La omnipresente caipirinha es una de las bebidas brasileñas más conocidas internacionalmente. Se prepara con lima, azúcar, aguardiente de caña y hielo picado.
Existen, además, innumerables variantes de la caipirinha. Una de las más conocidas es la caipiroska, que utiliza vodka en vez de aguardiente. Las tradicionales batidas, conocidas en muchos lugares también como caipifrutas, mezclan, además de aguardiente o vodka, zumo de frutas. Las mejores usan zumo de fruta natural; las de menos categoría usan pulpa de fruta congelada. Es toda una aventura deliciosa probar nuevos sabores y combinaciones improbables: batida de fresa, de cacahuete, de anacardo, de mango, de maracuyá. Por no mencionar las frutas tropicales que solo se encuentran en Brasil: acerola, cajá, graviola, pitanga, …
Como común denominador a todos estos cócteles hay que destacar que la facilidad con la que entran en el cuerpo generalmente es directamente proporcional al tamaño de la resaca que dan al día siguiente. Avisados estáis.