con agua salada. Aplicar una bolsa de plástico llena de hielo durante un cuarto de hora, que hace que el veneno pierda su efecto y evita que llegue el riego sanguíneo a la zona. Para evitar que se infecte la herida conviene aplicar un antiséptico con tintura de yodo.

Recordad que las medusas no atacan, pican cuando entramos en contacto con sus tentáculos. Y que son especies que desempeñan un papel beneficioso en el ecosistema marino. Si están apareciendo ahora en lugares donde no las habíamos visto antes, es como resultado de cambios provocados por nosotros, los seres humanos.

Un texto muy interesante sobre el tema, del que he extraído algunas de las informaciones generales contenidas en esta entrada, es la entrevista con el biólogo marino especialista en Medusas Josep-María Gili que podéis leer en: «El aumento de las medusas es más que probable y no hay estudios serios sobre el tema».