Víctima de un crecimiento descontrolado y desorganizado, Ilha Grande sufre gravemente con el problema de la basura (lixo en portugués). La isla no tiene ninguna estación de tratamiento y toda la basura generada en la misma es transportada en barco al continente. Para empeorar la situación, habitantes de la isla y turistas van esparciendo basura por todos los rincones de la isla, con resultados de echarse a llorar. No os vayáis a pensar que solo se ve basura en la Vila do Abraão, no. Hasta en la idílica y teóricamente salvaje Lopes Mendes uno se puede encontrar sus envases de mantequilla, frascos de medicamentos, pañales y demás recuerdos dejados por desaprensivos.
Las denuncias sobre la presencia de basura en buena parte de la isla están presentes en millares de páginas y foros de internet, principalmente brasileños. El asunto no es nuevo. Ya en 2001 en un editorial titulado SOS Ilha Grande se leía que «la acumulación de basura y el crecimiento desordenado aceleraban la degradación ambiental de la Ilha Grande». Os podéis imaginar lo que ha llovido desde entonces. Dos apuntes:
- un reportaje de la TV Globo de Río de Janeiro, emitido pocos días antes de mi visita a la isla, hablaba de cómo las Trilhas em Ilha Grande são degradadas por turistas e moradores.
- los foros de una de las mejores páginas de internet sobre la isla, llhaGrande.org, están llenos de críticas a la presencia de basura. Un buen ejemplo en los hilos de este subforo: Futuro da Ilha Grande.
Cierro con una cita y adelanto que dentro de poco vamos a publicar una entrada abordando el futuro de un lugar que es muy querido por muchos de nosotros y las formas en las que podemos contribuir a su supervivencia.
Amo este lugar. Pero están acabando con él. Gente, vamos a recoger la basura. La isla está inmunda. Llena de latas de cerveza en los senderos. Si acaban con ella, no «construirán» otra. Vamos a valorarla mientras existe. ¡Podemos disfrutarla sin ensuciarla!