la cara sórdida del turismo sexual en Brasil

Brasil no es destino del turismo sexual… existen países que lo son. Pero Brasil no lo es.

Marta Suplicy, no hace tanto tiempo, cuando todavía era ministra de Turismo.

El número de niños que recurren a la prostitución ha aumentado significativamente en el noreste de Brasil en los últimos años incentivado por el número de turistas extranjeros que viajan a Brasil en busca de relaciones sexuales.

Sara Carvalho, representante de la ONG Happy Child.

La realidad de Brasil como destino prioritario del turismo sexual a nivel mundial es un tópico que pone los pelos de punta al ministerio de turismo brasileño, cuya mayor contribución a respecto de esta realidad ha sido negar su existencia. Para desgracia de las autoridades, la prensa independiente se ha encargado de revelar una realidad dura y sórdida que echa por tierra cualquier pretensión de normalidad. Hace unos años un documental holandés provocó gran revuelo al revelar el funcionamento del turismo sexual y las redes de explotación de menores en Fortaleza y Río de Janeiro.

Ahora vuelve a hacerlo un trabajo de la británica BBC, exponiendo la impactante realidad de un país en el que la UNICEF calcula que son obligados a prostituirse 250.000 menores. ¡Un cuarto de millón de menores! La investigación de la BBC, titulada Brazil’s Child Prostitutes, muestra cómo los menores de edad están haciendo frente a la creciente demanda de prostitución por parte de los turistas que viajan a Brasil buscando sexo (Gran parte de la demanda de los turistas que viajan a Brasil en busca de relaciones sexuales la están satisfaciendo niños, reveló una investigación de la BBC). Según Chris Rogers, el periodista de la BBC autor del reportaje, Brasil ya está adelantando a Tailandia como destino preferido del turismo sexual mundial. En el programa se mencionan los chárters llenos de varones europeos que llegan al nordeste de Brasil. Si habéis charlado con gente de Fortaleza y otros destinos del nordeste tendréis una idea de cómo funciona ese turismo. Si no lo habéis hecho, basta apuntar que el turista compra en su país de origen un paquete que incluye bastante más que cama y hotel.

Para que la gigantesca maquinaria del turismo sexual funcione es necesaria la connivencia de las autoridades, especialmente de la policía y de parte del sector turístico. Un hotel de Fortaleza no puede presenciar sin reaccionar como un turista español pasa por recepción acompañado de dos niñas y sube a su habitación con ellas. Está connivencia se alimenta también de la política del avestruz del ministerio de turismo.

Me gustaría apuntar aquí que no estamos hablando de relaciones consensuales entre adultos, que son legales y sobre cuya moralidad entiendo que compete solo a las partes interesadas pronunciarse. Estamos hablando de explotación de menores, que es un crimen.

La representante de una ONG internacional que trabaja con víctimas de la explotación sexual, Happy Child International, declara a la BBC que «el número de niños que recurren a la prostitución ha aumentado significativamente en el noreste de Brasil en los últimos años incentivado por el número de turistas extranjeros que viajan a Brasil en busca de relaciones sexuales».

Brasil va a recibir el mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Es poco tiempo para intentar cambiar una realidad sangrante. Hay que apoyar a los que están trabajando para mejorar la vida de tantos niños víctimas de las redes de prostitución. Y dejar de pretender que Brasil y turismo sexual con menores involucrados son dos términos inconexos. El día que de verdad lo sean lo celebraremos por todo lo alto.

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