Los lectores más veteranos de este blog probablemente se acordarán de la disputa que ya presenciamos por ser la playa más bonita de Brasil entre dos auténticos colosos: la praia do Forno, en Arraial do Cabo, y la praia do Sancho, en Fernando de Noronha. Y hete aquí que acabamos de conocer un nuevo aspirante al trono playero: la ilha do Campeche, en Florianópolis.
La isla de Campeche se encuentra en la zona sur de Florianópolis, en la costa este, justo enfrente de la playa de Campeche. Como podréis apreciar en la foto de satélite, la playa de la isla se encuentra en el lado oeste, protegida de los embates del océano. El lado este de la isla es completamente salvaje y con un fuerte oleaje.
Para llegar a ella hay tres opciones:
- en barco desde Armação do Sul. La navegación dura en torno a 40 minutos, y el paseo costaba R$25 en la temporada baja. Hay varias salidas durante la mañana. Durante la temporada alta, también por la tarde.
- en barco desde la Barra da Lagoa. Unos pocos barcos llegan a la isla desde el Norte, en una navegación que dura una hora y cuarto aproximadamente. Nos contaron recientemente (diciembre 08) que el paseo en barco está costando R$40.
- en lancha zodiac [gomón] desde la playa de Campeche. Se cruza a la isla en poco más de 5 minutos, y la navegación en la temporada baja costaba R$30. No hay horario fijo, el funcionamiento del servicio depende de la demanda. La misma lancha que te lleva, te trae de vuelta.
De las tres, la zodiac es nuestra opción favorita. Además de ser mucho más rápida que el resto, la rápida travesía no deja tiempo para el mareo. Cuesta solo un poco más que el resto, y no hay que conducir hasta Armação do Sul.
La isla es un lugar único, al estar protegida por el Patrimonio Histórico brasileño por contener 10 yacimientos arqueológicos, con inscripciones rupestres y otros restos de vida prehistórica. Por esa razón, hay un límite en el número de visitantes que pueden ir a la isla cada día. Igualmente, conviene informarse porque durante el invierno no hay visitas a la isla. El IPHAN, órgano de gobierno responsable por la preservación del patrimonio histórico, tiene muchos monitores en la isla, que se encargan de dar informaciones y de controlar los inevitables desmanes de los turistas.
Nada más desembarcar en la isla uno se queda maravillado con las características principales de la playa: arenas blanquísimas y un mar azul turquesa de una transparencia sorprendente. En las aproximadamente cuatro horas de permanencia en la isla (el tiempo de estancia está controlado, al cabo de esas cuatro horas vuestro barco zarpará de vuelta a su punto de origen) tenéis básicamente tres opciones:
– quedaros a disfrutar de la playa. La parte derecha de la playa es más abierta. Las zonas de baño están delimitadas por boyas, para que no haya accidentes con los barcos que llegan y se van constantemente. En la zona izquierda de la playa hay otra playita más pequeña, a la que se accede por un camino un poco complicado entre las rocas (llevad buen calzado). En esa parte de la playa es donde se puede hacer el snorkel más interesante, alrededor de las grandes rocas.
– hacer alguna de las caminatas que hay por la isla. Como se visitan yacimientos arqueológicos, no se puede hacer ninguna caminata por libre, hay que ir acompañado de un monitor. Hay dos caminatas, una de 1 hora de duración, por la que hay que pagar R$5, y otra de tres horas, por la que hay que pagar R$10.
– hacer una salida para bucear (snorkel). Un barquito que se contrata en la misma isla os lleva a una zona un poco más apartada de la playa para poder hacer snorkel. La excursión dura un poco más de una hora, y cuesta R$35 (incluye el traje de neopreno).
Con aguas tan increíblemente transparentes como las de la isla, el snorkel se convierte en una opción más que atractiva. Si tenéis máscara y tubo, llevároslo (las aletas no son imprescindibles). La mejor zona para hacer snorkel está en la parte izquierda de la playa, junto a la roca que aparece en la siguiente fotografía.
Impresiona mucho más la transparencia que la variedad de fauna marina que se ve debajo del agua. Para el que nunca ha hecho snorkel será una experiencia inolvidable, pero para los que tienen más horas de vuelo puede ser un poco decepcionante. Pocas especies de peces, y de tamaño bastante pequeño. No está permitido irse a bucear más allá de las rocas (donde hay más variedad de fauna), hay que hacerlo en grupo organizado.
En la playa hay dos bares en los que poder tomar una cerveza e incluso comer. Algunos precios a finales de febrero de 2008: agua mineral, R$2; cerveza, R$5; caipirinha, R$5; plato combinado con pescado, arroz, patatas fritas y ensalada, R$15; ración de calamares a la romana (rabas), R$25.
Ah, se me olvidaba. La aspirante a reina de las playas no ha podido con la actual campeona. La masiva presencia de turistas cada vez que llega una embarcación abarrotada, y la presencia de bares (y suciedad) en la playa (a pesar de los esfuerzos denodados de los monitores por mantenerla limpia) hace que en el apartado «playa salvaje» no llegue a superar a Sancho. Pero se ha quedado muy cerca. Ha llegado el momento de hacer una pequeña modificación en el Top 10 de playas de De viaje a Brasil.
Para el que quiera ver más fotos: ÁLBUM DE CAMPECHE Y DE LA ILHA DE CAMPECHE
La información general sobre Florianópolis está en la siguiente entrada del blog: Destinos: Florianópolis. Además, hemos recorrido ya la isla viendo con detalle sus diferentes puntos de interés en ¿qué hacer en el norte de Florianópolis?, ¿qué hacer en el centro de Florianópolis? y ¿qué hacer en el sur de Florianópolis?.
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