El fin de semana pasado visitamos durante dos días, en compañía de otro ilustre y querido bloguero, la cuarta edición del Salão do Turismo, organizada por el Ministério do Turismo brasileño en São Paulo. Una feria del sector turístico dirigida a dos tipos diferentes de público: el especializado que trabaja en el sector y el público en general que quiere saber más sobre las opciones de viajes por Brasil – no en vano el subtítulo de la feria era Roteiros por Brasil (rutas por Brasil) -.
Acudimos al Salão sin tener muy claro qué nos íbamos a encontrar. Nos deparamos con un evento en el que la parte destinada a los profesionales del sector transcurría entre bastidores, sin interferir demasiado con la parte abierta dedicada al público en general. A pesar de algunos pequeños problemas que comentaremos después, la impresión general que nos quedó después de dos días pateándonos los pasillos del Anhembi es que los organizadores consiguieron montar con éxito una fabulosa introducción a la increíble diversidad de destinos turísticos y pueblos y culturas que constituyen Brasil. La experiencia de pasear por el salón y encontrar gentes de todos los puntos cardinales del país nos hizo sorprendernos y admirarnos una vez más del gigantismo de este país.
Todos los estados brasileños estaban representados en la muestra a través de stands institucionales. Y cuando digo todos quiero decir eso, desde los más conocidos a los más remotos, como Rondonia, Roraima o Amapá. La calidad del material presentado por cada estado difería enormemente, y a nadie le debe sorprender que, en líneas generales, aquellos estados que necesitan una mayor divulgación (léase, los más remotos) hicieran un esfuerzo mucho más notable por divulgar sus atractivos que estados como São Paulo o Río de Janeiro.
Además de la representación institucional, había stands representando al sector turístico a través de hoteles y agencias de viajes. Esta división llegaba a producir confusión, uno acababa encontrándose información sobre, por ejemplo, Jericoacoara, en el stand del estado de Ceará y en un stand de las agencias de viajes de la región (en otra parte distante de la feria). En otros casos, no era fácil determinar qué era información institucional y qué era información comercial.
Junto con la abundante información sobre los destinos, el visitante a la feria podía disfrutar también de representaciones folclóricas tradicionales. Tuvimos la suerte de ver una rápida representación de bumba-meu-boi que nos puso los pelos de punta al recordar uno de los viajes más increíbles que hemos hecho hasta ahora por Brasil.
Además de las actuaciones folclóricas, una sección de la feria estaba dedicada a la artesanía popular, con talleres abiertos en los que el público podía ver a los artesanos trabajando y puestos en los que se podían comprar diversas y preciosas piezas de artesanía de todo el país. Ver a la artesana Durvalina trabajar con el capim dourado de Tocantins fue una auténtica delicia.
La gastronomía de las diferentes regiones brasileñas también tuvo una presencia notable. En una parte de la feria había stands de productores locales de diferentes delicias gastronómicas. Para comer, un restaurante buffet en el que por un precio fijo se podían degustar delicias de las cinco regiones brasileñas (la comida del Amazonas atrajo las filas más largas).
Elogiado el salón por la habilidad y capacidad de montar un fabuloso escaparate de los destinos brasileños, no podemos cerrar esta entrada sin hacer tres críticas que nos parecen relevantes:
- en la estrategia de estructuración del turismo brasileño, la palabra de moda es roteirização. Todo se ha convertido en rutas, el gobierno brasileño ha creado varios centenares de roteiros turísticos. Desde el punto de vista de la propaganda, tan querida a este gobierno, es una estrategia acertada, que le permite repetir machaconamente una y otra vez aquello de que «nunca antes se hizo tanto por el turismo brasileño». Pero en algún lugar me parece que se han olvidado del turista. En cierta forma, lo que se ve es una construcción de la casa por el tejado. Se le pone título a la ruta, y el turista, que se las arregle. Encontramos roteiros con nombres sugerentes, y cuando fuimos a buscar información, nos dimos una y otra vez de cabeza contra la pared. No hay información, no hay integración, no hay una estructura de apoyo para el turista en general – ya ni os digo para el turista extranjero -. Nos encontramos otro ejemplo excelente. El stand del estado amazónico de Acre estaba presidido por una fotografía gigantesca encima de la cual se leía: «Rota Turística Internacional. Amazônia – Andes – Pacífico». Cuando fuimos a pedir más información sobre las iniciativas de integración que ya se habían llevado a cabo, nos encontramos con una respuesta escéptica y realista: no hay nada.
- la divulgación de los destinos turísticos sigue pasando masivamente por el papel impreso. Toneladas y toneladas de papel que son generadas para la feria y cuyo destino más probable, en su gran mayoría, es la basura. No se trata ya de aliviar las espaldas y los hombros del que recorre el Salón cargado hasta los topes de variopintos folletos. El mundo en el que vivimos ha cambiado y no podemos seguir dándole puntapiés al medio ambiente como antaño. La alegría de la feria nos la dio el responsable de turismo de un estado brasileño que, cuando le solicitamos información, nos dio un DVD y una dirección en internet: «ahí encontraréis todo, incluyendo material para descargar». ¡Exactamente! La mayoría del público que acudió al Salón pertenecía a una franja de edad que ha conocido Internet desde que eran pequeños. Ya ha llegado el momento de hacer que este no tan nuevo medio reemplace a algunos vehículos tradicionales. Los bosques y los ríos salen ganando. Los turistas salen ganando. ¡Incluso la tesorería de las secretarías de turismo sale ganando! No nos cabe la menor duda de que es sensiblemente más barato producir un CD o DVD que alguno de los lujosos folletos en papel de primerísima calidad que nos fueron entregados durante la feria.
- completando lo dicho en el párrafo anterior, y aunque es evidente que casi todo el mundo asocia ahora una url a su propuesta turística, no vimos a nadie con la propuesta que nos hicieron hace ya tres años los chicos de la Secretaría de Turismo de un conocido destino turístico argentino: aquí tienen nuestra dirección de correo electrónico, pueden mandar cualquier duda o consulta que les responderemos en menos de 24 horas. Lo que vemos son páginas muchas veces hechas por encargo en las que la información práctica brilla por su ausencia. Y una ausencia casi total de cualquier canal de comunicación con el turista. Todavía se detecta una cierta mentalidad que atribuye al agente de viajes el monopolio de la información y que no quiere darse cuenta de que los viajes de cada vez más personas comienzan a ser planeados en Internet.
La edición de 2010 del evento tendrá lugar en el mismo pabellón de exposiciones del Anhembi, en São Paulo, entre los días 26 a 30 de mayo de 2010. La entrada este año fue gratuita (previa acreditación por internet), imaginamos que el próximo año lo seguirá siendo también. Si alguien va a estar en São Paulo en esas fechas le recomendamos encarecidamente que acuda a darse un baño de Brasil en el Salão.
La colección completa de fotos del Salão que hice con la cámara digital de bolsillo está en mi cuenta de Flickr.
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Me encanta Brasil con sus tradiciones y cultura. Estuve hace unos meses y me encantó. Sus ciudades, sus gentes, su paisaje natural, sus playas cristalinas de arena brillante… una pasada la verdad!!!!
Si alguien quiere compartir sus experiencias y vivencias en el país del sol y el amor, este es el lugar para hacerlo.
saludos
Muy interesante esta entrada Tony, que suerte poder asistir a ese salon de turismo y al mismo tiempo buenas criticas las que haces, buenos puntos a resaltar. Espero en 2010 estar ahí o cerca para verlo, abrazos!
Mila, os habría encantando, además de resultar muy interesante, a ver si no os lo perdéis el próximo año. ¿Cómo van vuestro planes?