Discurso de Lula a la nación

El presidente Lula se dirigió anoche a la nación, en su primera manifestación pública tres días después de la tragedia de Congonhas. El presidente no ha visitado ni el lugar del accidente ni a las familias de las víctimas. Curioso, porque comenzó su discurso diciendo que tenía «el corazón sangrando» y que «ahora es el momento de dar todo el cariño y apoyo a madres, padres, hijos, parientes y amigos» de las víctimas de la tragedia.

Anunció una serie de medidas, que pasó a comentar a continuación. A alguno le puede resultar interesante comparar mi análisis con el texto ufano publicado hoy en El País (Lula habla a la nación y anuncia la construcción de un nuevo aeropuerto en São Paulo), en su característico estilo «superhombre Lula resuelve todos los problemas».

  • disminución del número de vuelos en Congonhas y restricciones al peso de los aviones. Lo que significa que aviones de mayor tamaño van a dejar de operar en Congonhas. La idea es que Congonhas se centre en el puente aéreo con Río y en los vuelos regionales de corto alcance.

Medida lógica que debía haber sido tomada hace mucho tiempo. Se permitió que el tráfico aéreo en Congonhas creciera descontroladamente sin que la infraestructura del aeropuerto acompañase ese crecimiento.

  • «Fortalecimento» de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) para que «actúe más eficazmente en la defensa de los intereses de los usuarios».

Esta medida es cómica. La ANAC es una agencia más creada en 2006 para poder repartir cargos entre militantes del partido y aliados. Connivente con las fechorías perpetradas por las compañías aéreas en casi un año de caos. Y si no, atención al dato. Desde que la ANAC fue creada, las compañías aéreas han pagado multas por valor de R$90.000 (aproximadamente 34.000€). Solo para tener un punto de comparación, en el primer trimestre de este año la TAM registró beneficios de R$52,9 millones (aproximadamente 20 millones de euros). Esto, después de meses de caos, retrasos, cancelaciones, maltrato a los pasajeros. La ANAC tarda más de un año en multar a las empresas, lo que hace que los pasajeros no realicen denuncias. Y la ANAC solo actúa si hay una denuncia de los pasajeros.

Ah, ayer la cúpula de la ANAC fue condecorada con la medalla al mérito Santos Dumont, por haber prestado «destacados servicios a la aeronáutica brasileña». Desde el accidente del martes, ningún cargo de la ANAC se ha pronunciado a respecto del mismo. Ni para expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas.

  • «Intensificación» de las medidas de modernización del control de tráfico aéreo.

Esta medida es preocupante, porque no se puede intensificar algo que no existe. Lo que estamos viendo es una situación de abandono y deterioro progresivo combinado con discursos rimbombantes del gobierno. Hace un par de meses nos enterábamos, por ejemplo, que los controladores de vuelo habían dejado de utilizar el radar para controlar los vuelos sobre la Amazonia. El sistema estaba dando tantísimos problemas que el seguimiento de las aeronaves se realiza ahora por radio. No he elegido un ejemplo al azar. Fue un fallo del control aéreo sobre el Amazonas el principal causante de la tragedia del Boeing de la GOL el año pasado.

Tenía esta entrada publicada cuando entro en el periódico y leo que esta madrugada se ha producido un nuevo fallo en el sistema de control aéreo que cubre la región del Amazonas. Dos vuelos de American Airlines que iban de São Paulo a Miami tuvieron que hacer una escala técnica que no estaba programada en Manaus por culpa de esa avería.

  • Definición, em 90 días, del lugar de la construcción de un nuevo aeropuerto en la región de São Paulo.

Dentro de 90 días estaré de viaje, pero a la vuelta (habrán pasado ya 100 días) deberíamos tener ese anuncio. Una vez más, curioso anuncio, porque hace pocos meses el gobierno descartó por completo la posibilidad de construir un nuevo aeropuerto en São Paulo, con unas declaraciones del tipo «pueden ir olvidándose de cualquier proyecto al respecto, no hay dinero».

Una de las primeras medidas de Lula cuando llegó al poder fue anunciar la suspensión de las partidas presupuestarias destinadas a la construcción de la autopista de circunvalación de São Paulo, una infraestructura imprescindible para la ciudad y que se encuentra con un cuarto de recorrido completado, y el resto sin construir desde hace más de 6 años. Vamos a ver si ahora encuentra el dinero para el aeropuerto, para el tren de alta velocidad Río-São Paulo, y para unas cuantas cositas más.

El análisis de Lula de la crisis aérea fue bastante generoso: «nuestro sistema aéreo, a pesar de las inversiones que realizamos en la expansión y modernización de casi todos los aeropuertos brasileños, para por dificultades».

Un último comentario. Un senador (el mayor dinosaurio de la política brasileña, cacique todopoderoso, férreo defensor de la dictadura) y un diputado fallecieron ayer. Pasaron pocas horas entre su fallecimiento y el anuncio por parte de Lula de que ponía a disposición de sus familias aviones de las Fuerzas Aéreas brasileñas para desplazarse a Salvador y Natal respectivamente.

Los familiares de las víctimas de la tragedia del martes vinieron a São Paulo el miércoles en un vuelo de la TAM, para poder ayudar en la dantesca tarea de identificar a sus familiares entre los pedazos de cuerpos carbonizados que fueron recuperados de la escena del accidente. En realidad, no me sorprende que Lula no haya visitado a los familiares de las víctimas. Su presencia sería todo menos bienvenida.

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