¿Aboliendo el gerundio?

La historia ha aparecido en varios medios de comunicación en español, especialmente a partir de una nota de la agencia EFE: Brasilia prohíbe los gerundios (El País).

Un buen ejemplo de confusión por partida triple.

Por un lado, la ridícula decisión del gobernador de Brasilia lanzándose a legislar sobre algo que no le compete. La lengua es patrimonio de sus hablantes, aunque políticos y academias nos hagan creer lo contrario. Sobre la lengua no se legisla. Se observa y se estudia, se analiza y se interpreta. Se describe. El gobernador de Brasilia toma el relevo de Aldo Rebelo, fiel escudero de Lula, y autor de una nefasta propuesta prohibiendo el uso de extranjerismos en el portugués de Brasil (propuesta que nunca llegó a ser aprobada). ¿Os imagináis un Brasil sin shoppings?

La segunda confusión es natural cuando un no lingüista se mete en camisa de once varas: acaba pasando lo que ocurrió en Brasilia. El gobernador confundió el todo con la parte: cuando se refiere a «gerundio» en realidad quiere decir la construcción «estar» + gerundio, bastante común en el portugués de Brasil, y detestada por los puristas («estaremos encaminhando uma resposta…», «estaremos estudando sua proposta»). Confunde una estructura formal irreemplazable en la lengua portuguesa que se habla en Brasil con el mencionado uso del gerundio detrás del verbo estar en infinitivo. Ésta es la forma que se quiere combatir, que no tiene un equivalente directo en castellano. El gerundio de «estou estudando«, «estou tomando banho» es irreemplazable en el portugués de Brasil (una de las diferencias más notables con el portugués de Portugal en lo que se refiere a la utilización de los tiempos verbales).

La tercera confusión sale de la cabeza del periodista de EFE, que no tiene los suficientes conocimientos de la lengua portuguesa como para darse cuenta de la metedura de pata del gobernador y explicar la falta de equivalencia entre el gerundio que se quiere abolir en portugués y el de la lengua castellana.

Scroll al inicio