Menos mal que escribí la última línea de la entrada anterior. Hoy se ha hecho público un asustador comunicado por parte de los controladores de tráfico aéreo brasileños – manifiesto anónimo, al no estarles permitida ningún tipo de manifestación en su condición de militares-. Además de anunciar el comienzo de una huelga de hambre en reivindicación de una solución inmediata a su precaria situación profesional (solución que pasa por la desmilitarización de la categoría, paso que Lula, al contrario que Kirchner, se resiste a dar), el manifiesto incluye dos frases, en letra mayúscula, realmente preocupantes:
«NO CONFIAMOS EN LOS APARATOS CON LOS QUE TRABAJAMOS. NO CONFIAMOS EN NUESTROS SUPERIORES»