[fuente: Folha de São Paulo y Estado de São Paulo]
Ayer fue el tercer día de atrasos generalizados en los principales aeropuertos de Brasil. Estos se deben a una huelga de celo encubierta de los controladores de tráfico aéreo, y a la insuficiente cantidad de personal trabajando en el aeropuerto de Brasilia, donde varios controladores están de baja médica desde el reciente accidente aéreo entre un Boeing de la GOL y un reactor particular.
El control de tráfico aéreo brasileño está en manos de las Fuerzas Armadas, y la mayor parte de los controladores, tanto civiles como militares, han sido formados en la Fuerza Aérea. Este mismo control desempeñó una parte muy importante, todavía no aclarada, en la inverosímil colisión en el aire que se convirtió en la peor catástrofe aérea de la historia brasileña.