Brasil necesita nuevas estrategias para atraer más turistas extranjeros

carnaval 2009, Vai-Vai

La frase que encabeza la entrada no es mía y sí de la Organización Mundial de Turismo (Brasil precisa de novas estratégias para atrair turistas, diz OMT). Un día en el que cuente con el tiempo y el ánimo para hacerlo le voy a dar un repaso completo a todo lo que hay de equivocado en la promoción turística de Brasil en el extranjero -que no es poco-. Que conste ya de antemano que esas nuevas estrategias no pasan por la pirotecnia (gastarse dinero en un letrero luminoso o una parada de autobús donde se oye música brasileña no sería condenable si no fuera porque hay tantísimas cosas más básicas por hacer) y mucho menos por el plagio (todavía ninguna autoridad se ha dignado a comentar el plagio del que he sido víctima por parte de una web del gobierno brasileño).

Hace falta un cambio radical en la forma en la que es vendido Brasil, que necesariamente pase por entender la forma en la que el viajero del siglo XXI planea sus viajes. Todo indica que esa comprensión no existe. En un artículo reciente de O Globo se cita al presidente de la Embratur afirmando que internet es otro objetivo del organismo que preside, ya que la mayoría de los turistas decide en la red el destino de sus vacaciones. Y cita como ejemplo de las iniciativas de la Embratur en la red los vídeos panorámicos de los que hablamos en Brasil 360° Experience.

¿Eso es lo que la Embratur tiene para ofrecer en internet? Al turista le hace falta información práctica, veraz, actualizada y fácilmente accesible, algo que la Embratur no está ofreciendo. Las golosinas en forma de fotos y vídeos vienen después. Antes hay que explicar cómo se llega al destino (con una herramienta digna de búsqueda de horarios de transporte), qué se puede hacer en él, dónde alojarse (y cómo reservar ese alojamiento desde el extranjero). De lo contrario, Brasil se va a convertir en ese destino turístico que a todo el mundo le encanta imaginar sentado delante de su ordenador en casita.

Hasta que ese cambio no se produzca, el país se tendrá que conformar con aspirar a celebrar como si fuera un hito histórico haber igualado en 2011 la cifra de 5,4 millones de turistas que lo visitaron en el año 2000. Un «logro» conseguido cuando Brasil tiene todo a su favor, con la gran exposición a nivel internacional que le está dando la próxima realización del mundial de fútbol en 2014 y de los JJ.OO. de Río en 2016. Sin esa exposición, con un país mucho menor y una localización todavía más remota de los principales centros emisores de turistas, Argentina recibió en 2010 y 2011 más turistas extranjeros que Brasil. ¡Casi nada!

No falta trabajo mal hecho que precisa ser corregido urgentemente. La idea de que por este camino Brasil va a llegar a los 10 millones de turistas extranjeros en 2020 es más que wishful thinking. Es un chiste sin gracia.

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