Según un informe que acaba de ser presentado por la Carlson Wagonlit Travel, se espera que Latinoamérica lidere la subida de precios turísticos en 2013, y dentro del subcontinente, que sea Brasil la que lo haga de forma más destacada.
La empresa espera incrementos de precios en Brasil por encima del 10%. Esta claro que entre ahora y 2016, fecha de celebración de los Juegos Olímpicos de Río, Brasil no nos va a dar muchas alegrías en cuestión de precios. Si los hoteleros y el sector actúan con sensibilidad y atención a la coyuntura económica mundial, conseguirán contrarrestar esa carestía. Si, por el contrario, continuamos por la senda del enriquecimiento a corto plazo, como vimos en el lamentable episodio de Rio+20 (se terminó, por ahora, el culebrón de los precios de los hoteles en Río), el turismo internacional en Brasil va a acabar siendo un coto reservado para los que viven en los países vecinos.
Como recoge acertadamente el informe, son malas noticias también para los viajeros que tienen presupuestos apretados. Si al nulo apoyo institucional para la preparación de su aventura brasileña se une la falta de competitividad de Brasil en cuestión de precios frente a otros destinos mundiales que ofrecen atractivos a la misma, si no superior, altura que el país, nos encontramos ante un escenario en el que el viajero que no disponga de un generoso presupuesto viajero va a ser una rara avis en Brasil.
Queda también por ver cuál será el impacto real de esa subida de precios en el principal mercado emisor de turistas hacia Brasil que es Argentina, que para complicar más las situación vive un auténtico tsunami relacionado con los nuevos controles sobre las operaciones de cambio.