Las 7 maravillas y la violencia

Blogs de aquí y allá continuan reproduciendo acríticamente noticias sobre la elección de las 7 nuevas maravillas del mundo moderno a la que hice referencia hace unos días. Espero que si algún día algún espabilado decide realizar otra votación a nivel mundial para elegir entre Darwin o el creacionismo, ésta tenga un recibimiento un poco más crítico.

Vuelvo sin embargo al tema porque me entero a través de Publicidade br que la nefasta Marta Suplicy, nueva ministra de Turismo, va a gastar dinero de todos los contribuyentes brasileños para pagar una campaña publicitaria en televisión pidiendo a la población que vote para elegir al Cristo Redentor como una de las nuevas maravillas. En la página de la Embratur ya hay una sección dedicada a promocionar la candidatura brasileña. Es como si la elección del Cristo Redentor fuera a traer felicidad, comida y trabajo al sufrido pueblo brasileño.

Por otra parte, ¿qué turista extranjero no ha oído hablar de Río de Janeiro o del Cristo Redentor? Los dos son iconos brasileños con proyección universal. No me cabe la menor duda de que la entrada de las autoridades brasileñas en la carrera por la elección de las 7 nuevas maravillas del mundo moderno tiene como motivación principal generar historias y titulares de prensa positivos que contrarresten la imagen negativa de Brasil que domina el noticiario internacional. Solo en la última semana, la decisión del gobierno federal de mandar tropas para intentar mantener el orden en Río ha ocupado las páginas de muchos periódicos (ved los comentarios que hice de esas noticias aquí, aquí y aquí). Evidentemente, para la promoción de la imagen de Brasil en el exterior la noticia de que hay que mandar soldados a su principal destino turístico porque la policía no consigue mantener a raya a las organizaciones criminales es una auténtica bomba.

Por no hablar de otras noticias que van apareciendo esporádicamente en la prensa. La Folha de São Paulo informaba sobre la recomendación dada por las autoridades francesas a sus ciudadanos que visitan Brasil para que lleven siempre encima R$50 para dárselos al atracador – este año han muerto cuatro franceses asesinados en Río, muertes que han causado una gran conmoción en el país; tres de las víctimas vivían en Brasil -. La embajada lista zonas de riesgo en varias de las mayores ciudades brasileñas – zonas que realmente son altamente desaconsejables.

La prueba evidente de que las autoridades responsables por la promoción turística de Brasil en el exterior están completamente perdidas, sin saber qué hacer, son las declaraciones de dos de sus máximas autoridades. La presidenta de la Embratur (órgano del gobierno responsable por la promoción turística) declaró que los consejos de la embajada no ensuciaban la imagen de Brasil en Francia. Al mismo tiempo, el secretario de Turismo, decía que consideraba que la recomendación hecha por el gobierno francés era completamente inadecuada.

En la revista Época de hace unas semanas, la misma presidenta de la Embratur respondía a dos preguntas:

P – Pero los crímenes son un problema [a la hora de promocionar Brasil turísticamente]
R – No. A pesar de que la violencia tiene una dimensión grande para el turismo, no es un problema exclusivo de Brasil. Tuvimos el caso de un brasileño muerto en Londres, otra brasileña asesinada en los Estados Unidos, casos de terrorismo en Inglaterra y España. Y aún así, el turismo sobrevive en esos países.

P – ¿Qué hace Embratur a respecto de la cuestión de la violencia brasileña?
R – Tenemos una herramienta llamada Monitor Brasil, que muestra todas las noticias relativas a Brasil en 23 países. Nada más identificar algún movimiento negativo, ponemos en marcha a nuestros agentes de relaciones públicas.

Más evidencia de lo perdidas que se encuentran las autoridades. Lo primero que uno deduce de estas respuestas es que las autoridades no saben qué hacer con el problema del impacto negativo de la violencia en la imagen de Brasil. Equiparar un atentado en España a los ríos de sangre que corren por Brasil a diario, o hablar de relaciones públicas como solución al problema es bastante significativo.

Pero más allá de esta declaración de impotencia, se plantea aquí un problema interesante, el de que hasta qué punto la violencia brasileña ahuyenta a los turistas. No quiero extenderme más con esta entrada, abordaré el asunto en una futura ocasión.

VER TAMBIÉN: La UNESCO y las nuevas maravillas del mundo.

2 comentarios en “Las 7 maravillas y la violencia”

  1. A veces las autoridades no saben en que mejor gastar el dinero de los pueblos, yo no dudo ni por instante que el Cristo Redentor, tan igual como mi Machu Picchu estén en la lista final de las 7 nuevas maravillas del mundo, pues es así: SON CONOCIDAS EN TODO EL MUNDO, así no las conozcas personalmente esas maravillas están ahi y la tecnología como el internet, las fotografias y videos nos permiten ver un poquito de su majestuosidad.
    Aquí en el Perú también hay una gran campaña publicitaria y nuestra ministra también sale a diestra y siniestra promocionando su campaña 😀 a veces las historias se repiten solo cambian los personajes.
    Un saludo 🙂

Los comentarios están cerrados.

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