viaje por Arraial do Cabo, Cabo Frío y Río de Janeiro en abril de 2012

El Rincón del viajero del blog recibe hoy las fotos y textos de Pablo y familia, que viajaron por el estado de Río de Janeiro en abril de este año.

Se trata de una de las colaboraciones más detalladas y extensas que hemos recibido hasta la fecha en el blog y por eso queremos darte unas gracias muy especiales por tanta generosidad.

Para los que estén interesados en Arraial do Cabo y Cabo Frío, esos dos destinos son cubiertos en los epígrafes del 1 al 19. Río está abordado con detalle a partir del epígrafe 20.

Si como Pablo quieres enviar cualquier colaboración para esta sección del blog, usa la dirección que aparece en la página de contacto del blog.

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Aclaraciones previas

Esta reseña de viaje es simplemente una narración de nuestra experiencia en estos lugares del Estado de Río de Janeiro en Brasil, realizada con el cometido de poder colaborar con el resto de los lectores del Blog que tengan intenciones de visitar la región.

En este sentido el relato lo hemos confeccionado, diagramado y organizado en base a los “tips o dicas” que consideramos han sido objeto de consulta recurrente para cada uno de estos destinos.

Fecha del viaje: 04/04/2012 al 15/04/2012
Modalidad de presupuesto: “económico” casi “moderado”.
Edades de los viajeros: pareja joven, adulto mayor y un bebé (4 personas).
Destinos del Viaje: Arraial do Cabo, Cabo Frío, Río de Janeiro

1.Llegada al Aeropuerto Tom Jobim (Galeão) desde Montevideo

Nuestro destino inicial del viaje por la bella región de Los Lagos, en el Estado de Río de Janeiro fue Arraial do Cabo.

Para ello debimos volar desde Carrasco al Aeropuerto Galeão en Río de Janeiro (vía San Pablo) en vuelo de la compañía Gol.

2. Traslado desde Aeropuerto Tom Jobim (Galeão) a Terminal Rodoviaria Novo Río

En la salida de la zona de arribos del Aeropuerto se encuentra, además de los puestos de taxi, la parada del Bus 2018 de la empresa Real.

Si bien el destino final del 2018 es la zona denominada Alvorada, durante su recorrido pasa, entre otros lugares, por la Rodoviaria y por Copacabana.

Los buses son aptos para cargar el equipaje en sus bodegas, cómodos y tienen aire acondicionado. El costo del pasaje, independientemente del destino, es de 12 reales.

La primera parada que tiene el bus es la Terminal Rodoviaria Novo Rio.

El tiempo que tarda el bus desde el Aeropuerto a la Rodoviaria es de unos 40 minutos (obviamente el tiempo depende, como siempre, de las condiciones del tráfico al momento de tomar el bus).

Hay que avisarle con anticipación al conductor que vas a descender en la Rodoviaria pues de lo contrario (fue lo que nos sucedió a nosotros) pueden dejarte a unos 400 metros de la misma, que con el equipaje y el sofocante sol de Río pueden hacerse extenuantes. Además esta zona no es muy adecuada y pintoresca para andar caminando con todas tus cosas a cuestas. Si bien no nos ocurrió nada percibimos el ambiente de la zona como poco agradable para el turista (¡y eso que era pleno día!).

3. Traslado desde Novo Rio a Cabo Frío

Al llegar a la Novo Rio subimos por una escalera y fuimos en busca de los locales de venta de pasajes de la empresa de buses Autoviação 1001. Dar con ellos es muy sencillo ya que las ventanillas de venta son unas cuantas.

Nosotros teníamos pensado tomar el primer bus que nos sirviera de conexión para seguir con el periplo hacia Arraial do Cabo para de esa forma no perder tiempo en las esperas. Pero para nuestra sorpresa, en las ventanillas de la 1001 había una cola de gente que, sin exagerar, debía llegar a las 150 personas.

Por este motivo no pudimos conseguir pasaje para el bus que salía hacia Arraial do Cabo.

Cuando llegó nuestro turno sacamos boleto para el bus que iba hacia Cabo Frío ya que salía mucho antes que el próximo hacia Arraial do Cabo.

Es posible sacar el boleto ida y vuelta y como nosotros ya sabíamos la fecha de nuestro regreso a Río fue lo que hicimos.

El costo del pasaje desde Río de Janeiro a Cabo Frío fue de 38,39 reales y el de regreso desde Arraial do Cabo 33,89 reales (precio por persona adulta, el bebé no paga).

Los buses de la empresa 1001 son confortables mas el viaje hasta Cabo Frío nos resultó un tanto tedioso. Demoramos casi 4 horas para llegar a Cabo Frío.

Para los que suelen descomponerse en los buses es conveniente ir preparado dado que el viaje luego que se “sale” de la ciudad de Río de Janeiro, vía puente de Niteroi (panorámica excelente de la bahía de Guanabara), transcurre por una ruta que tiene muchas vueltas, subidas, bajadas.

Antes de llegar al destino el bus pasa por muchos pueblos y ciudades de la zona (San Pedro de Aldeia, Araruama, etc.) y pudimos contemplar los muy lindos paisajes que hay por allí.

4. Traslado desde Cabo Frío a Arraial do Cabo

Llegamos a una Terminal de buses en Cabo Frío, y fuimos hasta una plaza situada enfrente por la cual pasan los buses de la Salineira que viajan hacia Arraial do Cabo.

Esperamos unos minutos y tomamos el bus por 3,80 reales por persona.

El bus demora en llegar a la Rodoviaria de Arraial do Cabo unos 35 minutos.

5. Alojamiento en Arraial do Cabo

Nuestra estadía en Arraial do Cabo la pasamos en “Arraial Flats”. Conocimos el lugar por un comentario del Blog y luego de ver las distintas opciones de alojamiento consultamos su página Web.

Contactamos vía mail a Juárez, el muy gentil propietario que vive en la cima de los “kitchenettes” que conforman Arraial Flats, y solicitamos cotización para alojamiento de 3 adultos y un bebé. Nos cotizó 200 reales por noche (en cuanto llegamos le dijimos que íbamos a quedarnos por 7 noches y que pagábamos al contado y nos descontó una noche). Pagamos 1.200 reales por las 7 noches).

La reserva efectivamente la efectuamos vía mail y no tuvimos que pagar nada por adelantado; pagamos al llegar al lugar.

Los flats se encuentran frente a una linda placita llamada Euclides Soares de Aguiar (en la que los lugareños se juntan a jugar cartas, conversar y demás) y está a unos 400 metros de la Terminal de buses que está en el centro, a unos 300 metros de Praça do Cova y a unos 500 metros de la trilha a Praia do Forno. Arraial Flats tiene una muy buena ubicación, sobretodo para quien viaja sin auto como nosotros.

Cada flat tiene una cocina (con utensilios incluidos) con mesada tipo americana, heladera, TV por cable, una mesa con sillas, baño, armario, ventilador de techo, y un sofá (que al desarmarlo se obtienen los “colchones” que ofician de cama). Este último aspecto es quizás la única desventaja del lugar (más allá de la capacidad de personas que pueden alojarse con comodidad allí) dado que a algunos puede resultarle incómodo dormir sobre una colchoneta (cubierta por sábanas) sobre el piso.

Si bien el flat no tiene grandes lujos y no es demasiado espacioso, para aquellos que pretenden estar poco tiempo dentro de una habitación y pasar la mayor parte del día fuera, recorriendo y disfrutando de las hermosas playas podríamos catalogarlo como una muy buena opción de alojamiento. Además se debe tener en cuenta que Juárez es muy atento y siempre está a disposición para lo que necesites. Es sin dudas un gran anfitrión.

6. Praia Dos Anjos

Dos Anjos tiene cerca de un kilómetro de extensión.

Sobre la izquierda, según se mira al mar, se encuentra el Puerto y la zona de embarque de los pequeños barcos de pescadores. Sobre la derecha encontramos la playa propiamente dicha a la cual accede básicamente la gente local de Arraial do Cabo.

Si bien es una playa de aguas calmas y arenas blancas, por la cercanía del Puerto y el tránsito permanente de las embarcaciones muchos la indican como no apta para el baño. Como se ha comentado ampliamente en el Blog, es la playa menos interesante de Arraial Do Cabo.

7. Trilha a Praia do Forno

La trilha a praia do Forno nace unos metros antes, sobre la izquierda, de la entrada al puerto Dos Anjos.

Al principio el ascenso por el morro es un poco cansador ya que la subida es muy empinada, pero no presenta ningún peligro porque en ese tramo del camino hay unos cuantos escalones de piedras o adoquines que facilitan el paso. Sumado a ello en varias partes del camino hay una especie de “descansos” que permiten que uno recupere el aliento y siga adelante.

A medida que vamos subiendo es posible apreciar una linda vista panorámica del puerto Dos Anjos y también de parte del pueblo.

Más adelante el camino deja de presentar los escalones de piedras y se vuelve de tierra (firme), con pequeñas subidas y bajadas.

Luego de ese tramo llegamos a un lugar en el cual ya podemos divisar la playa, con mirador y un banco de piedra y hormigón incluido, desde el cual se obtienen las fotos panorámicas de la playa vista desde arriba que comúnmente vemos en las postales. La sensación desde allí al contemplar la hermosa playa es simplemente alucinante.

Para llegar efectivamente a la playa hay que seguir el camino, ahora en descenso.

El tiempo aproximado en el transcurso total de la trilha es de unos 15 minutos. La dificultad de la misma es muy baja (puede ser un poco más complicado si hubiera habido algunas lluvias recientes que hayan humedecido el tramo de tierra del camino). Para aquellos que viajan con niños les acoto que hicimos dos veces (ida y vuelta) la trilha cargando con mi hijo de año y medio, sin problemas.

Respecto de la seguridad, puedo decir que no observé nada raro y no sentí inseguridad alguna cada vez que realizamos la trilha. Es más, la mayoría de la gente que va a Forno lo hace por la trilha y no en barco.

Hablando de la playa propiamente dicha, que decir de Praia do Forno que ya no se haya manifestado antes… es un lugar ¡deslumbrante!

Es una ensenada, de mar calmo color turquesa, arenas finas y de más o menos un kilómetro de extensión. Es ideal para ir con niños así como también para practicar snorkel. Sobre la izquierda, según se mira al mar, hay buena sombra.

Cuenta con cuatro “chiringuitos” además de los diversos vendedores ambulantes que ofrecen sus productos (brochette de camarón o pescado 5 reales, coco rallado 4 reales, açaí 5 reales)

Los fines de semana y/o feriados va mucha (por no decir demasiada) gente. Para quienes gustan de la tranquilidad es más apropiado ir de mañana temprano, ya que normalmente luego del mediodía comienzan a llegar las distintas excursiones en los barcos de paseo y la sensación de estar en el paraíso se esfuma.

También es oportuno indicar que en horas cercanas a las 16:00, al subir la marea, la playa queda prácticamente sin franja de arena, al tiempo que a medida que el Sol se va poniendo por sobre el morro aumenta considerablemente la sombra sobre la arena.

Nos llamó la atención la cantidad de residuos que encontramos en la playa (en mayor medida sobre la arena pero también en el agua). No es que estemos hablando de un basurero, pero percibimos un poco de falta de conciencia de parte de la gente para poder catalogar a Forno como “libre de residuos”. Conversando con un “morador” de Forno (vive en una especie de casona que está al final de la playa) pudimos saber que la limpieza del lugar se ha visto distorsionada por la propia gente local, los vendedores ambulantes y las excursiones que dejan sus residuos, así como también por gente que llega a la playa en barco y muchas veces arma su campamento allí (sobretodo por las noches) y utiliza la arena como “cocina”. Según él, son los turistas los que más cuidan el tema higiene en la playa.

8. Excursión (Praia do Forno, Ilha do Farol, As Prainhas do Pontal, Gruta Azul)

La “típica” excursión en Arraial do Cabo puede realizarse por dos medios. Una es navegando en los escunas o barcos de gran porte que salen del Puerto Dos Anjos, y otra es viajando en los barcos de pescadores locales que son generalmente mucho más pequeños.

Para hacerlo en escunas es necesario ingresar al Puerto por lo que se debe pagar la tasa de 6 reales. En estos barcos realizan la excursión mayoritariamente los turistas que vienen de otros lugares de la zona (Búzios, Cabo Frío, Río de Janeiro). En ellos se ofrecen bebidas con y sin alcohol incluidas en el costo del paseo. Los escunas salen del Puerto repletos de gente.

En cambio, para efectuar el paseo en los barcos de pescadores no es necesario ingresar al Puerto (por tanto no hay que pagar ninguna tasa); sólo se debe ir hasta el “cais” de la playa Dos Anjos y concertar el precio del paseo con alguno de los propietarios de los barcos.

En dichos barcos viajan no más de 10 o 12 personas, por lo que el ambiente es un poco más familiar, con menos jolgorio que en los otros casos. Sólo alguno de ellos ofrecen bebidas con y sin alcohol incluidas en el precio como en los escunas. Estos, en su gran mayoría, únicamente tienen agua y regrescos.

Las salidas de los barcos, ya sean grandes o pequeños comienzan (casi como por ley) a las 11:00 hs. Es muy difícil conseguir algún barco que zarpe antes de esa hora. Es más, nosotros fuimos temprano para tratar de aprovechar el día, esperando lograr embarcarnos lo más pronto posible pero tuvimos que esperar que el barco se fuera completando con otros pasajeros.

Finalmente realizamos el paseo en un barco de pescadores de color verde denominado “Adelfhos”. El costo por persona fue de 30 reales, con agua y refrescos incluido.

Salimos de Dos Anjos a las 11:00 hs. y regresamos a las 15:30 hs. El paseo incluyó, en este orden: bar flotante en Forno (parada de 20 minutos para “mergulhar”), playa de la Ilha do Farol (parada de 45 minutos), salida hacia altamar vía Boqueirão (navegando frente a la Fenda de Nossa Senhora) para pasar frente a la Gruta Azul y parada para baño (15 minutos), visita a As Prainhas do Pontal (parada de 40 minutos) y por último praia do Formo (parada de 30 minutos).

Hay que tener presente que la gran mayoría de los barcos que realizan este paseo no ingresan a la Gruta Azul, sobretodo si el oleaje es fuerte y si se trata de barcos de un tamaño considerable.

La atención del capitán de nuestro barco y de su compañero fue excelente. Además de ser sumamente cordiales nos iban contando historias y características de cada uno de los lugares que íbamos visitando.

Este es un paseo que todo aquel que visite Arraial do Cabo no debe dejar de hacer.

9. Praia da Ilha do Farol

Como ya es sabido el acceso y permanencia en la Ilha do Farol está controlado por la Marina lo que en cierta forma posibilita que el visitante tenga la sensación de estar en una playa virgen y paradisíaca.

El color, claridad y temperatura del agua, el blanco intenso de sus arenas, la visual panorámica del Boqueirão, el Pontal da Atalaia y de As Prainhas conforman un escenario espectacular.

Una gran cantidad de barcos que realizan el paseo permanentemente están yendo y viniendo con los excursionistas, por lo cual en determinado momento la playa queda invadida de gente, al tiempo que se pierde la sensación de estar “en el medio de la nada”. A nosotros nos sucedió esto dado que realizamos el paseo el “viernes santo”. No obstante ello el lugar no deja de ser magnífico y de visita obligada.

Al respecto sugerimos que quienes puedan realizar este paseo lo hagan en día de semana ya que la cantidad de excursiones que salen desde el Puerto es mucho menor y uno puede disfrutar más tranquilo del lugar.

10. As Prainhas do Pontal da Atalaia

¡As Prainhas son bellísimas!

Están ubicadas al pie del morro del Pontal da Atalaia, prácticamente frente a la Ilha do Farol.

Son dos pequeñas playas separadas por una gran roca y que entre ambas tienen poco menos de un kilómetro de extensión. Al igual que la playa de la Ilha do Farol sus arenas son blancas, y sus aguas calmas extremadamente claras, color “Caribe”. Carece de lugares con sombra sobretodo desde la mañana hasta la media tarde.

En el lugar hay un par de chiringuitos que no cobran consumición mínima por el uso de las sillas y la sombrilla (nosotros sólo consumimos un par de latas de refrescos a 4 reales cada una y tuvimos todo el día, sin problemas). Sobre la izquierda, según se mira al mar, hay una pequeña duna de arena en la cual es posible practicar sandboard. Es un excelente lugar para practicar snorkel (es posible apreciar diversidad de peces a simple vista).

Cerca de las 15:00 hs. la marea sube y As Prainhas se transforman en una sola playa con muy poca franja de arena.

Para As Prainhas también aplica la sugerencia de visitarlas en día de semana para de esa forma encontrar el lugar casi “desierto”. Nosotros fuimos dos veces; en la excursión tradicional el “viernes santo” (repleto de gente, con barcos por todas partes) y en barco taxi el lunes siguiente a Semana Santa (muy pocos barcos desembarcando y ¡menos de 20 personas en toda la playa!).

11. Barco taxi a As Prainhas do Pontal

A As Prainhas do Pontal se llega de dos formas. Una es en coche o caminado por el morro y otra es en barco.

Dado que nosotros viajamos con un niño pequeño optamos por volver a ir a As Prainhas en barco.

Para ello fuimos hasta la playa Dos Anjos y coordinamos el traslado con uno de los barcos de pescadores (que salen para realizar el paseo completo). Transamos el precio del pasaje (solo de ida) en unos 10 reales por persona (había algunos que nos pedían 15 reales por persona solo ida) con el capitán del barco “Cristiane”.

Para la vuelta hay que estar atentos a los barcos que van llegando desde la Ilha do Farol o la Gruta Azul y pedir que te lleven de regreso al puerto. Dichos barcos, normalmente, regresan hacia el puerto entre las 14:00 y 15:00 hs. Nosotros regresamos en un barco llamado “Beleza natural”, que iba hacia praia do Forno y nos cobró 10 reales por persona. Luego de permanecer unos 30 minutos en Forno, nos dejó en el puerto.

11. Bajada/subida de As Prainhas do Pontal

Si uno opta ir a estas bellas playas caminando o en auto, debe bajar (y obviamente luego subir) a través del morro.

Parra ello hay dos opciones, separadas una de otra por unos 30 metros. Una es descender por una trilha empinada que está rodeada de vegetación y de muchas piedras. La otra es hacerlo por la parte del morro que no tiene vegetación (digamos que está a cielo abierto) que no por ello deja de ser sumamente empinado.

Una de las veces que fuimos a As Prainhas subí a la cima a sacar algunas fotos por la trilha cerrada y bajé por la de cielo abierto, y si bien hay que andar con cuidado no es imposible, para nada, recorrer el trayecto, aunque es recomendable tener un calzado apropiado para hacerlo (¡yo lo hice descalzo!).

Igualmente creo que es más adecuado hacer el recorrido inverso; esto es bajar desde el morro por la trilha cerrada y subir por la de cielo abierto.

12. Desde Praça do Cova a Prainha o Praia Grande caminando

Ir caminado desde el “centro” de Arraial do Cabo (más precisamente desde Praça do Cova) hacia Prainha o Praia Grande no es para nada complicado.

Para llegar hasta Prainha se toma la avenida Governador Leonel de Moura Brizola hasta llegar al cruce con la calle Jose Pinto de Macedo (hay unos semáforos allí y se divisa la Iglesia del Sagrado Corazón) Tomamos ésta última hacia la derecha y caminamos hasta dar con la playa.

El trayecto total desde Praça do Cova serán de unas 20 cuadras aproximadamente que se cubren en unos 25 minutos de caminata.

La mitad del recorrido transcurre por el centro comercial de Arraial do Cabo y el resto (el tramo por la calle Jose Pinto de Macedo) por una zona no tan comercial, de casas precarias, más humildes, dónde además se pueden ver todas las escalinatas de acceso a las viviendas de las personas que viven en lo alto del morro. No obstante ello no percibimos sensación alguna de inseguridad. Es más la mayor parte de la gente (local) que va a Prainha lo hace caminando por esta calle.

Prainha es una muy linda playa, con aguas de color azul turquesa, muy poco oleaje, y de arenas finas que tiene unos 1000 metros de extensión. La temperatura del agua es excelente.
En ella hay una gran variedad de “chiringuitos” que ofrecen sus servicios así como también varias opciones de esparcimiento (banana boat, kayak, etc.). Es frecuentada por familias siendo ideal para ir con niños.

Nosotros fuimos un día sábado temprano en la mañana y había poca gente. Acampamos en el chiringuito de “Tina & Gil” para hacer uso de las sillas y la mesa. Para poder hacerlo sólo te sugieren que consumas algo, pero no tienen una tarifa mínima de consumición o algo por el estilo. Es más vimos muchos cariocas que, si bien gastaron algunos reales en el lugar, consumían alimentos y bebidas que ellos mismos habían llevado a la playa.

Estuvimos en ese lugar desde las 10:00 hs hasta las 16:00 hs. y gastamos unos 20 reales en un par de latas de cerveza, refrescos y ensaladas de fruta.

A medida que fue transcurriendo la jornada la playa quedó repleta de gente y pudimos observar que, ya entrada la tarde, en algunos de los “chiringuitos” se iba armando clima de “fiesta” música y bailes de por medio.

Para ir a Praia Grande también debemos recorrer la Avenida Governador Leonel de Moura Brizola hasta el cruce con José Pinto de Macedo y doblar a la izquierda. Luego tomamos la Avenida Getulio Vargas hasta el cruce con la calle Epitacio Pessoa. Tomamos esta calle a nuestra derecha y luego de unos 400 metros llegamos a la playa. El recorrido desde Praça do Cova hasta ella se cubre en unos 30 minutos de caminata. Las calles Governador Leonel de Moura y Getulio Vargas son dos de las avenidas principales del pueblo y en ellas se encuentran los diversos locales comerciales, en tanto que sobre la calle Epitacio Pessoa (ya llegando a Praia Grande) encontramos varios locales de venta pescado, mariscos y otros frutos del mar.

Praia Grande es extensa, de arenas blancas, aguas claras y para mí gusto no tan heladas como muchas personas han manifestado. Al respecto podría decir que cualquier playa de Uruguay tiene la temperatura de sus aguas más baja.

Es una playa muy concurrida sobretodo por gente joven, en dónde se practican diversas actividades deportivas (fútbol, volley, surf, etc.).Está rodeada por unas hermosas dunas de arenas blanquísimas que muchas veces sirven de pista para que los buggy’s efectúen todo tipo de travesías.

En Praia Grande (más precisamente sobre la calle que da acceso a ella) hay una gran cantidad de bares que ofrecen bebidas y todo tipo de frutos del mar. Cada uno cuenta con su deck con vista panorámica de la playa y que permite contemplar los espectaculares atardeceres, en donde el Sol “se esconde” por debajo del mar. ¡Un verdadero espectáculo visual!

Durante nuestra estadía en Arraial do Cabo se estuvo celebrando el “14ª festival da Lula” que fue organizado por la Asociación de Pescadores de Arraial do Cabo. Praia Grande fue elegida como el lugar dónde se ubicó a los diferentes locales de venta de comidas, bebidas, artesanías, etc., y se establecieron los escenarios para la actuación de diversos artistas. Por tanto luego de cada atardecer el lugar estaba lleno de gente local y de turistas.

13. Cabo Frío (Praia do Forte)

Para ir a Cabo Frío desde Arraial do Cabo tomamos el bus B150 de la Salineira en la Terminal (está ubicada en pleno centro del pueblo sobre la Av. Governador Leonel de Moura Brizola). El costo del pasaje es de 3,80 reales.

Dado que íbamos a Praia do Forte nos bajamos en el final del trayecto (a la altura de la calle Joao Pessoa). El viaje hasta allí es de unos 30 minutos.

Tomamos dicha calle (hacia la derecha) y caminamos por ella aproximadamente unos 800 metros hasta divisar la calle Saturno (desde aquí ya se ve la playa). Luego recorrimos unos 200 metros más y llegamos a Praia do Forte.

Como era domingo la playa estaba totalmente repleta de gente y había muy pocos lugares disponibles en los innumerables “chiringuitos” que se establecen allí.

Nos sentamos en el primer lugar con sillas, mesa y sombrilla libre que encontramos. Luego de unos minutos de permanecer allí apareció una chica, que trabajaba en ese “chiringuito”, a decirnos que debíamos pagar un alquiler de 30 reales por las sillas, mesa y sombrilla o de lo contrario debíamos consumir (solo expendían bebidas) por esa cantidad. Como no teníamos ánimo de levantarnos y continuar la búsqueda de otro lugar para disfrutar de la playa, aceptamos sus condiciones (no muy convencidos) y nos quedamos. Me parece de mal gusto que te avisen que debes pagar por las sillas, mesa y sombrilla luego de que ya estás sentado; podrían tener algún tipo de cartel o aviso respecto del valor por hacer uso del lugar para que cada uno decida si se queda allí o no.

Praia do Forte es una playa extensa, con arenas blancas y de aguas de un color verde azulado que no tiene grandes olas. Es ideal para ir con niños. Por ella circulan muchísimos vendedores ambulantes ofreciendo todo tipo de comidas, bebidas o artículos para infantes. Además praia do Forte ofrece las más variadas opciones de esparcimiento (canchas de fútbol, voley, motos de agua, banana boat, etc.)

Regresamos a Arraial do Cabo en la Salineira que tomamos en una especie de Terminal que está ubicada en la Avenida Júlia Kubitschek a la altura de la calle João Pessoa y que es el lugar de dónde parten todos los buses de dicha empresa. Para llegar a ella desde la playa hicimos el recorrido inverso que en la ida.

El recorrido que hace el Bus 150 de la Salineira en Arraial do Cabo cuando viene desde Cabo Frío es el siguiente: Prainha, Praia Grande, costanera Dos Anjos, Praça do Cova, Rodoviaria.

14. Alimentación en Arraial do Cabo

Para comer recurríamos básicamente a los supermercados del pueblo “Só ofertas” y “Princesa”, excepto un par de veces que comimos en restaurantes o en bares locales.

Algunos de los precios del supermercado “Só ofertas” eran (abril 2012):

Yogur frutilla 900 gr – 3.25 reales
Bebida láctea frutilla 900 ml – 1.69 reales
Leche Parmalat descremada 1 lt – 2.59 reales
Naranjas 1 kg. – 1.45 reales
Bananas 1 Kg. – 1.43 reales
Mamão 1 Kg. – 1.60 reales
Manzanas 1 Kg. – 1.25 reales
Lasaña Calabresa 650 gr – 6.75 reales
Crepes rellenos 500 gr – 11.15 reales
Nuggets de pollo 300 gr – 5.45 reales
Pizza muzzarella 460 gr – 6.35 reales
Sándwich especial – 4.99 reales
Salame italiano 100 gr – 4.29 reales
Queso 100 gr – 2.51 reales
Requesón 200 gr – 2.59 reales
Pan de soja 380 gr – 4.85 reales
Bizcochos de coco 100 gr – 0.80 reales
Helado de crema 2 lts – 10.55 reales
Cerveza Skol 355 ml – 1.69 reales
Cerveza Antarctica 355 ml – 1.69 reales

Cuando comimos en restaurantes lo hicimos en la Choppería Conte Gril ubicado sobre la avenida Governador Leonel de Moura Brizola y en el Saint Tropez, que está en una de las esquinas de la Praça do Cova.

En el “Conte Gril” el menú del día (camarones a la milanesa, con ensalada de tomate lechuga, arroz blanco y papas fritas) costaba 15 reales.

Cuando cenamos en el Saint Tropez comimos: 11 bolinhos de bacalau, una casquinha de siri, risotto de lula (solo con esto hubiéramos comido bien las 3 personas), y 2 filetes de peixe (dorado) grelhados con porción de papas fritas. Bebimos dos jarras de jugo natural de naranja. Total pagado con propina incluida 150,70 reales.

En otra oportunidad, más precisamente el “viernes santo”, comimos en un bar local llamado “A dega fora d’ ouro” que está ubicado en la calle Epitacio Pessoa de camino (o regreso desde) hacia Praia Grande. Degustamos “bolinhos de bacalao” por 2,5 reales cada uno y unas exquisitas “pataniscas de bacalao” con aceitunas negras por 3 reales cada uno que fueron preparados en el momento por el simpático matrimonio propietario del local.

15. Lluvias

Durante nuestra estadía en Arraial do Cabo sólo tuvimos una llovizna un día a la tarde y lluvia fuerte durante toda una madrugada que por suerte amainó al llegar el día.

16. Seguridad

Más allá de la visual poco “turística” cuando uno va de camino a Prainha, del aspecto básicamente precario que se observa en gran parte del pueblo y de la humildad de su gente, características todas que pueden llegar a provocar cierta sensación de inseguridad en los viajeros, podemos decir que Arraial do Cabo es un destino bastante seguro.

17. Otras opciones de alojamiento

Recorriendo Arraial do Cabo vimos algunas de las posadas que se han mencionado en el Blog. Aquí hacemos un breve comentario de la impresión a simple vista que nos causó cada una de ellas:

  • Estalagem do Porto: buena ubicación, a 50 metros de la trilha a Praia do Forno, a 100 metros del Puerto, 150 metros de Praça do Cova, prácticamente frente a la Iglesia de Nossa Señora dos Remédios.
  • Rayer Land: buena ubicación, a 100 metros de Praça do Cova, a 300 metros de la Rodoviaria, a 300 metros de la trilha a Praia do Forno, a 300 metros del Puerto. La entrada y su recepción tienen muy buena pinta.
  • Capitão na areia: buena ubicación, a 100 metros de la trilha a Praia do Forno, a 50 metros de Praça do Cova, a 150 metros del Puerto. Excelente infraestructura y ambientación de las habitaciones. Consideramos que es un alojamiento de nivel medio – superior.

18. Opinión personal sobre Arraial do Cabo

Consideramos que Arraial do Cabo es un destino de Brasil ideal para, como decimos en Uruguay, “hacer playa”. Tiene todos los servicios indispensables para pasar unas excelentes vacaciones, sin el glamour e infraestructura de otros destinos, y con pocas opciones de esparcimientos nocturnas.

Si no fuera porque nos gusta conocer distintos lugares cada vez que tenemos oportunidad de viajar adoptaríamos a Arraial do Cabo como el destino oficial para nuestras vacaciones.

Si como nosotros, tus preferencias pasan por disfrutar todo el día de playas bellísimas, regresar a tu alojamiento, salir a cenar y listo, Arraial do Cabo es tu lugar.

19. Transfer Arraial do Cabo – Río de Janeiro

El viaje de regreso hacia Río de Janeiro lo íbamos a hacer, en principio, en bus de la empresa 1001, pero Juárez nos ofreció llevarnos directamente hasta nuestro alojamiento en Copacabana a cambio de los pasajes (que ya habíamos sacado por un total de 101,67 reales) y 50 reales más. Es decir que en total gastamos 151,67 reales para llegar desde la puerta de Arraial Flats hasta la puerta de “Morada Copacabana” ubicada en la calle Av. Nossa Señora de Copacabana en Río de Janeiro.

Llegamos a Río luego de cruzar el puente de Niteroi y accedimos a Copacabana vía Aterro do Flamengo.

20. Alojamiento en Río de Janeiro

En Río de Janeiro nos hospedamos en “Morada Copacabana”. Este lugar es un Bed & Breakfast que integra la red de alojamientos conocida en Brasil como “Cama e Café”. El lugar lo conocimos buscando opciones de alojamiento, navegando por Internet. No tiene página Web pero es posible obtener el mail de contacto a través de algunas las redes virtuales de búsqueda de alojamiento que existen.

Habitualmente solicitan para efectuar la reserva el depósito del 30% del costo total de la estadía, pero como nosotros tuvimos problemas para hacerlo desde Uruguay, los propietarios Ana y Beto muy gentilmente accedieron a que pagáramos todo al llegar al lugar.

Pagamos por 4 noches 826 reales, con desayuno incluido.

Morada Copacabana dispone de tan solo dos habitaciones para huéspedes. La nuestra contaba con una cama matrimonial, dos camas individuales, ropa de cama y baño, TV por cable, ventilador y ropero.

La casa tiene dos baños para uso de los huéspedes de los cuales uno era de uso privado nuestro (teníamos llave de acceso al mismo). El servicio incluía, aparte del desayuno, el uso de toallas y los artículos de tocador necesarios para la higiene personal (jabón, shampoo, etc.), frigobar y PC con acceso a Internet libre, libre acceso a la cocina y lavandería, portero 24 hs.

El desayuno no era abundante como puede llegar a serlo en las posadas pero estaba bastante correcto. Servían café con leche, café, té, jugos naturales de frutas, galletitas, mermeladas, pan, fiambres y frutas.

La ubicación es excelente. En el Nº 959 de la Avenida Nossa Senhora de Copacabana, cerca de supermercados, bares, farmacias, restaurantes, pizzerías, a 200 metros de la Avenida Atlántica y a 600 metros de Arpoador. Las estaciones de Metro o buses que llevar a lugares turísticos como son el Cristo Redentor o el Pão de Açúcar están prácticamente al lado del lugar.

El alojamiento cubrió nuestras expectativas, no solo por la ubicación y la relación costo – beneficio sino también por la calidez humana de Ana y Beto.

21. Alimentación en Río de Janeiro

En Río, al igual que en Arraial do Cabo, recurrimos a los supermercados para abastecernos de comestibles y demás, aunque en menor medida ya que el alojamiento tenía incluido el desayuno.

Teníamos un supermercado “Princesa” a la vuelta del Bed &Breakfast, sobre la calle Bolívar.

Algunos de los precios del supermercado eran (abril 2012):

Pollo asado 1 kg. – 14.90 reales
Arroz preparado 200 grs. – 2.18 reales
Yogur 850 ml – 6.89 reales
Pan de Viena (para frankfurters) 200 grs. – 2.18 reales
Frankfurters 300 grs. – 1.44 reales
Bizcochos de maicena – 2.38 reales
Jamón 200 grs. – 1.68 reales
Manzanas 1 kg. – 5.49 reales
Nuggets de pollo – 3.39 reales
Helado 2 lts. – 14.98 reales
Leche 1 lt. – 2.49 reales
Tarta 500 grs. – 15.90 reales

22. Lugares y paseos en Río de Janeiro

A continuación describimos datos de interés sobre los lugares que visitamos y los paseos que realizamos durante nuestra estadía en Río de Janeiro.

23. Copacabana

Copacabana es uno de los sitios turísticos más populares y emblemáticos de Río de Janeiro.

Comúnmente se la identifica como la franja costera del Océano Atlántico que se extiende desde el Fuerte de Copacabana hasta el morro de Leme y que enmarca la playa de Copacabana.

Ésta es mundialmente famosa y reconocida por su inconfundible calçadão marítimo y por los chiringuitos situados junto a él. A la playa acude mucha gente y se practican diversos deportes. Cuenta con buena infraestructura gastronómica y sus arenas la recorren cientos de vendedores ambulantes.

Pero Copacabana es mucho más que una playa. Para nosotros es el “corazón” de Río. El barrio en sí está lleno de hoteles, restaurantes, bares, discotecas y todo tipo de ofertas de ocio y servicios. Copacabana está todo el tiempo colmado de gente, locales y extranjeros, realizando las más diversas actividades que se puedan describir y mencionar.

Es un espectáculo aparte el que se da en cualquiera de los bares o pubs existentes por todo el barrio ante cada partido de fútbol. Allí los cariocas colman las instalaciones de cada lugar para ver por TV a su equipo y alentarlo de principio a fin. Festejan sus triunfos y se alegran con la derrota del tradicional rival.

Obviamente Copacabana es un sitio de visita más que obligada y que consideramos muy recomendable para todo aquel que llegue a Río de Janeiro recorrerla tanto de día como de noche.

24. Ipanema

Ipanema es otro de los barrios más famosos de Río de Janeiro. Moderna, elegante, con lugares que bien pueden catalogarse como de lujo. Dentro de ella se distribuyen una gran variedad de edificios espectaculares con jardines hermosos, restaurantes, cafés, discos, boutiques, tiendas comerciales, que sin dudas deben ser de lo más refinado de la ciudad, y tal vez del país.

Caminar por la Avenida Vieira Souto desde Arpoador hasta el Jardím de Alah, contemplando todo el tiempo el imponente morro Dois Irmãos, las playas de Ipanema y Leblon, y los hermosos edificios que se erigen a lo largo del camino, la muchedumbre sobre la playa, el movimiento permanente por las ciclo vías, fue un verdadero deleite. Recorriendo Ipanema obtuvimos una de las mejores sensaciones de nuestro viaje.

También vale mucho la pena adentrarse en el barrio y no sólo recorrer el calçadão sobre la playa. Nosotros lo hicimos, deambulamos por muchas de sus glamorosas calles (Av. Enrique Dumont, Barão da Torre, Visconde de Pirajá, etc.) y pudimos apreciar toda la belleza que caracteriza a la zona.

25. Arpoador

A diferencia de Copacabana e Ipanema, Arpoador no es un barrio, es una zona de visita muy recomendable que sirve de conexión entre estos míticos lugares.

Está ubicado sobre la margen izquierda (según se ve el mar) de la playa de Ipanema, junto al Parque Garota de Ipanema.

En esta parte de la playa se reúnen los surfistas dado que allí el mar presenta un oleaje bastante adecuado para la práctica de este deporte (en el lugar funciona una Escuela de Surf).

Sobre el extremo de la playa emerge la famosa Pedra do Arpoador, desde la cual se contemplan los espectaculares atardeceres de Río, en donde el Sol se va ocultando por detrás del morro Dois Irmãos. Al caer la tarde mucha gente acude al lugar a disfrutar de esta hermosa postal de la ciudad.

Desde nuestro alojamiento fuimos caminando por la Avenida Atlántica hasta el final en dirección al Fuerte de Copacabana. Luego tomamos la calle Francisco Otaviano a la derecha hasta el ingreso al Parque Garota de Ipanema. Luego de cruzarlo accedimos a Arpoador.

26. Lagoa Rodrigo de Freitas

Fuimos dos veces hasta la Laguna, y en ambas oportunidades lo hicimos caminando.

La primera vez fuimos luego de recorrer el “calçadão” de Ipanema y llegamos a la Laguna vía Jardím do Alah (es el límite entre Ipanema y Leblon); y en la otra la visitamos yendo desde la zona del Jardín Botánico, pasando por el Jockey Club y el Club de Regatas Flamengo.

Es un lugar muy concurrido, óptimo para el esparcimiento y para la práctica de deportes (sobretodo running, caminatas, ciclismo, gimnasia, regatas). En la zona una gran oferta de locales que ofrecen sus servicios gastronómicos. Desde allí se aprecia claramente el Corcovado y el Cristo Redentor, el morro Dos Cabritos y el morro de Cantagalo.

Para todos aquellos que tienen preferencia por el descanso al aire libre en un bello entorno la Lagoa Rodrigo de Freitas es ideal.

27. Corcovado y Cristo Redentor

El Cristo Redentor es, sin lugar a dudas, el icono por excelencia de Río de Janeiro. Por tanto el ascenso al Corcovado es una asignatura obligatoria para todo extranjero que “ponga un pie” en la ciudad maravillosa.

Nosotros pretendíamos realizar el paseo al final de la tarde para de esa forma no tener problemas con el sol de frente para las fotos, al tiempo que ello nos posibilitaba, no solo apreciar el atardecer desde allí, sino también, al caer la noche, ver toda la ciudad iluminada.

Llegamos a la estación de tren del Corcovado luego de hacer uso del conocido servicio de transporte “Metrô + Integração Expressa”.Tomamos el Metro en la estación Uruguaiana (porque veníamos de visitar la zona de Saara) y luego de unos 10 minutos de viaje nos bajamos en la estación Largo do Machado. Subimos a la superficie y tomamos el bus Integração Expressa 580 Largo do Machado/ Cosme Velho hasta llegar a la parada ubicada frente al acceso al Corcovado. El costo del servicio era de 4,15 reales.

Cuando llegamos había muchos micros y buses de excursiones y taxis por doquier. Por tanto, el lugar estaba repleto de turistas de todas las nacionalidades que uno pueda imaginar. Luego de sacar el ticket por unos 43 reales nos “pusimos en la cola” de espera.

Tomamos el tren que salía a las 17:00 hs. A medida que se va ascendiendo por el Corcovado, la temperatura ambiente disminuye al tiempo que aumenta la humedad. Antes de llegar a la cima ya es posible obtener unas lindas vistas de la ciudad.

Llegamos a la última estación del tren (luego de la salida hay un par de estaciones) y descendimos. Desde allí se puede acceder al Cristo Redentor por ascensor o por las escaleras.

Optamos por subir por las escaleras. A medida que íbamos subiendo notábamos que la visual era muy poca debido a la nubosidad que había. Cabe aclarar que ese día y a esa hora el cielo estaba despejado con muy pocas nubes. Es más, desde abajo el Cristo se veía claramente.

Llegamos a la cima y esperamos unos cuantos minutos para ver si las nubes se disipaban pero no tuvimos suerte. No sólo era imposible ver las panorámicas de la ciudad sino que ni siquiera era posible ver el Cristo Redentor. Triste pero cierto. Sentimos una gran frustración.

Bajamos por el ascensor hasta la estación de regreso, no para irnos, sino para resguardarnos de la humedad de la cima, que literalmente mojaba. Allí esperamos nuevamente que pasara “el mal tiempo” hasta que anocheció. En ese momento parte del Cristo comenzó a ser visible y muchos visitantes (incluidos nosotros) corrieron a la cima para poder verlo y retratarlo en sus cámaras fotográficas. Igualmente la visión del Cristo (ya iluminado) era tan poco nítida que ni valía la pena sacarle una foto. Ni hablar de poder ver algo de la ciudad; solo se divisaban algunas de las luces que la iluminaban. Para que tengan una idea del nivel de invisibilidad que había, como consuelo, tuve que sacarle fotos a los carteles que indican los lugares de Río de Janeiro que se divisan en cada panorámica.

Finalmente decidimos regresar, espera mediante del tren para el descenso. A medida que fuimos bajando por el moro, la nubosidad se fue disipando y al menos pudimos apreciar partes de la ciudad totalmente iluminadas. Una verdadera belleza.

Al respecto de la visibilidad en la cima del Cristo Redentor una persona que trabaja allí, y ante la inmensa desazón de los visitantes, nos manifestó que en esa época del año es muy usual que luego de la media tarde, incluso antes de que caiga la noche, se produzca este “fenómeno climático” independientemente de si el pronóstico del tiempo del día es de “cielo despejado”. Nos dijo que en esos días la mejor hora para subir era al mediodía.

En fin, luego de este percance (que ocurrió un ¡viernes trece!) decidí volver al otro día. ¡No me podía ir de Río de Janeiro sin poder ver las panorámicas desde la cima del Corcovado! Para evitar inconvenientes fui en la mañana. Sobre la Avenida Nossa Señora de Copacabana tomé el bus 583 con destino a Cosme Velho que por 2,85 reales me dejó en la puerta de ingreso al Tren. Compré (¡otra vez!) el ticket para subir en el tren que salía a las 09:00 hs.

Afortunadamente la visibilidad en la cima era excelente, excepto por algunas nubes pequeñas, y además había muy pocos visitantes. La desventaja de ir a esa hora es que se tiene el Sol de frente para sacar las fotos, sobretodo cuando se pretende retratar la bahía de Guanabara y el Pão de Açucar, pero ¡todo no se puede pedir!

Que decir de las vistas que se obtiene desde allí, son tremendamente impresionantes e ¡imperdibles! Es posible contemplar toda la belleza geográfica de Río de Janeiro, con sus morros y picos, sus playas, islas, y vegetación exuberante, la ciudad toda y sus alrededores.

A medida que fueron pasando los minutos comenzaron a llegar a la cima los sucesivos trenes y el lugar se llenó de gente.

En el Corcovado hay sanitarios, un par de lugares para sentarse a comer y/o beber, y unas tiendas de venta de merchandising del lugar (los precios son algo caros).

Para realizar el paseo sin prisa, con tiempo suficiente para apreciar las espectaculares panorámicas y sacar muchas fotos, sugerimos disponer como mínimo de 3 horas.

28. Pão de Açúcar

Para llegar al Pão de Açúcar, desde Copacabana, tomamos el bus 511 que tiene como destino el Barrio de Urca. El bus pasa por la Avenida Nossa Senhora de Copacabana y el costo del pasaje era de 2,85 reales.

Para estar tranquilos al subir al bus solicitamos al guarda que nos indicara donde debíamos descender para ir al Pão de Açúcar. Posteriormente notamos que esto no era necesario ya que al llegar a la parada el guarda indefectiblemente da el aviso correspondiente para todos los pasajeros (en el bus a menudo viajan muchos turistas).

La parada en cuestión queda sobre la Avenida Pasteur, a unos 250 metros de la entrada a la estación desde donde salen los teleféricos.

Nosotros optamos por ir temprano en la mañana para de esa forma evitar las aglomeraciones de gente y para no tener el Sol de frente al momento de sacar las fotos (seguimos la sugerencia de Tony). Para nuestra suerte esto nos dio resultado ya que no tuvimos que esperar para tomar el teleférico, arriba del Pão de Açúcar había poco visitantes y no tuvimos problemas con el Sol para las fotos.

El costo del paseo fue de 53 reales.

El viaje en teleférico es bastante rápido. Tiene una primera parada en el morro da Urca, en donde ya se obtienen muy buenas vistas de la ciudad. Aquí se encuentra la Praça dos Bondes en la que se exponen los “bondinhos” que se utilizaban en el pasado y las esculturas de las personas que idearon cada una de ellas, el Anfiteatro, el Espacio Bahía de Guanabara (es un área gastronómica y de esparcimiento) y un lugar donde se muestra la historia de los teleféricos a través de proyecciones.

Luego se vuelve a tomar el teleférico hasta el Pão de Açúcar propiamente dicho.

Las vistas desde la cima son extraordinarias (imagino que debe ser hermoso ver el atardecer desde allí). Las panorámicas de la bahía de Guanabara, el aeropuerto Santos Dumont, Niteroi, Flamengo, Botafogo, Praia Vermelha, Copacabana, Ipanema, el Corcovado, la geografía toda de Río, etc. no tienen desperdicio.

En la cima hay una tienda de souvenirs (para nada barato), y un local de venta de comidas y bebidas.

La visita al Pão de Açúcar es un bello paseo altamente recomendable para el cual sugerimos disponer de al menos dos horas.

29. Jardín Botánico

Luego de realizar el paseo en el Pão de Açúcar tomamos un taxi sobre la Avenida Pasteur que por 20 reales nos dejó en la puerta del Jardín Botánico.

El costo de la entrada era de 6 reales. Las personas mayores de 60 años que residen en cualquiera de los países integrantes del MERCOSUR tienen acceso libre. Es posible realizar visitas guiadas sin costo adicional.

Nosotros decidimos visitar el parque dado que no solo Tony sino también otras personas lo catalogaban como uno de los paseos imperdibles para hacer en Río de Janeiro.
Ingresamos por el portón de acceso Nº 920 sobre la Rua Jardím Botânico.

Caminamos por el callejón denominado Barbosa Rodrigues más conocido como el callejón de las palmeras (a cada lado del camino crecen intentando alcanzar el cielo las imponentes y majestuosas palmeras imperiales) hasta llegar a la Fuente de las Musas.

Luego nos dirigimos hacia el invernadero de las plantas insectívoras, comúnmente denominadas “carnívoras”. Visitamos también el Bromeliário, Orquidário, Jardín Mexicano, Jardín de los Colibríes, Cactário, Jardín Bíblico y el Jardín Japonés.

No obstante en al trayecto que se recorre de un lugar a otro es posible observar una infinidad de árboles y plantas de diversas especies y de distintas partes del Mundo, lagos, el río Dos Macacos y hasta una cascada.

Desde el lugar se puede apreciar claramente el Cristo Redentor.

Más allá de que uno no sea un especialista en botánica la visita al Jardín es un hermoso paseo, sobretodo para los amantes de la naturaleza y del disfrute de los lugares al aire libre. Realmente vale mucho la pena. Sugerimos disponer de 3 o 4 horas para poder recorrer una buena parte del parque sin tener que andar a las corridas.

30. Cinelándia (centro)

El centro de la ciudad, popularmente conocido como Cinelándia, es otro de los paseos recomendables para quien visita Rio de Janeiro.

Aquí encontramos, además de algunos de los tesoros arquitectónicos coloniales de la ciudad, los principales edificios que albergan la vida administrativa y financiera de Río. Por tal motivo circula mucha gente por esta zona, sobretodo durante la mañana hasta entrada la tarde.

Nosotros fuimos a Cinelândia desde Copacabana en Metro que tomamos en la estación Cardeal Arcoverde. El costo del pasaje fue de 3,20 reales. Luego de unos 15 minutos de viaje nos bajamos en la estación Cinelândia y al subir a la superficie salimos precisamente en la bella plaza Floriano. En sus alrededores se pueden apreciar muchos edificios, como por ejemplo la Biblioteca Nacional, el Centro Cultural de la Justicia, la Cámara Municipal de Vereadores, el Teatro Municipal, el Museo Nacional de Bellas Artes, entre otros.

En el centro también se encuentran muchas Iglesias (São Francisco de Paula, Nossa Senhora do Rosario e São Benedito, Nossa Senhora da Candelaria), Palacios (Tiradentes, Real e Imperial) y la famosísima Confitería Colombo. A esta última ingresamos para sacar un par de fotos (es precioso el lugar) y pudimos notar que los precios de los productos que se ofrecen no son para nada exorbitantes como uno quizás se podría imaginar.

31. Arcos de Lapa, Catedral Metropolitana

Luego de recorrer Cinelândia nos fuimos caminando hacia los Arcos de Lapa.

Desde la plaza Floriano yendo por Avenida Rio Branco hasta el cruce con la calle Santa Luzia, doblamos a la derecha (allí la calle toma el nombre de Do Passeio), pasamos por la plaza Mahatma Gandhi y posteriormente tomamos la Avenida Mem de Sá a la derecha. Luego de caminar unos metros ya divisamos el “Aqueduto do Carioca”, célebremente conocido como los Arcos de Lapa.

El lugar básicamente es una simple plaza, que tiene como vedette al impactante acueducto y desde dónde se puede divisar hacia un lado parte del barrio de Santa Teresa y hacia el otro la Catedral Metropolitana de São Sebastião.

A esta última, obviamente, también fuimos caminando por la Avenida República del Paraguay hasta llegar a la entrada a la misma (son unos 500 metros).

Vista desde afuera la arquitectura de la Catedral llama mucho la atención ya que se parece más a una nave espacial del tipo StarWars que a un lugar de culto religioso. Por dentro es más pintoresca ya que difiere bastante de la estructura “tradicional” de las Catedrales o Iglesias que estamos acostumbrados a ver, al menos en Uruguay.

33. Escalera de Selarón (Santa Teresa)

La “escadaria de Selarón” es una escalera de un par de cientos de escalones que conecta la zona de Lapa con el Convento de Carmelitas en Santa Teresa.

Es una escalera muy pintoresca producto de que el artista chileno comúnmente conocido como Selarón a lo largo del tiempo la ha ido adornando en su gran mayoría con azulejos rojos y con otros representativos de distintos lugares y ciudades de todo el Mundo.

Selarón vive en una casa humilde al lado de la escalera en dónde también funciona su atelier.
Usualmente se lo encuentra “trabajando” en la escalera, confeccionando nuevos mosaicos (de hecho nosotros lo vimos y fuimos a su atelier en dónde están a la venta distintos souvenirs y gráficos de sus obras). Es un verdadero personaje y a todo aquel que visita “su escalera” le pregunta “¿de dónde eres?” para indicarle en qué lugar de la misma se encuentra el o los azulejo/s que representan el respectivo lugar o ciudad.

Para llegar a la escalera, desde los Arcos de Lapa hay que tomar la Avenida Mem de Sá hasta el cruce con la calle Theotonio Regadas (prácticamente es la continuación de la calle Do Passeio) y doblar a la derecha. La escalera comienza en el cruce de las calles Theotonio Regadas y Joaquim Silva, y raramente se constituye la calle Manoel Carneiro.

34. Santa Teresa

Para llegar al barrio de Santa Teresa subimos por la escalera de Selarón, dado que el servicio del bondinho estaba suspendido. Al final de la escalera tomamos una calle muy empinada, a la izquierda.

Debido al calor sofocante que soportamos y el cansancio que nos provocó la caminata hasta allí sólo recorrimos parte del barrio (hasta un par de cuadras luego de la estación Largo do Guimaraes).

Santa Teresa es un barrio en donde predominan las calles de piedras, casas antiguas, y pintorescos bares y restaurantes donde es posible apreciar la bohemia que lo caracteriza. No obstante, más allá de las lindas vistas que se obtienen del barrio (las casitas de colores construidas en las laderas del morro enmarcan una bella postal de Río) y de parte de la ciudad, del perfil colonial y la falta de modernismo que se percibe, Santa Teresa no nos deslumbró. Igualmente es un paseo recomendable para el cual aconsejamos llegar en taxi o bondinho y no caminando dado que transitar por sus calles empinadas en un día de calor resulta extenuante.

35. Elevador do Cantagalo

El elevador do Cantagalo está ubicado en la calle Barão da Torre entre las calles Texeira de Melo y Jangadeiros, a unos pocos metros de la estación del Metro General Osório que se encuentra en la plaza del mismo nombre.

Se trata básicamente de un ascensor público y gratuito que es utilizado para subir y bajar por la gente que vive en lo alto del morro que le da su nombre. Nos enteramos de su existencia leyendo una guía de Río que había en nuestro alojamiento y que detallaba todos los “mirantes” de la ciudad.

Desde allí se obtiene una gran panorámica de algunos lugares interesantes de Río, como son el Cristo Redentor, el morro Dos Irmãos, la floresta da Tijuca, las islas Cagarras, etc.

36. Ferias (Av. Atlántica en Copacabana, Plaza do Lido en Leme, Saara)

En Río de Janeiro existen una gran cantidad de ferias de venta de artesanías, prendas de vestir, souvenirs, recuerdos, etc. Nosotros sólo recorrimos alguna de ellas.

Como nos alojamos en Copacabana todas las noches íbamos a la feria que se arma sobre la Av. Atlántica a la altura de la calle Xavier da Silveira (funciona todos los días luego de las 18:00 hs.) en donde se ofrecen todo tipo de recuerdos, souvenirs, prendas de vistir y algunas artesanías (lo que más vimos fueron pinturas sobre tela). Además de los puestos de venta acuden a ella muchos vendedores ambulantes, que se sitúan sobre el calçadão de la playa, que también ofrecen sus productos. Los precios de los diversos artículos no son caros.

Los días sábado al lado de la Plaza do Lido en la zona de Leme funciona otra feria, en la que predominan las artesanías de mediana buena calidad más allá de que también es posible adquirir recuerdos de Río, souvenirs o prendas de vestir diversas. Aquí los precios que se manejan tampoco son para nada exorbitantes. Para ir hasta la Plaza do Lido tomamos sobre la Av. Nossa Señora de Copacabana el bus 511 que va al Barrio de Urca (el mismo que usamos para ir al Pão de Açúcar) y que tiene parada en la plaza.

Saara es más que una simple feria barrial. Es una zona eminentemente comercial que ocupa unos cuantos metros cuadrados dentro de la cual se establecen varios cientos de locales comerciales que tienen a la venta todo tipo de artículos.

Las calles que delimitan Saara, por decirlo de alguna manera, son la Avenida Presidente Vargas, la calle Uruguaiana, la Avenida Passos y la calle Buenos Aires (en realidad Saara ocupa algunas cuadras más)

En Saara la oferta de productos supera ampliamente a los souvenirs, recuerdos o prendas de vistir. Podemos encontrar locales comerciales dedicados a la venta de muebles, flores artificiales, productos artesanales, juguetes, fotografía y video, material de confección, alimentos, artículos deportivos, calzados, iluminación, óptica, relojes, artículos de cama y baño, joyas, perfumes, artículos de fiesta, bijouterie, herramientas, papelería, lencería, etc.

Los precios de los artículos son accesibles, particularmente los recuerdos, souvenirs y remeras alegóricas a la ciudad y sus diversas atracciones, que son más bajos que los que se encuentran en otras ferias.

En la oportunidad que fuimos a Cinelándia accedimos desde allí a pie. En caso de ir desde Copacabana sólo se debe tomar el Metro y descender en la estación Uruguaiana.

37. Lluvias

Durante nuestra estadía de 4 noches en la “Cidade maravilhosa” solo llovió (fuerte) durante una madrugada pero afortunadamente en la mañana cesó.

38. Seguridad

Si bien nos manejamos con sumo cuidado durante toda nuestra estadía en Río, no sentimos sensación de inseguridad alguna. En la gran mayoría de los lugares turísticos (por no decir todos) y en las principales calles y avenidas es muy común divisar agentes policiales. De acuerdo a nuestra percepción en lugares como Santa Teresa o Lapa hay que estar más atentos aunque sea pleno día.

39. Traslado desde Copacabana al Aeropuerto Tom Jobim

Para ir desde el alojamiento en Copacabana hasta el Aeropuerto teníamos pensado recurrir al Bus 2018 que pasa por la Av. Atlántica.

Como nuestro vuelo salía hacia Montevideo a las 9:26hs. salimos bien temprano para no tener problemas con el tiempo.

Cuando nos dirigíamos hacia la Av. Atlántica, con todo el equipaje a cuestas, paró una camioneta tipo van cerca nuestro, y el chofer, que se percató de que éramos turistas, nos preguntó si íbamos al Aeropuerto. Inmediatamente le contestamos que sí y nos dijo que el nos llevaba (dentro de la van habían otros pasajeros) por el mismo precio que el boleto del bus, es decir 12 reales por persona. Accedimos de inmediato, dado que no teníamos que caminar los 200 metros hacia la Av. Atlántica con todo el equipaje y además evitábamos el tiempo de espera del bus.

Este tipo de camionetas van levantando (y por ende dejando) pasajeros durante el trayecto, y es mucho más rápido que el bus 2018. El único inconveniente es que el pasajero viaja con todo el equipaje encima, problema que nosotros no tuvimos porque habían muchos asientos disponibles que utilizamos para dejar nuestros bultos.

Llegamos al Aeropuerto sin problemas para tomar el vuelo de regreso a Uruguay.

40. Opinión personal sobre Río de Janeiro

No descubrimos nada si decimos que Río de Janeiro es una ciudad maravillosa. Pero efectivamente por más redundante que seamos es así.

Una ciudad de una geografía indescriptible y paisajes de ensueño, enmarcada por sus morros, el mar, sus playas y sus islas, sus edificios elegantes que contrastan con las innumerables construcciones precarias de sus favelas.

Solamente con conocer el Cristo Redentor y el Pão de Açúcar no se descubre Río. Todos los barrios y sitios de la ciudad tienen su encanto que bien valen la pena recorrer.

Hemos tenido la dicha de visitar muchas ciudades de todo el Mundo (Buenos Aires, París, Londres, Moscú, Estambul, El Cairo, entre otras) y nada se compara con Río.

Nos sorprendió sobremanera la amplia oferta comercial que impera en la ciudad (en todo sentido) superando incluso la que hemos visto en estas otras metrópolis. Por el lugar que vayas encontrarás alguna tienda, bar o restaurante. Movimiento todo el día y por todas partes conforman una de las características distintivas de la ciudad.

Río de Janeiro es un lugar para volver siempre.

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En DE VIAJE A BRASIL hay mucha información sobre los dos destinos visitados por Pablo.

La entrada principal sobre Río es destinos: Río de Janeiro. Si queréis hacer alguna consulta con respecto a ese destino podéis hacerlo en voy a ir a Río de Janeiro.

La entrada principal sobre Arraial do Cabo es destinos: Arraial do Cabo. Si queréis hacer alguna consulta con respecto a ese destino podéis hacerlo en Arraial do Cabo 2010-2013.

La entrada principal sobre Cabo Frío es enlaces: Cabo Frío.

1 comentario en “viaje por Arraial do Cabo, Cabo Frío y Río de Janeiro en abril de 2012”

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