Niemeyer cumple cien años

Mañana cumple cien años el arquitecto Oscar Niemeyer, uno de los brasileños con mayor proyección universal [entrada en la Wikipedia].

Su obra está repartida por todo el país (además de buena parte del extranjero), y encontraréis excelentes ejemplos de la misma en Belo Horizonte, Brasilia, Curitiba, Niterói, Río de Janeiro o São Paulo, entre otros lugares.

La página web de la Fundação Oscar Niemeyer es un buen punto de partida para conocer mejor la obra de Niemeyer. En la sección Arquitectura se puede contemplar un sucinto catálogo de sus trabajos.

Las fotografías que ilustran esta entrada corresponden a la iglesia de San Francisco de Asís en la laguna de la Pampulha, en Belo Horizonte. El conjunto, en el que también trabajó otro ilustre artista brasileño, Cándido Portinari (fallecido en 1962), quedó listo en 1943 y le valió numerosas críticas de la jerarquía católica, que se negó a consagrar la iglesia. La iglesia ya contiene lo que será una de las marcas registradas del trabajo de Niemeyer, las líneas sinuosas modelando el cemento.

En la primera fotografía se puede apreciar el precario estado de conservación que presentaba lo que era una importantísima pieza del patrimonio artístico brasileño. La iglesia fue restaurada en 2005, después de nuestra visita, con el apoyo de la iniciativa privada.

Felicidades al veterano maestro.

P.S.: si alguien sabe de alguna página en Internet que contenga un listado fácilmente accesible y actualizado de las obras de Niemeyer en Brasil, que me lo haga saber, por favor. Entro en la página del Ministerio de Turismo brasileño – ese que está haciendo más que nunca por la promoción de Brasil – busco «Niemeyer» y no me aparece ningún resultado. Si alguien quiere saber cómo se trabaja de forma impecable un producto cultural de cara al turismo, que echen un vistazo a la página dedicada a Charles Rennie Mackintosh, indisolublemente ligado a la ciudad de Glasgow en Escocia. Acercar la obra de Niemeyer al público sería un buen regalo de cumpleaños. Como veréis, ideas sobre qué hacer con la promoción del turismo en Brasil no faltan, qué pena que estén en manos de gente que no tenemos recursos para ponerlas en marcha. ¡Se podría hacer tanto con tan poco!