por quilo

Desconozco si se trata de una invención brasileña, pero el sistema del por quilo es una de las sorpresas agradables que el visitante se encuentra cuando llega a Brasil.

Para entender el sistema del por quilo, pensad en la tienda de chuches y frutos secos, en la que metes lo que vas a comer en una bolsa, lo pesas, y pagas en función de lo que marca la balanza. Se trata básicamente de eso, eliges la comida que quieres, la pones en el plato, lo pesas en una balanza, y pagas en función del peso que contiene tu plato.

No os será difícil encontrar un restaurante que funcione con ese sistema. Normalmente están identificados con un cartel «por quilo«, al que a veces le acompaña el valor por 100 gramos de comida: «POR QUILO: R$1,90». En este ejemplo, por cada 100 gramos de comida, pagaréis R$1,90.

Los restaurantes por quilo tienen la comida dispuesta en una especie de mesa central, en la que los alimentos se mantienen calientes. Con un plato en la mano, te vas sirviendo lo que más te apetezca. Cuando hayas acabado de llenar el plato, pasa por la balanza, donde te lo pesarán y te marcarán en un papel cuánto tienes que pagar.

Además de restaurantes por quilo, podéis encontrar este sistema en otros establecimientos, como heladerías. ¿Helado por kilo? Eso ya es demasié.