Aire acondicionado en los autobuses

Si pensáis viajar en autobús en Brasil, ya sea en verano o en invierno, no podéis dejar de venir con un buen forro polar. Lo del aire acondicionado dentro de los autobuses brasileños de larga distancia raya en lo criminal. La temperatura a la que opera el sistema de aire acondicionado es capaz de enviar al más fornido y robusto al hospital con una grave pulmonía.

Estoy de acuerdo en el uso moderado del aire acondicionado cuando la temperatura exterior es elevada y el bochorno se deja sentir. Pero, ¿por qué narices hay que poner el aire acondicionado a tope cuando la temperatura fuera es de 24 grados? ¿Esa gente que aguanta 40 grados en la playa necesita 15 grados dentro del autobús? Hay veces en las que el frío es tal que uno tiene la sensación que el agua está comenzando a congelarse.

Y no os penséis que este problema queda circunscrito a los viajes de larga distancia, no. En Fernando de Noronha, por ejemplo, donde un minibús recorre la isla, el problema se repite. Sales de la playa mojado con la única compañía de bañador y toalla, y te subes a un autobús con el aire acondicionado a tope. Experiencia gélida donde las haya.

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