En vuestros viajes por Brasil es muy probable que no consigáis evitar el contacto con dos especies de la fauna local que pueden convertir unas vacaciones placenteras en un auténtico infierno. Se trata de dos especies de mosquitos ávidos de sangre dulce.
El primero es el pernilongo . Es el mosquito más común, y se encuentra en todas las regiones del país. Especialmente activo al amanecer y cuando se pone el sol. Le encanta el agua estancada.
El segundo es el temible borrachudo . Al contrario que el pernilongo, el borrachudo no consigue volar a gran altura, por lo que sus ataques se concentran principalmente en las piernas. Sus picaduras se diferencian de las del pernilongo por el punto de sangre que dejan, y por el intensísimo picor que producen. Esta sensación puede durar más de una semana. El borrachudo vive en zonas de bosque cerrado. Hay un destino turístico en Brasil famoso por la omnipresencia del bichito: Ilhabela, en el litoral de São Paulo.
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